Para el presidente de la Sociedad Rural
de Jesús María, no hay que asociarse sólo en cuestiones lúdicas o
altruistas, sino para producir. Además, destaca el “auge” que vive la
ganadería.
La Sociedad Rural de Jesús María acaba
de cumplir sus primeros 70 años de vida. En el marco de este aniversario
y en la antesala de la 69° Exposición Nacional que realizará en su
predio de Malabrigo del 9 al 11 de septiembre, el presidente de la
entidad, Luis Picat, dialogó con Agrovoz y contó sus impresiones sobre
el presente y futuro de la actividad agropecuaria.
–El agro está ante un nuevo escenario, ¿cuál es el mensaje que está pensando decir en el marco de la exposición?
–Principalmente, que tenemos nuevas
expectativas en lo que se refiere al marco productivo y económico, y lo
que nos cabe a los productores, que tenemos que manifestar la intención
de asociarnos y generar mano de obra, darle un cambio al norte a través
del trabajo.
–¿La asociación es la clave?
–En el norte hay experiencia en eso. El
observatorio económico, con cinco entidades que trabajan en conjunto, es
un ejemplo. Lo que falta es que demos el salto y, además de asociarnos
por cuestiones lúdicas o altruistas, también pongamos un poco de plata,
arriesguemos y vayamos más adelante, venciendo paradigmas y miedos.
–¿Cómo se logra eso?
–El gobierno anterior no generó la
confianza para que el productor lo haga y ahora tenemos la necesidad de
hacerlo. Estoy convencido que la forma de crecer en forma eficiente y
rápida es la asociación, por sí solos no vamos a lograr nada. Hay grupos
de productores en los que unos tienen 20 mil hectáreas y otros alquilan
20, y han logrado compartir. Se puede. Sólo hay que ceder los
egocentrismos en función de una causa común.
–A la Rural de Jesús María se la relaciona fundamentalmente con la ganadería. ¿En ese sector se puede ser asociativo?
–Precisamente, estamos trabajando con el
tema de la cuota 481 (N. de R: cupo de exportación de a Europa de carne
producida en feed lots), para hacer un esquema asociativo similar al
que la Rural tenía con la Hilton, con una marca propia que se
comercializaba a través del frigorífico Col-Car.
–Y en general, ¿cuál es su visión sobre el sector ganadero?
–Creo que el crecimiento más rápido de
la ganadería debe ser a través de agregar kilos: pasar de un novillo de
300 a 400 kilos es más rápido que hacer otro ternero. Pero eso demanda
también un mensaje hacia el mercado interno que exige novillos chicos,
porque hay que acabar con el ternericidio. Se están faenando animales de
280 kilos, a los que les caben hasta 200 kilos más, y sin un mayor
esfuerzo para el criador. De esa manera podemos alimentar más rápido al
mundo y no esperar cinco años a que tener más terneros.
–¿La producción porcina? Muchos productores aseguran que ahora están con márgenes muy bajos o perdiendo dinero.
–En el primer semestre, los números
fueron negativos, pero venimos de años de buenos márgenes. El que fue
eficiente antes ahora logró un punto de equilibrio a mediados de año,
con un cerdo que tiene un precio de 19 pesos por kilo contra un costo de
16; es decir, se está ganando dinero y en los próximos cinco años van a
seguir ganando dinero porque el consumo sigue aumentando y la carne
vacuna va a tardar cinco años en recomponerse. A un funcionario del
ministerio de Agroindustria le planteamos, por ejemplo, que en el norte
podrían sumarse 100 mil madres, que consumirían el millón de toneladas
de maíz que al año se cosechan en esta región.
Fuente: Agrovoz - Autor: Favio Ré.