La economía todavía no despega pero hay mejores perspectivas

Por Gastón NEFFEN
 
La economía de la Región Centro sigue sin despegar por el impacto de las lluvias del otoño, que jaquearon sectores estratégicos de la agroindustria que tuvieron pérdidas millonarias, y los problemas que genera el combo inflación, aumento de tarifas, caída del consumo y el repliegue del mercado brasileño, que es clave para la industria automotriz y la lechería, entre otros sectores.
 
“Campos anegados, caminos destruidos, mortandad de animales, cosechas sin recoger ni transportar justo en el momento que había que cosechar la soja. Los sectores más afectados por este fenómeno climático han sido los vinculados a la agroindustria y a la actividad de la construcción”, resume el informe de Indicadores Económicos de la Región Centro que en forma trimestral publica el equipo de Ana Inés Navarro en la Universidad Austral.
 
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En este contexto, el rubro de la construcción pasó del estancamiento a la franca contracción, con pérdida de puestos de trabajo. Los despachos de cemento, uno de los indicadores que se usa para medir el nivel de actividad, registraron una caída interanual de 14,5% en los primeros cinco meses de 2016.
 
En los tambos, las lluvias del otoño dejaron secuelas muy importantes, con una fuerte caída en el ordeñe.
En los tambos, las lluvias del otoño dejaron secuelas muy importantes, con una fuerte caída en el ordeñe.
 
“Otros sectores de peso en la producción y el empleo regional, como la industria automotriz (cayó un 12%), no logran recuperarse por la sostenida caída de exportaciones a Brasil, y en mayo volvieron a suspender trabajadores. La siderurgia y la industria química también acusan el impacto negativo de la baja de las exportaciones y de la industria de la construcción”, advierte el informe.
 
En esta coyuntura económica, las ventas en los supermercados bajaron casi un 10% en Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. El informe, en parte, también lo relaciona con el mayor gasto por las bajas temperaturas. “Los consumidores no pudieron escapar al frío y a pesar del aumento de tarifas usaron más gas (51%) y más electricidad”, explica.
 
En la agroindustria, que es el eje económico de la Región Centro, el problema es que el diluvio del otoño pasó por agua las buenas perspectivas que había para la agricultura y la ganadería, y en el caso de la lechería profundizó la crisis que arrastra el sector desde hace años.
 
Hasta abril, según datos oficiales del Ministerio de Agroindustria, el ordeñe de leche había caído más de un 10%, en comparación con el año pasado. En Santa Fe y Córdoba -donde está la cuenca lechera central- se concentra más del 60% de la producción lechera argentina.
 
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En los tambos santafesinos, si se analiza el ordeñe de mayo de este año contra el del 2015, hay una baja del 30% por la secuelas que dejaron las lluvias y la muy complicada ecuación económica. Es que el precio internacional de la leche en polvo sigue oscilando cerca de los U$S 2.000 por tonelada -la mitad que hace dos años- y el valor del maíz, que representa el 60% del costo de la ración, se disparó por la quita de las retenciones al cultivo.
 
La industria automotriz retrocedió un 12% en los primeros cinco meses de este año, respecto a la misma etapa de 2016.
La industria automotriz retrocedió un 12% en los primeros cinco meses de este año, respecto a la misma etapa de 2016.
 
“La mejora en el precio de la leche no alcanza para revertir el aumento de costos ya que el ratio precio leche-maíz empeoró visiblemente en mayo, respecto del mismo mes de 2015”, indica el informe. Hace 14 meses, con un litro de leche un tambero compraba 2,1 kilos de maíz y ahora le alcanza para 1,6 kilos del cereal.
 
Las exportaciones de lácteos retrocedieron 33,7% en volumen en los primeros cinco meses de 2016. Los cuatro principales compradores de quesos continúan siendo Brasil, Rusia, Chile y Taiwán. Los brasileños y los venezolanos son los principales importadores de leche argentina.
 
En la ganadería, el clima de negocios mejoró, aunque todavía se sienten las secuelas que dejaron las lluvias. Hay un estudio de la Sociedad Rural Argentina que asegura que a partir de la quita de retenciones y de las trabas para exportar los productores destinarán 13.765 millones de dólares para la reposición de hacienda. También se proyecta un aumento en la faena de novillos pesados para el mercado interno, que incrementaría la oferta de carne en el mercado interno y para exportar.
 
En los frigoríficos, el “efecto diluvio” contrajo la faena un 7,4% en la Región Centro durante los primeros cinco meses de 2016. El negocio de la exportación sigue operando en niveles bajos. Las escasas 102.000 toneladas de carnes vacunas exportadas desde Argentina entre enero y junio se ubican prácticamente en el mismo nivel que el año pasado. Las exportaciones del corte Hilton (9.500 toneladas) crecieron 15,2%, mientras que las carnes procesadas bajan a valores casi nulos”, precisa la Universidad Austral.
 
La producción de pollos, que se concentra en las granjas entrerrianas, apenas creció un 0,5% en el primer tramo de este año. La faena avícola de la Región Centro representa el 60% del total nacional.