¿Qué predicciones tiene OCDE-FAO sobre los precios de harinas/aceites y que opinaba hace 2 años? JULIO CALZADA - CARINA FRATTINI

Sostenida expansión en la producción mundial de soja, pero a una tasa de 2,4% anual en 2016-2025 versus 4,2% anual en la década anterior. También crecerá menos el comercio mundial de soja debido a la desaceleración de las compras de China. Habría alzas de precios en términos nominales en oleaginosas, harinas y aceites para la próxima década; pero, esos precios resultan 20% menores a lo estimado 2 años atrás. En términos reales, los precios de los aceites vegetales caerán por el menor consumo humano de aceites, particularmente en países emergentes, y la reducción de la producción de biodiesel.

La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) emiten –en forma conjunta todos los años- un informe sobre Perspectivas Agrícolas para los próximos 10 años. Las proyecciones constituyen una visión del posible escenario futuro de desarrollo de la agricultura mundial, en base a un conjunto determinado de supuestos y la posible configuración de las políticas agrícolas y comerciales de los países de todo el mundo. Cada edición incluye, además de las perspectivas globales, un apartado dedicado a un país específico. En la última edición se analiza la situación de África Subsahariana. Recordemos que se tratan de dos prestigiosas organizaciones, sumamente serias en sus dictámenes técnicos, la cuales utilizan el modelo matemático-cuantitativo denominado “AGLINK-COSIMO” para realizar sus proyecciones.




¿Qué diagnóstico y pronóstico realiza la OCDE-FAO para los productos agrícolas y ganaderos, en general?


En líneas generales indican lo siguiente:


a) Los precios de los principales cultivos, ganado y productos pesqueros, sin excepción, bajaron en el año 2015. Sostienen estos organismos que es muy probable que “la era de los precios altos” haya terminado para todos los subsectores. Una mala noticia para Argentina.
b) En el año 2015, los precios de la carne cayeron de sus máximos históricos registrados en el 2014. Los precios de los productos lácteos continuaron mostrando descensos que empezaron en 2013 y 2014; mientras los precios de los cultivos siguieron bajando luego de alcanzar máximos en el 2012.
c) Los principales factores que han generado estos precios más bajos han sido la sucesión de años con crecimiento sólido de la oferta, el bajo crecimiento de la demanda por la desaceleración económica general, los precios del petróleo más bajos y una mayor acumulación de las ya abundantes existencias.
d) Para los próximos 10 años, la OCDE-FAO no espera un buen escenario para los precios de los productos agroindustriales y ganaderos. En primer lugar porque espera que el crecimiento de la demanda de alimentos va ir disminuyendo progresivamente debido al bajo incremento futuro de la población mundial, la cual es el principal impulsor de los aumentos en la demanda de estos productos. También espera que el crecimiento del ingreso en las economías emergentes sea débil en los próximos años.
e) También considera que los precios no van a registrar fuertes aumentos debido a que los consumidores, sobre todo en economías emergentes muy pobladas, muestran cada vez menos predisposición a gastar sus incrementos de ingresos familiares en el consumo de alimentos básicos.
f) La demanda de carne, productos pesqueros y lácteos aumentará fuertemente en el futuro, lo cual provocará una mayor demanda de cereales secundarios como forraje, así como de harinas proteicas. Esta es una buena señal para nuestro país, principal exportador mundial de harina de soja.
g) Se prevé que la demanda de productos básicos agrícolas para la fabricación de biocombustibles se estancará debido a los bajos precios de la energía y el petróleo, como así también por la aplicación de políticas más austeras de utilización en varios países.
h) Tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados, se prevé que el consumo de azúcar, aceites y grasas aumentará más rápido que el consumo de alimentos básicos y proteínas, lo que en gran parte se debe a que la gente consume una mayor cantidad de alimentos procesados.
i) Se prevé que el aumento en la demanda de alimentos será satisfecho con incrementos de productividad (rindes) y con cambios moderados en el área de cultivo y el ganado. Se proyecta que las mejoras de rendimiento representarán el 80% del aumento en la producción de cultivos. Estima que hay posibilidades ciertas de incrementar el área agrícola de manera sostenible, sobre todo en muchas partes de América Latina y África subsahariana. La mayor parte de la nueva área de cultivo en África se dedicará a los cereales, mientras que la expansión en América Latina se centrará en la soja. Esta opinión podría implicar una mayor producción mundial de soja y, por ende, una tendencia a la baja en los precios de la oleaginosa.
j) Como se plantea un menor crecimiento en el mercado, se estima que el comercio agrícola aumentará aproximadamente a la mitad de la tasa de la década anterior. El hecho de que relativamente pocos países tengan abundantes recursos naturales (Caso Argentina) significa que el comercio internacional se volverá más importante para la seguridad alimentaria mundial.




