Avanzan la cosecha y los embarques de soja brasileña: ¿impacta en los precios? Pablo Adreani



Con clima normal, el mercado de soja disponible en cosecha nueva local tiene un potencial de baja de 20 dólares.

Se cumple un mes de la cosecha de soja en Brasil y las exportaciones en enero llegaron a superar las 910 mil toneladas, más que duplicando las registradas en igual mes del año anterior. El mercado mundial ya comienza a sentir la oferta de soja de Sudamérica y tanto Brasil como la Argentina son los principales jugadores.

La oferta mundial comienza a sentirse en enero, primer mes de la cosecha en Brasil. El estado de Mato Grosso, principal productor de soja con más de 30 millones de toneladas, ha tenido un importante atraso en la cosecha.

De acuerdo al Instituto Matogroense de Economía Agropecuaria (Imea) la recolección de soja en dicho estado alcanzó el 16,3 por ciento del total de la superficie sembrada con datos a fines de enero, muy por debajo de las expectativas ya que se sembró muy temprano en septiembre y se alcanzó un buen ritmo de cosecha los primeros días del año. El informe indica que se podría llegar al 25 por ciento del área, pero las lluvias no lo han permitido.

Por el atraso en la cosecha, los productores no pueden cumplir con sus contratos de ventas forward previamente pactados y el mercado comienza a sentir la presión de los compradores.

Esto implica que los precios están subiendo en forma sostenida hasta que el factor climático se estabilice. Por el momento, la situación no ha llegado a repercutir en el mercado internacional y Chicago está siguiendo más la influencia de factores locales de su mercado, tanto de su demanda interna como de la exportación. No obstante, por el ingreso de la oferta de Brasil los precios de la soja en el FOB Golfo –referencia mundial de las exportaciones de los Estados Unidos– están perdiendo fuerza. Los fondos mantuvieron una posición vendedora en Chicago; vendieron 1,14 millones de toneladas de maíz y 1,36 millones de toneladas de soja, mientras que informes de compras de soja americana por 237.000 toneladas compensaban el potencial efecto bajista por la presión vendedora de los fondos.

En la primera jornada de febrero, Chicago mostró una tendencia sostenida a firme, con mejoras de 4-5 dólares promedio en todas sus posiciones. La soja posición marzo cerró a 381 dólares; mayo 384,7; julio a 387,5 y en agosto comienza un leve quiebre para cerrar en 386,5 dólares por tonelada ante la definición de la próxima cosecha 2017/2018.

Mientras tanto en la Argentina, la falta de lluvias trajo alivio a las zonas productoras que habían recibido lluvias récord durante la segunda y tercera semana de enero. Por este motivo, el mercado futuro de soja en el Matba mostraba tendencia sostenida a firme tanto para la soja disponible como para la de la nueva cosecha. En la posición disponible los precios mejoraron hasta los 4.330 pesos y 273,5 dólares, con influencia sobre la tendencia de los precios de la soja nueva. En este sentido, la soja abril cotiza a 265 dólares mientras que para mayo llega a 266.

Estamos en el segundo nivel más alto alcanzado por el mercado desde que comenzó a cotizar la nueva campaña, unos 10 dólares por debajo de los máximos alcanzados a mediados de enero en pleno episodio de excesivas lluvias, en ese momento a 276 dólares.

El productor se pregunta si la soja podrá retomar su tendencia alcista de aquí a la cosecha; esto dependerá de la evolución del clima durante todo el mes de febrero.

Con condiciones climáticas normales, el mercado de soja disponible en cosecha nueva tiene un potencial de baja de 20 dólares. Esta baja es solo atribuible al desfasaje que hoy existe entre el FAS teórico –resultante del FOB de exportación– del FAS real que cotiza hoy en el Matba. Como es normal en esta época de desarrollo de los cultivos, el clima tendrá la última palabra en cuanto a su impacto en los precios futuros.