Ieral: “No hay otra actividad en la economía que tribute como el campo”



Aunque la presión tributaria se redujo, el peso de los impuestos sobre la rentabilidad del agro, sigue alto. Las provincias productoras se quedan apenas con uno de cada diez pesos aportados.

El informe que publicó el investigador del Ieral de Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, en la revista mensual de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en el que estimó un aporte de 100 mil millones de dólares del agro entre 2003 y 2016 vía retenciones, también señala que “no hay otra actividad productiva en la economía” que tribute a los niveles a los que lo hace el campo.
“Sigue pesada la mochila tributaria sobre el campo”, se titula el estudio del economista especializado en temas agroindustriales, y que comienza recordando que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, con el acompañamiento de los gobiernos provinciales, llevó la presión tributaria sobre la actividad agrícola a niveles récord. 
Ejemplo
Tomando como parámetro un campo ubicado en la zona de Marcos Juárez, en la campaña 2014/15 el 84 por ciento de la ganancia iba a parar a las arcas estatales, ya sean nacionales o provinciales. Cuanto más lejos del puerto, la cifra era más alta aún. 
El cálculo se basa fundamentalmente en los derechos de exportación, que representan más de la mitad de la transferencia de recursos; pero también lo que se abona por otros impuestos como Ganancias, Inmobiliario Rural, Ingresos Brutos, Cheque y de Sellos. 
Con el cambio de gobierno y las nuevas medidas adoptadas, la presión tributaria disminuyó no sólo por la eliminación de las retenciones a todos los cultivos menos la soja, sino también por la creación de la Ley Pume que incluye algunos beneficios tributarios. 
De todos modos, según Garzón, “debe advertirse que la presión tributaria sigue aún muy alta”, debido a que el principal producto del agro, que es la soja, aún abona un 30 por ciento de retenciones. Por eso, el mismo campo de la zona núcleo antes mencionado, ahora soporta una carga tributaria legal del orden del 60 por ciento sobre su ganancia.
“Es decir, la presión tributaria bajó 24 puntos porcentuales en este caso particular, pero los impuestos siguen altos. No hay otra actividad productiva en la economía que tribute a estos niveles”, resume el investigador.
Reparto inequitativo
Otro aspecto interesante del informe es que muestra cómo las principales provincias productoras de granos son las que menos se benefician en este contexto, ya que vía Fondo Federal Solidario, que distribuye entre todas las jurisdicciones el 30 por ciento de las retenciones a la soja, y a través de la coparticipación de impuestos como Ganancias; todos los Estados subnacionales se benefician con la producción granaria.
Según estima el Ieral, de cada 100 pesos de presión tributaria legal, aproximadamente 10 quedan en la provincia productora, 60 van al gobierno nacional (Tesoro y Anses) y 30 al resto de las provincias.