Si no fuera por la
presión que vienen sufriendo los cereales en el mercado externo, las
condiciones del mercado local salen a pedir de boca. Precios sostenidos,
aumento de la superficie sembrada de trigo y maíz, fuertes inversiones y
activa comercialización se combinan para dar un renovado aire al sector
cerealero.
2015/16, la campaña del maíz
El
maíz ha sido, por lejos, la estrella de la semana en nuestro recinto
físico de granos. Con la referencia del pico máximo en los últimos tres
meses alcanzado en el mercado de Chicago y frente a la necesidad de la
exportación de originar mercadería, los valores ofrecidos lograron
sostén. Abiertamente se dieron los ansiados $ 2.500/ton disparando las
órdenes de ventas. A los compradores que ya venían operando en el
mercado se le sumaron incluso nuevas empresas interesadas en hacerse del
grano, y se calcula que se podrían haber negociado entre 40.000 y
50.000 toneladas por rueda, muy por encima de la actividad de las
semanas previas.
Fuera de la entrega
disponible, se sucedieron las ofertas de compra por entrega diferida.
Para el mes de diciembre se daban u$s 160/ton, que al tipo de cambio
esperado de Rofex significaría hoy unos $ 2.544/tonelada. También
existían puntas abiertas por maíz nuevo, a u$s 145/ton para el grano a
descargar entre febrero y mayo, y u$s 142/ton ya para el maíz de segunda
o tardío a entregarse entre los meses de julio y agosto.
Este
gran interés de los exportadores encuentra sustento en los márgenes
positivos que muestra actualmente la actividad. Según nuestras
estimaciones, el FAS Teórico o capacidad de pago del sector para
embarques desde el Up River es de u$s 165,4/tonelada, por lo que a u$s
160/tonelada deja una ganancia teórica bruta de cinco dólares por
tonelada exportada.
En este contexto, la
actividad programada para las próximas semanas muestra gran dinamismo.
Por un lado, según surge de SIO Granos, ya existen casi 1,4 millones de
toneladas de maíz agendadas para descargarse en los puertos de nuestra
región en el mes de octubre. No habiendo alcanzado la mitad del mes,
ello ya supera el total registrado para el mes de septiembre y casi
duplica el de octubre de 2015.
Mientras tanto,
según información suministrada por la agencia marítima NABSA se están
cargando o se cargarían en los próximos 15 días buques con maíz en los
puertos del Up River Rosario un total de 900.000 toneladas de grano, de
las 1,4 millones que están programadas para enviar al exterior desde
todos los puertos del país.
Es probable que el
despegue del maíz esta campaña quede en la memoria durante mucho
tiempo. En lo que va de octubre, se anotaron DJVE (compromisos de
exportación) por 101.671 toneladas de grano de la campaña 2015/16 y
380.000 por adelantado de la 2016/17. Con ello, ya suman 20,7 millones
de toneladas las presentaciones para la campaña actual, un valor máximo
para esta altura del año, seis millones más de lo que en promedio se
registraba para esta altura del año en los últimos cinco ciclos
comerciales. Además, hace cuatro años que no se adelantaban en octubre
DJVE para la campaña siguiente.
De las 20,7
millones de toneladas comprometidas para exportar, se han embarcado 15,7
millones (el 75%), pero ya se han comprado en el mercado doméstico 17,6
millones de toneladas, que alcanzan a cubrir el 85% de los compromisos.
En otras palabras, al sector exportador le restan comprar algo más de
tres millones de toneladas para cubrir el volumen de negocios de
exportación que cerraron a la fecha para la campaña actual.
Este
panorama consolida las intenciones de siembra para el nuevo ciclo.
Según el informe mensual de estimaciones de GEA las coberturas con el
cereal podrían sumar 5,7 millones de hectáreas, de las cuales ya se
implantaron un cuarto del total, casi 1,5 millones. Tomando una pérdida
de superficie promedio de las últimas cinco campañas y el rinde
tendencial que arrojan los diez ciclos previos, la producción 2016/17
podría arrojar entre 34 y 35 millones de toneladas. Sin embargo, los
stocks iniciales más ajustados y la robusta demanda para exportar
podrían ser los elementos que den sostén a los precios.
A
nivel global, el USDA dio a conocer esta semana su informe mensual de
estimaciones oferta y demanda (WASDE), ratificando la previsión de una
oferta global récord para la campaña 2016/17 incluso a pesar de una
revisión a la baja de los rindes en Estados Unidos. Sucede que si bien
los stocks finales proyectados a nivel mundial cayeron 2,7 millones de
toneladas respecto al reporte del mes de septiembre, la producción
mundial superaría los mil millones de toneladas por primera vez en la
historia.
Pese a ello, la demanda no amaina y,
según prevé el organismo, sería capaz de digerir el salto de producción
con lo que la relación stock/consumo se mantendría prácticamente sin
variaciones respecto a las últimas tres campañas aunque sí aún en
niveles muy altos en términos históricos. En Estados Unidos,
particularmente, se prevé que el stock/final de la campaña 2016/17
acumule casi 14 millones de toneladas más que el ciclo precedente hasta
casi 59 millones de toneladas.
En
este contexto, si bien no quedan dudas que nos encontramos en una fase
decreciente del ciclo que marcan en el largo plazo los commodities
agrícolas en general y los cereales (maíz y trigo) en particular, los
precios en Chicago encuentran sostén en la fuerte demanda externa y en
la reticencia de los farmers americanos a desprenderse de su
producción a los actuales valores y gracias a ello las cotizaciones
tocaron su mayor valor en los últimos tres meses durante esta semana,
una buena noticia tratándose del mes cúspide para las labores de cosecha
estadounidense.
