Ingresaron más
divisas de las que salieron en el primer semestre de 2016, facilitando
una acumulación neta de reservas internacionales en poder del BCRA por
casi U$S 5 mil millones. Sobresale, sin embargo, la entrada de capitales
destinados a financiar al sector público y a las colocaciones
financieras; el sector privado no financiero...
Esta
semana el BCRA publicó los números del balance cambiario para el
segundo semestre de 2016, dando cuenta de una profundización del déficit
corriente que resultó más que compensado por el superávit de la cuenta
capital y financiera, permitiendo la acumulación de reservas
internacionales por transacciones de casi 5 mil millones de dólares, la
más vultuosa para un primer semestre desde el año 2007.
Del
lado de la Cuenta Corriente, el déficit del primer semestre del año
resultó un 300% mayor en términos absolutos al registrado en el mismo
período del año anterior, y se explica fundamentalmente por el pago de
intereses y la remisión de utilidades, dividendos y otras rentas al
exterior.
En efecto, el balance de
transferencias por mercancías que resulta del cobro por exportaciones
menos pago por importaciones de bienes no muestra variaciones
sustanciosas respecto a los últimos años. En relación a los primeros
seis meses del 2015, el superávit de esta subcuenta aumentó un 13% hasta
los 5.774 millones de dólares. El déficit de la subcuenta servicios,
así mismo, creció un 29% hasta los 4.749 millones con una destacable
mayor incidencia de todo lo que es la salida de fondos para el pago de
regalías, patentes, marcas y derechos de autor luego de las
flexibilizaciones normativas.
En comparación
con las últimas dos, la subcuenta rentas incrementó su déficit en 170% y
siendo además la que mayor peso tiene a la hora de explicar el
resultado del balance corriente, al acumular un déficit de u$s 9.795
millones. Ello se explica mayormente por el pago de servicios de deuda
pública nominada en moneda extranjera y por el giro de utilidades,
dividendos y otras remesas al exterior que, flexibilización mediante,
aumentaron casi un 1200% hasta acercarse a los 1.500 millones de dólares
entre enero y junio.
Un capítulo aparte por
la importancia que tiene como generadora de divisas para nuestro país lo
merecen las exportaciones del sector oleaginosas, aceites y cereales,
que en el segundo trimestre del año sintieron el impacto del retraso en
los embarques programados, producto de las condiciones climáticas que
afectaron al cultivo al momento de recolección.
Por
otro lado, algunos cambios reglamentarios permitieron retrasar la
liquidación de divisas provenientes de estas ventas al exterior incluida
la resolución de la Secretaría de Comercio que amplió mediante la
Resolución N° 91/2016 los plazos para cumplir con la obligación de
liquidar los cobros de las exportaciones de bienes. Además, las
comunicaciones A-5885 del 14/01/2016 y la A-5899 del 04/02/2016
eliminaron el plazo de 15 días a partir de la fecha en que fueron
desembolsados los fondos en el exterior para la liquidación de cobros,
anticipos y prefinanciación de exportaciones, de aquellas operaciones
sujetas a la obligación de ingreso y liquidación en el mercado de
cambios. Simultáneamente, se eliminó el plazo de 10 días para la
transferencia a cuenta de corresponsalía de estos fondos a partir de la
fecha de percepción de los mismos en el exterior, según consigna en su
informe la autoridad monetaria.
Financiando el
déficit por cuenta corriente, el superávit por cuenta capital en el
primer semestre del 2016 aumentó un 172% respecto al mismo período del
año anterior, alcanzando los u$s 13.126 millones. Considerando el
movimiento de capitales desde la salida de la crisis del 2001, es la
primera vez que este rubro del balance cambiario registra un ingreso
neto de capitales tan abultado.
La principal
contribución a tal superávit se la lleva la cuenta “Otras operaciones
(netas) del sector público” que con un incremento del 900% respecto al
mismo período del año anterior llegó a sumar u$s 13.693 millones entre
enero y junio de 2016. Se destacan en las operaciones del segundo
trimestre, post acuerdo con los “fondos buitres” y flexibilizaciones en
el control de cambios que permitieron incrementar las posibilidades de
tomar nueva deuda en el exterior, los ingresos de fondos por emisiones
de títulos y letras del Gobierno Nacional por unos u$s 18.400 millones,
principalmente vinculadas al pago del acuerdo con los tenedores en
litigio, y de gobiernos locales por unos u$s 3.200 millones.
La
inversión directa de no residentes, por su parte, aumentó un 81% hasta
los u$s 1.290 millones para el primer semestre del año respecto al 2015,
mientras que la inversión de portfolio de no residentes subió más de un
2.700% a 869 millones. En conjunto, la parcial desregulación del
mercado único de cambios cambiario facilitó que en el segundo trimestre
del 2016 las inversiones netas no residentes cuadripliquen los ingresos
del mismo período del año previo y registren un máximo histórico de u$s
1.473 millones.
A nivel sectorial, según
consigna el Banco Central, se destacaron las colocaciones en los
sectores de comunicación, petróleo, industrial automotriz, alimentos
bebidas y tabaco y productos minerales no metálicos. Para las
inversiones en cartera, en cambio, sobresalen las colocaciones
correspondientes a ofertas públicas de acciones de grupos locales,
vinculadas a la reducción del requisito de permanencia de 365 a 120
días, la suspensión del depósito no remunerado por un año y la libre
salida para todo nuevo ingreso de fondos externos.
Como
contraparte el sector privado no financiero compensó parcialmente la
entrada de capitales inversores con una formación neta de activos
externos por 5.996 millones de dólares en lo que va del 2016, casi el
doble del registrado entre enero y junio del año anterior.
Concomitantemente con el levantamiento del cepo cambiario, la denominada
“fuga de divisas” de los ahorristas particulares se ha acentuado,
alcanzando su nivel más alto para un primer semestre en cinco años. La
mayor parte de las compras de billete de moneda externa, además, la
realizaron los pequeños ahorristas.
Como
resultado de las entradas y salidas de divisas durante el período bajo
análisis, el Banco Central ha acumulado reservas por casi 4.008 millones
de dólares, llevando el stock al 30 de junio a u$s 30.507 millones.