¿Qué diagnóstico y pronóstico realiza la OCDE-FAO para los productos del complejo oleaginoso, específicamente?


a) Según la OCDE-FAO la producción mundial de soja para la campaña de 2015 continuó aumentando, mientras que la producción de otras semillas oleaginosas (colza, semilla de girasol y maní) disminuyeron en relación al 2014.
b) Los bajos precios del petróleo crudo y de los cereales ejercieron una presión adicional bajista sobre los precios de las semillas oleaginosas en 2015.
c) La producción de aceite vegetal aumentó más lentamente que la producción de semillas oleaginosas por dos razones. En primer lugar, porque los rendimientos de aceite de palma en el sudeste asiático disminuyeron debido a fenómeno climático “El Niño”. En segundo lugar porque al existir una mayor producción de soja que de otras semillas oleaginosas, el poroto contiene menor contenido de aceite que el resto de las semillas.
d) En el 2015 el crecimiento en la demanda de aceites vegetales ha disminuido recientemente debido a la contracción en la producción de biodiesel que usa aceites vegetales. Esto se verificó en varios países desarrollados y en desarrollo.
e) Se espera que los precios del aceite vegetal puedan llegar a recuperarse debido al estancamiento actual de la producción.
f) El continuo crecimiento de la demanda de harinas proteicas a nivel mundial ha sido el principal impulsor de la expansión en la producción de semillas oleaginosas en los últimos años. Por tal motivo ha aumentado su contribución en la rentabilidad de la molienda de semillas oleaginosas de las industrias aceiteras. Esto se da aún más en la soja que en otras semillas oleaginosas debido a su mayor contenido de proteínas.
g) En comparación con los cereales secundarios (maíz) y otros productos usados para alimentación animal, los precios de la harinas proteicas (entre ellas la harina de soja) han disminuido recientemente a niveles de promedios históricos. Esto significa que los precios de la comida en base a estas harinas vegetales proteicas equivalen 1,5 a 2 veces los precios del maíz.
h) En términos nominales, se proyectan para la próxima década incrementos en los precios de todas las semillas oleaginosas y subproductos. Pero estos precios están un 20% por debajo de las estimaciones que hacía la OCDE-FAO hace 2 años atrás. La relación de precios del complejo oleaginoso variaría en favor de los componentes alimenticios (Harina de soja). En términos reales, los precios de los aceites vegetales caerán mientras que los de las harinas proteicas se incrementarán levemente, debido a la saturación en la demanda per cápita de alimentos en los países emergentes (menor consumo humano de aceites vegetales) y la reducción de la producción de biodiesel en base a aceites vegetales.
i) Se proyecta para el periodo 2016-2025 una sostenida expansión de la producción mundial de soja, al igual que otras semillas oleaginosas. Sin embargo, la tasa de crecimiento anual para la soja será 2,4% versus 4,2% registrado en la década previa, mientras que para resto de las oleaginosas se espera una tasa de crecimiento anual del 1,2% - considerablemente menor al 3,6% del período anterior.
j) El 91% de la producción mundial de soja será procesado por el crushing en el año 2025 y el 84% de las demás semillas oleaginosas. Pellets y aceites dominarán el uso total del crushing, creciendo más rápidamente que otros usos.
k) La producción de aceites vegetales se concentrará en unos pocos países en la década venidera. Aunque desacelerado, el mayor incremento se verá en los países productores de aceite de palma como Indonesia y Malasia, con un crecimiento anual proyectado del 2,5% y 2,1% vs 8,1% y 2,4% en la década anterior, respectivamente. El aceite de palma aporta el 36% del volumen estimado de aceites vegetales en el mundo.
l) La demanda de aceites vegetales caerá en la próxima década, a causa del reducido crecimiento en el consumo de alimentos per cápita en los países en desarrollo (1,5% anual proyectado vs 3% anual en la década anterior), y el gradual cumplimiento de los mandatos de biodiesel.
m) La producción y consumo de harinas proteicas estará dominada por la harina de soja, esperándose en el período analizado una ralentización en el crecimiento del consumo anual (2,2%) frente al registrado en el período análogo anterior (3,9% anual). Un lento crecimiento de la producción mundial ganadera y saturados niveles de proteínas vegetales en las raciones de alimentos en China configuran este escenario de menor demanda de harina de soja.
n) Para el comercio mundial de soja también se estima una considerable desaceleración, en comparación con la década anterior, vinculada directamente con las perspectivas de menor crecimiento de la molienda de soja en la República Popular de China. La concentración del crecimiento de la producción ganadera en los principales países productores de proteínas vegetales aumentará su consumo doméstico, restando participación al comercio mundial en la próxima década.
o) Mientras que América domina las exportaciones de semillas y harinas oleaginosas (especialmente soja), las exportaciones de aceite vegetal seguirán siendo dominadas por Indonesia y Malasia. Se comercializa en el mundo el 42% de los aceites vegetales producidos globalmente. Se espera que esta relación se mantenga estable.




