La soja apuesta a más productividad para acotar la volatilidad de los precios

Un manejo agronómico con más tecnología es la receta para encarar la nueva campaña. Sus resultados económicos serán positivos, aunque inferiores a la cosecha anterior.

La campaña pasada significó una bisagra en el negocio agrícola de los últimos años. Similar a la de 2001/2002, cuando los productores sembraron con un escenario económico y cosecharon con otro, la última cosecha de granos gruesos dejó buenos dividendos. La excepción le cabe a aquellas empresas que sufrieron las inundaciones y que vieron recortado, algunas casi en su totalidad, el tamaño de sus producciones.

Ya sin el premio que significó sembrar con un dólar de nueve pesos y cosechar con un tipo de cambio cercano a 15, el ciclo que se avecina para la soja será, en principio, menos rentable que el anterior. Para sacarle más provecho, el productor deberá apuntar a maximizar el rendimiento. Tecnología y manejo aparecen como el antídoto para reducir los efectos que pueda generar un contexto de precios marcado por la volatilidad.

Con la premisa de cómo diagramar la estrategia productiva y comercial 2016/17, productores, técnicos y asesores participaron ayer de la 13ª Jornada Soja con Sustentabilidad, realizada en el centro de convenciones del Dinosaurio Mall, en Córdoba.

“Hoy, de cara al nuevo ciclo, hay algunas variables que están un poco más pesadas que en la campaña anterior: subieron los precios de los alquileres, Chicago está más volátil y en baja, y la rentabilidad que muestran las planillas de cálculo no es para nada extraordinaria”, advirtió el consultor Teo Zorraquín. El productor y ex responsable del área de Economía de la Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) fue uno de los disertantes en la jornada organizada por el grupo Agrovoz , con el apoyo institucional del Ministerio de Agricultura de la Provincia y la Bolsa de Cereales de Córdoba.

Números de precampaña. A pesar de no ofrecer, en principio, los resultados económicos de la campaña anterior, la que se viene también será rentable. Partidario de analizar el momento de la agricultura con la visión de ver “el vaso medio lleno”, Zorraquín proyectó que, en campos alquilados, la renta en dólares podría rondar entre 25 y 20 por ciento, antes del pago de Ganancias y de los servicios financieros para el caso del productor que tome crédito.

“Para el cálculo de precampaña, yo pondría en el Excel una soja con un valor de 260 dólares por tonelada, con retenciones, y 280 sin retenciones, que son números interesantes”, recomendó por su lado Enrique Erize, titular de la consultora Nóvitas.

En un año en el que las lluvias pueden ser más erráticas en espacio y tiempo, la aplicación de tecnología será clave para potenciar los rendimientos. A la hora de confeccionar la grilla de costos de producción, el paquete de insumos se muestra con algunas promociones, pero también con algunos castigos. El beneficio económico lo aportan los fertilizantes, cuyo valor en relación con la cotización de los granos se redujo en forma considerable. Se necesitan entre 30 y 40 por ciento menos de granos para comprar la misma cantidad de urea y fósforo que el ciclo anterior.

El sobrecosto viene personificado en la estrategia contra las malezas resistentes. “En algunas zonas, el tratamiento defensivo puede llegar hasta 40 dólares por hectárea”, dimensionó Zorraquín.

Atentos a la necesidad que tienen los productores de controlar el avance de las malezas, las compañías están ofreciendo más armas para el combate. Durante la jornada, las empresas Dupont y Syngenta presentaron nuevos herbicidas contra yuyo colorado y malezas de hoja ancha para tratamientos en barbechos.

Por los resultados a campo, a partir de su resistencia al glifosato y a los insectos con un diferencial de rendimiento, la tecnología Intacta también se prepara para una mayor demanda. “En la campaña pasada, el 13 por ciento de la soja fue Intacta y proyectamos que para la actual esa participación va a llegar al 26 por ciento”, sostuvo Juan Farinati, presidente de Monsanto Argentina, otro de los disertantes.

¿Y los precios? Si bien por estos días el precio de la soja parece no encontrar estabilidad, las perspectivas de cara al momento de la cosecha argentina –allá por mayo de 2017– pueden ser diferentes.

“Vamos a tener una caída en el área con soja en Argentina que hoy Chicago no la está viendo, pero que se va a reflejar en los precios de mayo, cuando llegue la cosecha”, observó Erize.

Mientras tanto, el mercado mundial de soja descansa sobre la coyuntura. A la excelente cosecha en Estados Unidos se le suman factores adicionales que –a juicio del analista– han enfriado las cotizaciones.

“El Brexit en Gran Bretaña provocó el fortalecimiento del dólar y el debilitamiento de otras monedas, lo que afectó a las commodities agrícolas; además, las elecciones en Estados Unidos plantean interrogantes en el mercado, a lo que se suma el accionar de los fondos especulativos que con su comportamiento van marcando la cancha. A medida de que la cosecha estadounidense evolucionaba bien se retiraron y provocaron bajas adicionales en los precios”, identificó Erize.

Más allá de lo que muestra la foto, la prédica del analista sigue siendo la misma. “Los precios de la soja difícilmente caigan por debajo de los 320 dólares. Hoy la soja está entre 360 y 370 dólares por tonelada, un valor muy bueno si se tiene en cuenta las tres cosechas récord de Estados Unidos”, sentenció.

Subestimar la dimensión de la demanda suele ser un pecado que cometen muchos de los analistas a nivel mundial. En este sentido, Erize no es uno de ellos. Además de la potencia que representa China como comprador del poroto, hay otros mercados ávidos del grano.

Según su visión, los países del sudeste asiático, que conforman un mercado de 655 millones de habitantes que crecen en ingresos, también vendrán por más soja.



Fuente: Agrovoz - Autor: Alejandro Rollán.