En economías estables, el negocio agrícola es más financiero

Pablo Adreani
Con un 15 por ciento de maíz y un 10 por ciento de soja cosechados en Estados Unidos, los operadores de Chicago se debaten entre el avance de la cosecha, los rindes récord de soja y lo estimado en maíz, y la resistencia de los productores a vender a los actuales precios.

En este escenario, el productor argentino tiene que evaluar muy bien la situación interna y lo que indican los mercados de futuros. Ya se trate de las cotizaciones en el Mercado a Término (Matba) o los precios del dólar a futuro en el Rofex. Entre ambos, el productor ya tiene perfectamente controladas las principales variables de su negocio: el precio de su grano en dólares, el valor del dólar y el nivel de las tasas en pesos o en dólares para colocar eventuales excesos de liquidez.

Veamos un ejemplo bien concreto y operativo. La soja disponible en el Matba cotizó ayer en 258 dólares, mientras que la posición futura nueva cosecha mayo 2017 cerró a 253,5. Una prima de apenas 4,5 dólares ¿Qué habría que hacer ante este cuadro de situación? Para responder debemos agregar al análisis el precio de la soja enero 2017, de 270 dólares. Es bastante gráfico y claro que los 270 dólares de enero están justo en la mitad de camino entre dos trenes que vienen a alta velocidad ¿Qué va a suceder de aquí a enero? A mi entender, el precio de la soja enero baja hasta los niveles de la soja disponible, o baja hasta el nivel de la soja nueva. Pero baja, no tiene otra salida. Basamos este análisis siempre considerando clima normal, no solo en Argentina sino en el resto de los países productores; también consideramos que el cinco por ciento de retenciones se va a reducir a partir de la próxima cosecha, es decir sin ningún cambio sustancial en los factores extra o intra mercados.

Dicho esto, ¿cuál sería la recomendación? vender la soja enero en el Matba o forward , y en el momento de ejercer la entrega o salida de posición tendrá vigencia el dólar de ese momento. Con lo cual estaríamos neutralizando cualquier movimiento del valor del dólar con respecto al peso.

Si a este análisis le agregamos una cobertura al valor del dólar futuro enero en el Rofex, que hoy cotiza a 16,44 pesos, y considerando el precio de la soja a 270 dólares, llegamos a un valor de 4.440 pesos. Por encima del disponible que hoy cotiza a 3.940 pesos. Entonces, el productor tiene que decidir hoy qué hacer con la soja disponible: ¿la mantiene almacenada sin vender y espera enero para efectivizar al venta (siguiendo con el ejemplo anterior), o decide cubrirse y vender hoy la posición enero para no tener que asumir el riesgo del mercado?

En el primer caso, el productor se juega si o si a una suba del mercado y en el segundo caso baja el riesgo de mercado a cero y se asegura su precio de venta a 270 dólares, con el dólar de ese momento, o cubriendo el dólar futuro en el Rofex.

Este es el ejercicio que van a tener que hacer los productores en forma mucho más frecuente. Si el programa económico del Gobierno tiene éxito y logra controlar la inflación y la incesante suba de bienes y servicios en pesos, que en definitiva terminan aumentando los costos en dólares si se consolida el atraso cambiario.

El productor debe entender que su negocio, en economías estables, pasa a ser financiero, en el que no cosecha soja o maíz, sino que cosecha dólares y va a tener que decidir si los mantiene o los lleva a pesos. En ambos casos debe saber qué hacer con su liquidez temporaria: invertir en Lebac, Letes o bonos en dólares. Todo un desafío para la nueva generación de productores.