La nueva película del maíz pone su rentabilidad en riesgo

Pablo Adreani

Un año atrás, los precios del maíz estadounidense en el FOB Golfo, posición embarque octubre, cotizaba a 175 dólares la tonelada. Hoy, esa misma posición, está cotizando a 171 dólares. Por el momento, una baja simbólica de cuatro dólares pero suficiente para marcar tendencia. El mercado FOB maíz Puertos Argentinos cotizaba a 160 dólares y hoy está en 181. Por factores de demanda de coyuntura y corto plazo, el maíz argentino está cotizando 21 dólares por arriba de los precios de la campaña anterior. Esta es la fotografía de hoy, y les permite a los exportadores pagar hasta 175 dólares para mercadería física y disponible con entrega inmediata.

En nuestro país, el mercado disponible llegó al máximos histórico de 208 dólares como consecuencia del freno de la cosecha ocurrida durante abril. Esto provocó una caída de la oferta disponible a niveles mínimos de toda la historia reciente y la fuerte suba del mercado. De esta forma el maíz se convirtió en una de las alternativas más rentables comparado con el resto de los cultivos.

En base al efecto precios, el productor está tomando la decisión de aumentar muy fuerte la superficie de siembra 2016/17. Pero está considerando la fotografía de hoy, y no está tomando en cuenta como sigue la película.

Y la película está mostrando que los precios internacionales del maíz para 2017 podrán ubicarse por debajo de los precios registrados a comienzos de la actual campaña. Y muy por debajo del récord alcanzado durante mayo y junio. Para abril 2017, el FOB Golfo podrá ubicarse en el rango de 160/170 dólares; a este nivel, el FOB Puertos Argentinos debería llegar a 150/160 dólares para poder competir con el maíz estadounidense. Y con este nivel de precios FOB, el FAS teórico debería ser 135/145 dólares, contra un mercado real que está cotizando en el Matba a 151 dólares para abril y 147 para posición julio 2017.

Vemos, entonces, que los precios futuros ya están más o menos definidos. Salvo alguna catástrofe climática en Estados Unidos durante agosto o septiembre, vamos a un mercado muy débil con grandes chances de baja con respecto al nivel actual.

A todo este análisis de los factores externos debemos agregar el análisis local que tiene que ver con la posibilidad de una cosecha récord arriba de los 37 millones de toneladas. Y un saldo exportable récord también que será muy difícil de manejar, por la logística. Un factor, sin embargo, que puede ser atemperado por la nueva composición de la oferta en función del ingreso del maíz al circuito comercial en dos momentos bien definidos: marzo y abril para los maíces temprano y junio-agosto para el ingreso de los tardíos.

No obstante ello, la presión de oferta de maíz en plena cosecha tendrá un efecto adicional bajista sobre los precios. Más allá de la baja potencial que podría llegar a ocurrir, la realidad hoy nos muestra que con un precio de maíz a cosecha de 150 dólares los márgenes del cultivo dan negativos en casi todas las zonas fuera de la zona núcleo. Cualquier problema climático que impacte en menores rindes o alguna baja adicional en el mercado, no hará más que agrandar las pérdidas por hectárea. Cada productor, de acuerdo a zona y a los distintos rindes en sus lotes, deberá hacer números más finos y tomar en cuenta que están a tiempo de cambiar sus planes de siembra.

La soja vuelve a ser uno de los cultivos más rentables, fuera de zona núcleo. La actual relación de precios entre la oleaginosa y el cereal es hoy 1,75:1, favorable a la soja. Estamos muy lejos de la relación 1,5:1 que favorecía al maíz, y era la fotografía en los meses post cosecha.

Mientras tanto, ahora la película es otra bien distinta.