Un análisis del Ieral de Fundación Mediterránea destaca que, para el
Estado nacional, el costo fiscal sería de menos del uno por ciento de
sus ingresos corrientes.
Si el Gobierno nacional finalmente
cumpliera su promesa de rebajar otro cinco por ciento las retenciones
que rigen sobre la soja, los productores de Córdoba podrían mejorar
entre nueve y 12 por ciento sus márgenes esperados para la campaña
2016/17.
Así lo sostiene un análisis difundido
por el Ieral de Fundación Mediterránea, titulado “la disputa por los
derechos de exportación de la soja” y en el que establece cuánto
perdería efectivamente el Estado si dispusiera esta medida, y cuánto
ganarían los productores.
Costo bajo. Sobre la
base del proyecto de presupuesto 2017 presentado por el Ejecutivo
nacional, el Ieral estima que una baja de cinco puntos en las
retenciones le significaría al Estado una pérdida de ingresos de 20.954
millones de pesos. Un reciente estudio de la Bolsa de Comercio de
Rosario había ubicado el costo en 17.000 millones.
Al mirar ese valor en términos
relativos, no sería un costo tan alto: representa 0,8 por ciento de los
ingresos corrientes de la Administración Pública Nacional o 0,4 por
ciento de la recaudación de las provincias.
De todos modos, el impacto en el déficit
financiero de la Casa Rosada puede considerarse significativo: estos
casi 21 mil millones de pesos menos de recaudación, lo elevarían en un
3,1 por ciento.
Más márgenes. El debate
es si el perjuicio para el Estado es tan grande como para evitar tomar
esta medida que significaría una fuerte mejora de los márgenes de
rentabilidad de los productores, que podrían aprovechar estas mayores
ganancias para invertir.
Un informe de la Bolsa de Comercio de
Rosario, por caso, afirma que este año las mayores ventas de camionetas y
maquinaria agrícola, representarán una facturación “extra” de casi
7.000 millones de pesos e ingresos fiscales por 177 millones de dólares.
Según los cálculos del Ieral, cuando más
lejos del puerto, más se mejoran los márgenes con menos retenciones, un
aspecto que puede servir para ampliar la frontera agrícola.
Concretamente, un campo a 150 kilómetros
de Rosario (ubicado en Marcos Juárez, por ejemplo), ampliaría su margen
esperado en nueve por ciento; uno a 450 kilómetros (Jesús María), un 12
por ciento; y uno a 1.100 kilómetros (Las Lajitas, Salta), un 18 por
ciento.
La proyección está realizada suponiendo
una producción en campo propio, con sistema de rotación trigo-soja de
segunda (17,5%), maíz (30%) y soja de primera (52,5%), y en base a
precios esperados a cosecha.
Fuente: Agrovoz.