La preñez no fue la esperada: las vacas padecieron el impacto del clima

Ignacio Iriarte

Un veterinario de amplia experiencia, que realiza no menos de 20 mil tactos por temporada en campos de cría de la zona pampeana, nos dice que este año el porcentaje de preñez detectado entre sus clientes resultó finalmente entre cuatro y seis puntos por debajo del año pasado.

“En función del estado corporal de la vaca durante el último trimestre del año pasado, creíamos que nos íbamos a encontrar con índices de preñez muy buenos, pero sucedió lo contrario. La vaca sufrió mucho las altas temperaturas de diciembre y enero, los celos desaparecieron y no hubo movimiento con los toros hasta fin de enero. He consultado a muchos colegas y todos se encontraron con esta sorpresa desagradable. Pensamos que en diciembre-enero no sólo no hubo celos, sino que probablemente hubo pérdidas embrionarias. El problema es que gran parte de los rodeos de cría, por ejemplo, en la Cuenca del Salado, no tienen sombra o no tienen suficiente sombra; y los pronósticos nos están diciendo que este año el servicio nuevamente se dará con clima seco y caluroso hacia fin de año. Han zafado de la baja de preñez los establecimientos con parición y servicio tempranos, carga adecuada, y control sanitario; estos son los campos en que se tacta primero (marzo/abril), donde los índices resultan generalmente más altos y que nos llevan a menudo a conclusiones equivocadas sobre la preñez promedio”.

Destete

A marzo último se habrían encontrado unos 14,1 millones de terneros. En función de las recientes inundaciones en Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, y de los bajos índices de preñez registrados en muchos establecimientos de la zona pampeana, puede especularse que el número de terneros que encontraremos a marzo próximo será similar al de este año, compensando una caída en el índice de preñez a nivel nacional la cantidad de vacas incorporadas al rodeo de cría durante este año.

Tambo

Primero a partir de la crisis de rentabilidad de la lechería, y más recientemente, a partir de las inundaciones en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, se ha acelerado la faena de vacas lecheras. Una parte muy importante de los tamberos, que sufren fuertes pérdidas operativas, recurre a la venta de vacas adultas para hacer caja.

Una vaca de tambo encarnada, que come balanceado todos los días, vale como carne 10 mil pesos o más, y es hoy para muchos tamberos la única fuente de ingresos que le permite sobrevivir hasta que las cosas cambien.

Después de las inundaciones, la venta de vacas de tambo se ha incrementado: las menos productivas, las de más edad, las que repiten los celos, o están vacías, van a parar al frigorífico.

El tema no es menor: el stock de vacas lecheras está estimado en unos 1,7-1,9 millones, sobre un total de vacas (leche + carne) de unos 22,9 millones.

Varios analistas que hemos consultado coinciden en que este año el rodeo de vacas lecheras podría caer un 10 por ciento, tanto por la crisis de rentabilidad como por las inundaciones, que han traído un refugo y una mortandad muy superior a lo normal. Si se relaciona el crecimiento que tuvo el año pasado el rodeo total de vacas –unas 600 mil madres– se advierte la importancia relativa de que el stock de vacas lecheras caiga eventualmente 150-190 mil cabezas este año.