A 70 kilómetros del sur cordobés, La Picasa amenaza con devorarse la ruta 7

En Santa Fe y casi al límite con Córdoba, la laguna ya sepultó la banquina, y las olas golpean contra los vehículos.
A menos de 70 kilómetros de la línea interprovincial que separa Córdoba de Santa Fe la laguna La Picasa amenaza con devorarse la ruta nacional Nº 7, y advierten que de no tomar una medida para bajar el nivel de la masa líquida, este camino que atraviesa de oeste a este el país quedará bajo agua.
De interrumpirse este trazado todo el sur cordobés sufrirá el fuerte impacto ya que perderá el flujo de tránsito que proveniente de Buenos Aires y Santa Fe, o en sentido contrario Mendoza y San Luis con destino a los puertos, transita por la zona.
El sector seriamente comprometido se encuentra entre las localidades santafesinas de Diego de Alvear y Aarón Castellanos, ésta última ubicada a unos 100 kilómetros de Laboulaye.
Juan Carlos Duhalde, es el presidente del Comité de Cuenca La Picasa, quien en diálogo con PUNTAL advirtió además del riesgo que corren los viajeros que hoy se animan a cruzar la delgada cinta asfáltica que parece flotar en medio de la inmensidad de la laguna. “En días de viento las olas que se levantan golpean contra los parabrisas de los vehículos y si los conductores se asustan pueden pegar un volantazo y caen a la laguna que tiene en esa zona más de cuatro metros de profundidad”.
Este dirigente quien es además productor dijo que la situación es de extrema gravedad y se lamentó que el gobierno nacional no tome real dimensión del perjuicio que implicará el corte de la ruta 7.
“La situación es sumamente difícil. La laguna llegó a la cota 104.5 o sea que está al nivel prácticamente de la ruta con serio riesgo de que la ruta se rompa porque la presión del agua es muy grande. Estamos moviéndonos todo lo posible para ver si lo logramos de Nación y Provincia (de Santa Fe) trabajando juntos podamos revertir esta situación. La única solución para salvar la ruta es lograr bajar la cota de agua de la laguna, porque con este nivel indefectiblemente se va a terminar cortando”, advirtió Duhalde.
Al tiempo que agregó que de cortarse este camino no existen trazas alternativas paralelas que se puedan habilitar. “Todo está bajo agua. La única alternativa es la ruta 8, pero además de alargar el viaje terminaría colapsada porque no tiene la posibilidad de absorber el intenso tránsito que hoy tiene la 7 desde Buenos Aires hacia Chile.El flujo de vehículos de ambas rutas sobre una sola, la harían colapsar. Aparte cómo justificaría el Gobierno Nacional que está haciendo autopista Ruta 7, que viene trabajando hasta Junín, que a futuro no se va a poder usar", describió”.
Actualmente la Laguna La Picasa está afectando 35 mil hectáreas en la provincia de Santa Fe, y otras 14 mil en Buenos Aires. “Lo increíble es que a nivel nacional parecen no tomar dimensión del problema”, insistió Duhalde.
Un problema interprovincial. En 1999 cuando una gran inundación afectaba el sur cordobés, la Laguna La Picasa se convirtió en una gran amenaza y hasta generó conflictos interprovinciales. Fue en ese año que un tramo de la ruta 7 se cortó, y fueron casi 7 años donde el tránsito también estuvo interrumpido.
Hoy la problemática se reitera, pero aún más grave ya que esta ruta multiplicó varias veces el tránsito que desde Buenos Aires, atraviesa cinco provincias y llega a Chile.
Duhalde explicó que en los últimos meses la laguna en territorio santafesino aumentó peligrosamente su cota, producto de un ingreso excesivo de agua desde la provincia de Córdoba. “El último reservorio hacia la laguna que se encuentra entre Córdoba y Santa Fe algunos días atrás tuvo la intervención de una mano anónima que abrió un canal que hacía el efecto de by pass aumentando el ingreso a nuestra provincia de 22 metros cúbicos por segundo de agua, que equivale a 2 camiones cisternas de 10 mil litros cada uno”, precisó el presidente del comité de cuenca.
Tras gestiones realizadas con funcionarios de Córdoba se cerró el by pass, pero según Duhalde: “Lo taparon, pero hicieron una picardía ya que pusieron un tubo a la salida del agua, y cualquiera que sepa algo de Hidráulica sabe que ante la presión del agua el tubo va a ser sobrepasado o arrasado”. No obstante admitió que permitió reducir el paso de agua a 14 metros cúbicos por segundo.
Evacuar por gravedad. “Desde el comité hicimos un proyecto que permitiría hacer una obra que no es costosa y de fácil ejecución para bajar la cota de la laguna. Consiste en hacer un canal que libere unos 5 metros cúbicos por segundo por gravedad hacia Buenos Aires. El problema es que esta provincia no lo acepta que sea de esta manera sino que se coloquen bombas, lo cual implica muchos gastos”, precisó Duhalde.
Mientras tanto la situación se agrava día a día y la laguna se va ganando terreno sobre la carpeta asfáltica.
Ya no quedan banquinas, y Vialidad Nacional debió correr los guardarrail sobre el pavimento para evitar accidentes. El peligro es que el agua golpea y forma grandes olas que terminan sobre la carpeta asfáltica.
Duhalde dijo que son continuos las gestiones ante la Nación para que se hagan obras. “Personalmente estuve en la Secretaría de Recursos Hídricos y en Vialidad pero lamentablemente no están viendo las cosas como nosotros. Ellos hablan de levantar la ruta, de obras faraónicas a ejecutar, cuando se podría traer una solución descomprimiendo la laguna”.
Por último el presidente del Comité de Cuenca dijo que se “Santa Fe y Córdoba deberíamos pelear juntos para sacar el agua, por que es imposible seguir así. Vamos a perder una de las principales rutas del país”, advirtió.
Fuente: Diario Puntal - Autor: Patricia Rossia.