Mercado climático: nerviosismo en los mercados por la falta de lluvias en Argentina

El principio de sequía que vienen sufriendo vastas regiones de la zona núcleo es uno de los factores que sostiene la cotización de la soja a nivel internacional.


La falta de lluvias que ha afectado a amplias regiones de las principales zonas productivas argentinas ha generado “cierto nerviosismo” en los mercados, según el analista de Big River y de la Bolsa de Comercio de Rosario, Guillermo Rossi.

En el newsletter “Escenarios Granarios” del Centro de Gestión Agropecuaria de la Fundación Libertad, Rossi asegura que éste es uno de los factores que sostienen la cotización de la soja a nivel internacional, en un escenario presionado a la baja por las buenas perspectivas productivas y de exportación a nivel mundial.

Cabe recordar, en este contexto, que diversos pronósticos coincidieron en los últimos días sobre la posibilidad de que el nivel de agua de la campaña estival sea menor al óptimo: el director del Laboratorio Climatológico Sudamericano advirtió por el riesgo de “golpes de calor” que afecten a los cultivos en febrero; la Bolsa de Rosario alertó por “pulsos secos” que impactarán en rindes de soja y maíz; y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires pronosticó un foco de sequía para la zona núcleo.

Mirando el cielo

Según Rossi, “avanza la siembra de soja y la cosecha de trigo, con precios firmes y la atención centrada en las condiciones climáticas. Las lluvias del domingo trajeron alivio en amplias regiones productoras, pero el panorama de enero y febrero sigue planteando interrogantes”.

En ese sentido, agrega: “Los futuros de soja en Chicago finalizaron la semana con subas consecutivas, empujados por la firmeza que están mostrando las compras de China y ante la posibilidad de que la falta de lluvias condicione el potencial de los cultivos en Argentina”.

Para este especialista, “a mediano plazo el saldo exportable brasileño y las buenas perspectivas de siembra en Estados Unidos son elementos bajistas, aunque el corto plazo está dominado por el mercado climático sudamericano, con cierto nerviosismo por la falta de lluvias que afectó a amplias regiones de Argentina”.