Cada vez menos jóvenes quieren estudiar agronomía en la región pampeana: pero crece la cantidad de inscriptos en facultades del NOA

El proceso coincide con la dinámica registrada por el negocio agrícola.
 
 
Las facultades de agronomía de las universidades localizadas en la región pampeana reciben cada vez menos inscriptos. Pero no sucede lo mismo en la mayor parte de los centros de estudio del NOA.
Las ocho principales facultades de agronomía localizadas en la provincia de Buenos Aires recibieron un récord de 1883 nuevos inscriptos en 2005. Pero desde 2006 en adelante comenzaron a recibir cada vez menos inscriptos hasta sumar 1090 en 2014 (última dato oficial disponible).
En las dos mayores facultades de agronomía que operan en la provincia de Córdoba se registró el mismo fenómeno: un récord de nuevos estudiantes de 824 en 2005 para luego ir descendiendo año tras año hasta alcanzar 449 nuevos inscriptos en 2014.
En las dos principales facultades de agronomía de Santa Fe el máximo de nuevos inscriptos se registró en 2004 con 606 ingresantes. Y luego se repitió la misma dinámica: cada vez menos interesados hasta sumar 355 inscriptos en 2014.
El mismo proceso se registró en las facultades de agronomía de las Universidades de La Pampa, Entre Ríos, Cuyo y Comahue.
En la década comprendida entre 2004 y 2014 la carrera de agronomía de la UBA recibió un 59% menos de nuevos inscriptos, mientras que en ese mismo período a la de Rosario y Córdoba ingresaron 46% y 42% menos estudiantes.
El período de máximo interés en estudiar agronomía en facultades de la región pampeana coincide con la fase de maximización de la rentabilidad agrícola registrada en el primer tramo de la década pasada a partir de factores tales como competitividad cambiaria, elevados precios de los granos y estabilidad de rendimientos logrados.
A partir de 2008, si bien los fundamentos del negocio agrícola seguían siendo sólidos, el conflicto del campo (2008), una sequía histórica (2008/09) y el inicio del proceso inflacionario comenzaron a introducir mayores niveles de incertidumbre.
Y a partir de 2011 la aceleración de la inflación, la creciente recurrencia de desastres climáticos, los precios declinantes de los granos y las dificultades para controlar malezas problemáticas terminaron de empiojar al negocio agrícola.
Pero en el norte argentino la evolución del proceso fue bastante diferente. En la carrera de agronomía de la Universidad del Nordeste (Corrientes), si bien la cantidad de nuevos inscriptos comenzó a descender luego de registrar un récord de 412 estudiantes en 2005, en los últimos años se recuperó para terminar en 2014 con 304 ingresantes.
Y en la década comprendida entre 2004 y 2014 la carrera de agronomía de la Universidad de Santiago del Estero recibió un 51% más de nuevos inscriptos, mientras que en ese mismo período a la de Jujuy ingresaron 22% más de estudiantes. En la Universidad de Salta la cantidad de nuevos estudiantes en el período se mantuvo prácticamente constante, pero en la de Tucumán descendió un 55%.
Entre las hipótesis que podrían explicar la dinámica presente en los centros de estudio de Santiago del Estero, Jujuy y Salta puede incluirse la posibilidad de que alumnos que anteriormente se trasladaban a facultades localizadas en los principales centros urbanos del país optaron por estudiar en sus localidades de origen por falta de recursos para trasladarse a otras provincias.
La lista con el detalle de cada facultad puede descargarse aquí.