El trigo en contango
El
título de película refiere a una situación muy poco frecuente en el
mercado de granos: el valor del cereal en cosecha es superior a su
precio disponible, cuando normalmente las épocas asociadas a la trilla
suelen presionar a la baja los valores que se pagan ante la llegada de
la nueva oferta al mercado.
Sin embargo, en
nuestro mercado local, se ofrecieron abiertamente entre $ 2.100 y $
2.150 por tonelada para la entrega contractual, mientras que por el
cereal a entregar entre los meses de diciembre y enero se alcanzó la
barrera psicológica de u$s 150/tonelada que, al tipo de cambio operado
en Rofex para dicho momento, se convertirían en unos $ 2.400 la
tonelada.
En este contexto el grueso de la
operatoria en la semana se centró en trigo nuevo, a descargar entre los
meses de diciembre de 2016 y mediados de enero de 2017. El sector
oferente hace tiempo tenía como objetivo los u$s 150/tonelada para
desprenderse de su grano, por lo que cuando en la rueda del jueves éstos
se dieron abiertamente se calcula que podrían haberse negociado 60.000 y
70.000 toneladas, según indicaron algunas fuentes del mercado.
Sucede
que con las exportadoras liquidando gran parte de sus stocks de
mercadería en la campaña actual y ya habiendo asumido compromisos para
la entrega de grano en los primeros meses de la campaña próxima, la
necesidad de asegurarse la entrega de mercadería ha motivado la mejora
de sus ofrecimientos. Señal de ello ha sido semanas atrás los rumores de
negocios que pactaban la posibilidad de entregar en cosecha pero con
precios a fijarse hasta el mes de junio/julio de 2017, mientras que esta
semana se cree que se podrían haber hecho negocios acordando el pago
adelantado del cereal contra entrega futura en cosecha.
La
liquidación de stocks del sector exportador surge de la comparación de
las 6,59 millones de toneladas que se compraron de trigo 2015/16 con las
7,77 millones que se embarcaron, de acuerdo a información promulgada
por el Ministerio de Agroindustria al 05 de octubre. El millón cien te
toneladas restante por fuerza salió de mercadería comprada y no
exportada con anterioridad, lo que da la pauta que muy probablemente la
exportación deba salir a comprar la casi totalidad del grano que planee
enviar al exterior en el nuevo ciclo comercial.
A
la fecha, según datos de la UCESCI, se anotaron declaraciones juradas
de ventas al exterior (DJVE) por un total de 7,85 millones de toneladas
de trigo 2015/16, quedando muy cerca de las 7,77 millones que ya se
embarcaron. Al mismo tiempo, se comprometieron 630.000 toneladas para
embarcar de la campaña 2016/17, el mayor volumen en cuatro años, 100.000
de las cuales se anotaron en lo que va del mes de octubre.
Con
un FAS Teórico para los embarques desde las terminales del Up River
para la cosecha nueva de u$s 157/ton, el margen para la exportación
resulta positivo con una ganancia teórica bruta de 7 dólares por
tonelada embarcada. Ello sustenta el volumen de negocios y permite
adecuar los valores ofrecidos a las puntas vendedoras, facilitando el
cierre de negocios.
Ampliando la mirada al
mercado global, el USDA actualizó sus previsiones de oferta y demanda
esta semana ratificando la cosecha récord para la campaña 2016/17, pese a
algunos problemas puntuales a raíz del clima en algunos países
productores como Australia.
Según el
organismo, la producción mundial de trigo alcanzará los 744,4 millones
de toneladas, casi 10 millones de toneladas por encima de la campaña
anterior. Sin embargo se espera que la demanda acompañe este aumento con
lo que la relación stock/consumo global se mantiene prácticamente sin
cambios en 33,8%. Los principales aumentos de producción, a la postre,
se registran en algunos de los principales países exportadores, tal como
muestra el gráfico adjunto. Para Argentina particularmente, el
organismo prevé una producción 2016/17 de 14,4 millones de toneladas,
casi tres millones por encima del ciclo previo.
A
futuro que la demanda externa por trigo argentino se sostenga, en una
campaña de oferta holgada a nivel internacional, dependerá en gran
medida de que el país pueda posicionarse nuevamente como proveedor de
trigo de calidad, tal como lo ha sido tradicionalmente.
Hasta
la campaña 2015/16 el contenido proteico medio había caído por tercer
año consecutivo, llegando a promediar por debajo del 10% y un peso
hectolítrico que apenas araña los 80 kg/hl. según surge de los
resultados de las muestras analizadas en nuestro complejo de
Laboratorios y se muestra en el cuadro a continuación.
En
principio, el target debiera ser recuperar un PH 80 y un contenido
proteico del 11,5%, segmento en el que logrará explotar su mejor nicho
de mercado. De momento el desarrollo de la campaña luce promisorio, ya
que el productor ha tomado todos los recaudos necesarios para maximizar
el contenido proteico del grano que obtendrá.
La
inversión en los campos se ha acercado al óptimo, cosa que no ocurrió
en los últimos ciclos, y los monitoreos se encuentran a la orden del
día. De cualquier modo, la palabra final la tendrá el clima,
especialmente desde mediados del mes de octubre hasta mediados de
noviembre, cuando según la zona –de norte a sur- el cultivo ingrese en
la etapa crítica de llenado de granos.