¿Qué pronóstico realiza la OCDE-FAO para los precios de los aceites vegetales y las harinas proteicas en los próximos 10 años? ¿Cómo fueron sus estimaciones en los últimos tres informes? ¿Son más optimistas sus actuales predicciones que las de hace dos años atrás?


Hemos procedido a comparar las predicciones que realizó OCDE-FAO sobre los precios futuros de los aceites vegetales y harinas en los últimos tres informes anuales (Outlook Junio 2014, Junio 2015 y Junio 2016). De allí pueden extraerse las siguientes conclusiones:


a) La OCDE-FAO utiliza para sus predicciones una metodología que calcula un promedio ponderado de aceites de semillas oleaginosas y aceite de palma. Para los aceites vegetales la OCDE-FAO en Junio de 2014 esperaba que el precio promedio en el año 2017 estuviera en 953 U$S la tonelada (Ver cuadro N°1). En el último informe de este año, han estimado un precio sensiblemente menor para el 2017: 759 U$S/tn. Esto implica que la OCDE-FAO, de dos años a esta parte, espera para el año 2017 un precio 20% más bajo en los aceites que hace dos años atrás. Esto sucede con todos los precios futuros desde el 2018 en adelante. Estas reconsideraciones a la baja son coherentes con los argumentos que exponen diversos especialistas de que la demanda mundial de aceites vegetales irá creciendo de manera más lenta en la próxima década por el bajo crecimiento en la demanda de aceites vegetales para alimentación humana y el estancamiento en la producción de biodiesel.
b) El precio estimado de 759 U$S/tn para los aceites para el año 2017 que surge en el último Outlook es un 40% más bajo que el máximo registrado en el año 2010, el cual fue de 1.266 U$S/tn. Esto marca una mirada negativa y de poco optimismo por parte del organismo para los precios de los aceites en los próximos años.


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a) En el caso de las harinas proteicas (ver cuadro N°2), la OCDE-FAO en Junio de 2014 esperaba que el precio promedio en el año 2017 estuviera en 400 U$S la tonelada (Ver cuadro N°1). En el último informe de este año, han estimado un precio también inferior para el 2017: 296 U$S/tn. Esto significa que la OCDE-FAO espera hoy para el año 2017 un precio 26% más bajo que lo que aguardaba hace dos años atrás. Recién pronostica una recuperación mayor en los precios desde el año 2021 en adelante.
b) El precio estimado de 296 U$S/tn para las harinas en el año 2017 que surge del último informe (Outlook) es un 40% más bajo que el máximo precio registrado en el año 2012, el cual fue de 494 U$S/tn.


Como puede verse, la OCDE-FAO no espera mejoras de precios a niveles interesantes ni para los aceites vegetales, ni para las harinas proteicas.