El cambio se sintió por los pasillos

7 días por campo. Sergio Persoglia

Productores y ejecutivos de empresas comentaron el boom de ventas de maíz y el fuerte crecimiento de la producción de sembradoras.

Los pasillos del congreso de Aapresid mostraron el ánimo renovado que tiene por estos días toda la cadena agrícola. Con sus más y con sus menos, el aire es bien distinto. Y quedó claro en los testimonios que pudo recoger Clarín Rural.

Sin dudas, una de las estrellas del evento fue el maíz. Y en ese cultivo uno de los semilleros líderes es Nidera. Un alto ejecutivo de la compañía confió a este diario que, aunque el área sembrada con maíz estiman que tendrá un crecimiento del 20% en esta nueva campaña, ellos vendieron un 50% más de híbridos.

Y hay otro dato interesante en esta materia, que demuestra que los productores están volviendo a invertir en los cultivos, dejando las épocas en las que los hacían “así nomás”: en la empresa aumentaron un 100% la venta de híbridos de alta tecnología, con respecto al año pasado.

A uno que se lo vio feliz, mientras tomaba unos mates frente al stand del Banco Nación, fue a Fernando Porcel, el responsable comercial de la empresa de maquinaria agrícola Apache. El ejecutivo explicó con números el porqué de su alegría. Recordó que entre 2003 y 2008, los últimos muy buenos años para el sector, se vendieron en promedio 4.000 sembradoras al año, mientras que en el 2015 solo se colocaron en el mercado local 1.000 unidades.

Para este año, Porcel calcula un crecimiento del 50% con respecto al anterior, lo que cambia fuertemente la situación y genera una inercia muy positiva hacia el futuro. “Lo mejor es lo que está por delante”, se entusiasmó el ejecutivo.

La nueva realidad de las empresas tiene, obviamente, algunas más beneficiados que otras. Desde el sector proveedor de agroquímicos, contaron a este cronista que hay una baja pronunciada en los precios de los productos que está achicando fuerte los márgenes de ganancia, lo cual está complicando cumplir con los objetivos de ventas que muchos se habían planteado. Pero, en definitiva, no dejan de ser vicisitudes normales del mercado.

En una situación similar parece estar la industria de los fertilizantes. “Luego del cambio abrupto de reglas de juego, había muchas empresas ávidas por competir que se lanzaron fuerte y con precios muy competitivos, lo cual obligó a una baja notoria de los márgenes en el sector”, explicó un ejecutivo con muchos años de conocimiento del rubro. En definitiva, consideró que la que está comenzando será “una campaña rara, con mucho volumen y poco margen. Es decir, un año de mucho laburo y mucha competencia, pero claramente favorable para el productor”.

No es poco, después de tanto años de lo contrario.

Otro ejecutivo, de larga trayectoria conduciendo grandes empresas de semillas y agroquímicos, resumió su punto de vista, ante Clarín Rural, de esta manera: dijo que las condiciones particulares del año, luego de las graves inundaciones de abril, que enturbiaron el final de la cosecha gruesa, y sus resultados, no permiten aprovechar a fondo el cambio de las reglas de juego.

“No hay todavía un viento potente de cola, pero sí hay una brisa que permite que se respire un aire distinto”, ejemplificó.

Eso quedó claro en Rosario. Pero, quizás lo más importante, es que quedó claro que lo mejor todavía está por venir.