La actividad industrial no logra levantar cabeza

EMILCE TERRÉ

El Estimador Mensual Industrial acentuó su caída en junio, acumulando en el primer semestre una variación del -3,3% respecto al mismo período del 2015. La industria automotriz fue la que más cayó con un -13,7%, mientras que del lado opuesto el mayor crecimiento lo registran los textiles con una suba del 10,2%.

El Estimador Mensual Industrial (EMI) acentuó su caída en el mes de junio, acumulando para el primer semestre del año una derrumbe del 3,3% respecto al mismo período del 2015. De entre las ramas industriales que lo componen, la automotriz fue la que presentó la mayor variación negativa con un -13,7%, seguida por las industrias metálicas básicas (-12,4%), la metalmecánica excluida la industria automotriz (-4,8%), la industria del tabaco (-4,1%), la refinación del petróleo (-3,8%), los productos minerales no metálicos (-3,5%), la industria química (-0,9%) y la industria alimenticia (-0,4%). La industria textil, en cambio, presenta una mejora del 10,2%, mientras que la industria del caucho y plástico ha crecido un 3,8%, un 2,8% la industria de papel y cartón y un 0,4% el conjunto de actividades de edición e impresión.




La caída de la industria alimenticia es una de las que más afecta al resultado del Índice General ya que la misma recibe la ponderación más alta en su construcción, con el 22%. Su evolución, además, se explica por la menor actividad que registran las empresas lácteas y los sectores productores de carnes tanto blancas como rojas. Para estas últimas, la caída se sustenta en las menores ventas al mercado doméstico, ya que según el Ministerio de Agroindustria el consumo interno aparente de carne bovina registró entre enero y mayo de 2016 una caída del 6,4% respecto al mismo período del año anterior, mientras que las exportaciones de carne roja en los mismos primeros cinco meses del año crecieron un 8,5% en toneladas. En carnes blancas, en cambio, cayeron tanto el consumo interno como la demanda del exterior.


La industria automotriz, que registró la mayor caída porcentual y es además otra de las más icónicas por la cantidad de mano de obra que demanda su producción, se vio golpeada fundamentalmente por la menor colocación de mercadería en el mercado brasileño. Según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) citados por el INDEC, las exportaciones de vehículos automotores registraron entre enero y junio de 2016 una retracción del 31% respecto al primer semestre del año previo, mientras que las ventas con destino a Brasil específicamente cedieron un 32%. Las ventas internas de vehículos de producción nacional, por el contrario, subieron un 9% en el primer semestre del año, comparado con el primer semestre del año pasado.


El informe de actividad industrial incluye también un apartado cualitativo, donde se resumen los resultados de una encuesta entre las grandes empresas del sector en relación a sus previsiones para el tercer trimestre del 2016. Allí puede verse que sólo un 20% de las mismas prevé un aumento en la demanda entre julio y septiembre, mientras que la mitad no avizora cambios y el 30% estima que las compras continuarán desinflándose.


Respecto al comercio externo, mientras que casi la mitad de las empresas exportadoras cree que las colocaciones en el exterior se mantendrán estables, más de un 30% estima un aumento y un 18% prevé una caída de las ventas internacionales. Del lado de las compras, el total de firmas que estima que las mismas se mantendrán mayormente invariables se acerca al 70%, mientras que un 18% avizora una disminución y un 13% un aumento.


Para cerrar con un punto crucial como son las previsiones de empleo, sólo un 4% de las empresas encuestadas cree que incrementará su dotación de personal, mientras que el 8% cree que deberá despedir empleados y el 88% no piensa realizar modificaciones. En cambio, para lo que es la cantidad de horas trabajadas, un 7% de las empresas prevé un aumento pero un 21% una disminución, mientras que el 72% de las empresas consultadas no piensa actualmente realizar cambios en este sentido.


Las previsiones de empleo de las empresas del sector industrial resultan de gran sensibilidad para la macroeconomía dado que es la rama económica más mano de obra intensiva de toda la estructura productiva argentina. Tal como muestra el cuadro 2, la industria manufacturera ocupa el 20% de los puestos de trabajo formales en el sector privado argentino, empleando un total de 1,3 millones de los 6,5 millones totales.




El mismo cuadro permite ver que ya en el primer trimestre del 2016 la cantidad de puestos de trabajo registrados en el conjunto de las industrias manufactureras había caído un 1%, pese a que aún se encuentran un 2% por encima de lo empleado en el primer trimestre del año anterior. Rest​a ver la evolución que muestren los datos para el segundo trimestre del año, con el fin de tener la fotografía completa del primer semestre.