Granos: alertan que es "poco probable" una suba importante en los precios

La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina presentará hoy su análisis del nuevo escenario en el marco de la Rural de Río Cuarto.
El campo y el sector inmobiliario podrían ser los mayores beneficiarios del blanqueo, explicó David Miazzo, economista de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) mientras que Sol Arcidiácono, analista de mercados, advirtió que la súper cosecha de maíz y de soja en Estados Unidos "marcó la cancha" porque, si bien hay una demanda firme -China compra a buen ritmo-, el mercado perdió ansiedad por lo que aguardar una suba de precios importante es "poco probable".
En diálogo con La Nación, los expertos adelantaron parte del trabajo "GPS Productivo. Recalculando la economía y el agro", que FADA presentará hoy en la carpa del Consejo Económico y Social de la Exposición Rural de Río Cuarto. La muestra quedará oficialmente inaugurada el sábado.
"Los mejores precios quedaron atrás, hay otro marco estructural. Estados Unidos copó el mercado y el mejor momento para los exportadores argentinos pasó", describió Arcidiácono, que se desempeña como analista en ED&F Man Capital Market.
Sobre el mercado de maíz, explicó que el recorte de 15 millones de toneladas en la cosecha de maíz de segunda de Brasil abrió una oportunidad para la Argentina. Afectada por la sequía del último verano, la producción brasileña cerró en 68 millones de toneladas, con un achicamiento de sus saldos exportables. Los productores argentinos aprovecharon esa posibilidad entre abril y julio.
La analista apuntó que se pasó a otro rango de precios y el foco se concentró en la oferta estadounidense, con un rendimiento de 110 quintales promedio por hectárea. "El dato es contundente y ya está en los precios que registran niveles muy bajos, los mínimos en los últimos años", agregó y proyectó que es difícil que la tonelada a 120 dólares en Chicago se sostenga en el tiempo, porque el productor estadounidense no venderá en esos niveles.
En ese contexto, planteó que el precio del maíz argentino está alto: "No copió la baja de 50 dólares por tonelada de los Estados Unidos. La demanda internacional se cortó y la oportunidad de rebote es mayor para los estadounidenses que para los locales".
En el caso de la soja, el buen clima de este mes en Estados Unidos ratifica la expectativa de rendimiento récord (33 quintales por hectárea que, incluso, podría ser mejor) y el récord de producción de 110 millones de toneladas. Los productores vendieron el 25% de la cosecha y llegarían, a mediados de noviembre, al 60%. Hay presión bajista, planteó Arcidiácono, quien sostuvo que los 280 dólares para la soja disponible en Argentina es "buen precio".
Respecto de las especulaciones sobre una demora en otro recorte del cinco por ciento en las retenciones que impulsaría a retener la oleaginosa, enfatizó que "es alto riesgo frente a la posibilidad de una baja de precios". A su entender, es mejor vender la soja disponible. "La nueva tiene por delante el mercado climático que presenta incertidumbre; Brasil se está quedando sin soja, las de plantas de crushing adeantaron su cierre a setiembre; en ese caso se puede esperar", analizó.
Dudas en la macro. Para Miazzo la mejora de la actividad económica vendrá por el agro de la región pampeana, la construcción en las grandes ciudades, las obras de infraestructura y una reactivación de las inversiones de distintos sectores no ligados al consumo masivo. "El segundo semestre se convirtió en el segundo año, la buena noticia es que pareciera que llegamos al punto más bajo del ciclo", señaló.
"El agro es uno de los pocos sectores que ya está traccionando positivamente por el mejor valor de la cosecha -agregó-. Se pueden esperar más inversiones por la mayor rentabilidad, parte del dinero del blanqueo y de otros sectores irá incluso a la ganadería, lo que es una novedad. El rendimiento en la Bolsa de empresas como Agrometal, Cresud o Molinos confirma esa expectativa".
Admitió que la mejora en el sector fue directo a la recomposición de pasivos y de capital y, en una segunda instancia se volcó a la compra de maquinaria agrícola y a recomponer el stock ganadero: "En el interior, en los pueblos, ya se registra el impacto de esa mayor actividad; la dinámica es diferente a la que se observa en las grandes ciudades".
Por supuesto que, además, de las señales hacia el campo, los productores siguen las de la economía en general. "En lo económico, se perdió una buena oportunidad para empezar a acomodar las cuentas. El ajuste de tarifas llegará, tarde o temprano", sostuvo el economista para quien las políticas que se aplicaron para bajar la inflación, como la reducción del déficit y la suba de tasas de interés, trajeron aparejadas una recesión, a lo que se agregó la crisis brasilera. "También empresas quedaron en problemas por el cambio en las reglas de juego, como la quita de retenciones y la apertura de las importaciones".
Fuente: Diario La Nación - Autor: Gabriela Origlia.