Bajos stocks de aceite de palma dominan el mercado PATRICIA BERGERO

El aceite le gana terreno a la harina; el petróleo y el aceite de palma traccionan hacia arriba y la demanda por aceites no ceja. El FOB aceite de soja argentino subió un 5% a U$S 786 /t arrastrado en gran medida por Chicago pero los números siguen sin cerrar para la industria aceitera.

Una vez más, en esta semana el aceite de soja le fue ganando terreno a la harina de soja, lo cual puede apreciarse fácilmente en el primero de los gráficos adjuntos. Es que la relación stocks / uso en la harina es muy holgada frente a una situación totalmente diferente en el caso del aceite. El aceite de soja está influenciado por lo que pasa en el mundo de los aceites, en donde hay una caída muy pronunciada en el nivel de reservas, liderando el aceite de palma este fenómeno. 

 

En el caso del aceite de soja, tres fueron los factores de influencia detrás del comportamiento de los precios en el CME: la demanda en el frente externo norteamericano, ​la suba del precio del petróleo y el comportamiento que viene exhibiendo el aceite de palma. En el primero de los casos, el Brent recuperó valor y se ubicó por vez primera en seis semanas por encima de los U$S 50 el barril. 

En cuanto al aceite de palma, el mercado de futuros con sede en Kuala Lumpur cerró la semana con la tercera suba consecutiva ya que hay fuerte presión demandante por exportaciones en un contexto de ajustadísimas existencias. De hecho, en la rueda del miércoles se alcanzó el máximo en 10 meses. La señal de que la demanda está muy firme fueron las estimaciones de las exportaciones malayas de que en la primera quincena de agosto habría ocurrido un incremento del 30% en términos comparativos mensuales. El fuerte descuento que el aceite de palma históricamente ha exhibido con respecto al del aceite de soja, el inmediato competidor, se viene acortando sustancialmente. Así, el FOB del aceite crudo de palma de Malasia hoy está con un descuento de 50 dólares respecto del FOB Golfo del aceite de soja norteamericano.

 

La publicación alemana Oil World calculó que en el segundo trimestre de este año la producción de aceites cayó 1,8 Mt, lo cual es sustancial frente a una producción trimestral que puede estar entre los 46 y 48 millones de toneladas. Por otra parte, esa caída habría enfrentado un aumento del consumo mundial de 1,7 Mt, siendo los principales responsables de ese mayor uso India, EE.UU. e Indonesia. Los especialistas alemanes prevén que para el próximo trimestre la caída de la producción será de 3,8 Mt, con lo que los stocks podrían tocar el mínimo de 4 años. 

La situación descripta ejercerá presión principalmente sobre los países exportadores, como en el caso de Malasia e Indonesia como productores del aceite de palma. Los precios ya están mostrando este panorama ya que aunque la producción está mejorando, el nivel de stocks no podrá recomponer por varios meses la situación de las existencias. 

El precio del aceite de soja no se quedará atrás en este contexto y, por lo tanto, para nuestro país, cuyo aceite de soja representa el 52% del comercio internacional del producto el punto amerita consideración. Ergo, hay que mirar a EE.UU. y a Sudamérica; es decir, Argentina. 

Si bien las cifras de industrialización de oleaginosas hasta julio resultaron 13% superiores frente a los 7 meses del año pasado (28,6 Mt), suba que se vio también en la soja, el crushing de soja disminuyó un 1% de mes a mes, a algo menos de 4 millones de toneladas. Los productores vienen renuentes a cerrar negocios en un comportamiento que no pareciera cambiar el patrón que vienen exhibiendo, por lo que queda formado el interrogante respecto del volumen que se terminará industrializando en los próximos meses. Los números -el márgen- de la industria aceitera siguen muy ajustados en bajo la lupa. En este entorno, es muy posible que los demandantes busquen la oferta norteamericana que no presenta obstáculos para que se vuelque al mercado una cosecha récord de soja.