Hay seis departamentos afectados por anegamientos. En el este, esperan la ampliación del canal Florentino, junto a la ruta 158, que termina en el canal San Antonio, en el límite entre Córdoba y Santa Fe.
Para los productores del este y sudeste de Córdoba llegó el momento de la definición. Esperan que en los próximos días comiencen finalmente las obras prometidas por la Provincia, y que en el mediano plazo permitan evacuar el excedente hídrico en seis de los departamentos más productivos de la provincia.
Las protestas de las últimas semanas fueron seguidas por reuniones en las que funcionarios provinciales expusieron planes de ejecución de obras sobre canales y arroyos. Faltan todavía definiciones que deben tomarse en conjunto con Santa Fe para organizar la salida del agua hacia el río Paraná. Hay una inmensa masa líquida que parece estar de gira por la provincia, sin solución.
Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, entre soja, maíz, sorgo y maní se perdieron 663.500 hectáreas por las inundaciones, con 2,7 millones de toneladas de granos que quedaron bajo el agua o sin recolectar. Es el 10 por ciento de la cosecha gruesa 2015/2016.
La gravedad de la situación hace que los plazos de tolerancia sean cada vez más cortos. La Provincia se comprometió a desarrollar un plan de trabajo que cuenta con la conformidad de los productores. “Si se hace, sería correcto, daría buenos resultados”, opinaron luego de la reunión en Las Varillas, que terminó con una apertura a nuevos encuentros. Otros similares se habían dado en Cavanagh, Jesús María, San Francisco, Idiazábal y Freyre.
En el este, una de las zonas más complicadas, esperan la ampliación del canal Florentino, que parte entre Pozo del Molle y Las Varillas, junto a la ruta 158, y termina en el canal San Antonio, que bordea el límite entre Córdoba y Santa Fe, hasta el arroyo Tortugas y luego el Carcarañá.
A esto se agrega el canal Los Manantiales, que también desemboca en el San Antonio. Nace en Los Zorros, va hacia el sudeste, y sacaría gran parte del agua que hoy jaquea a campos de Las Varillas. Esta obra, que está iniciada, se encuentra retrasada por falta de permisos de paso en un campo, indicó un productor.
Lo que parece ser la solución para una zona, es visto con preocupación por otros, como el caso de Gonzalo Tijuán, que tiene su campo junto al arroyo Tortugas y cuyo desborde lo ha inundado desde febrero hasta ahora. “Todo lo que se vuelca al arroyo, viene a nuestro campo. No queremos que nos tiren toda el agua de golpe, sino que se hagan las obras de abajo hacia arriba”, pidió.
Para el departamento Unión se aprobó uno de cincos proyectos existentes. El canal que debería iniciarse en breve tiene nueve kilómetros y va desde el río Ctalamochita, hasta un campo entre Ballesteros e Idiazábal. Hay un segundo tramo previsto a continuación, de otros ocho kilómetros, pero que no puede proyectarse porque la zona en la que debe hacerse está completamente bajo agua.
Entre los dos tramos de canalización se estima un costo de seis millones de pesos y los productores no saben cuánto será financiado por el Gobierno y cuánto deberán afrontar ellos. Aquí también aguardan con ansiedad las obras prometidas.
Fuente: Agrovoz.
Para los productores del este y sudeste de Córdoba llegó el momento de la definición. Esperan que en los próximos días comiencen finalmente las obras prometidas por la Provincia, y que en el mediano plazo permitan evacuar el excedente hídrico en seis de los departamentos más productivos de la provincia.
Las protestas de las últimas semanas fueron seguidas por reuniones en las que funcionarios provinciales expusieron planes de ejecución de obras sobre canales y arroyos. Faltan todavía definiciones que deben tomarse en conjunto con Santa Fe para organizar la salida del agua hacia el río Paraná. Hay una inmensa masa líquida que parece estar de gira por la provincia, sin solución.
Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, entre soja, maíz, sorgo y maní se perdieron 663.500 hectáreas por las inundaciones, con 2,7 millones de toneladas de granos que quedaron bajo el agua o sin recolectar. Es el 10 por ciento de la cosecha gruesa 2015/2016.
La gravedad de la situación hace que los plazos de tolerancia sean cada vez más cortos. La Provincia se comprometió a desarrollar un plan de trabajo que cuenta con la conformidad de los productores. “Si se hace, sería correcto, daría buenos resultados”, opinaron luego de la reunión en Las Varillas, que terminó con una apertura a nuevos encuentros. Otros similares se habían dado en Cavanagh, Jesús María, San Francisco, Idiazábal y Freyre.
En el este, una de las zonas más complicadas, esperan la ampliación del canal Florentino, que parte entre Pozo del Molle y Las Varillas, junto a la ruta 158, y termina en el canal San Antonio, que bordea el límite entre Córdoba y Santa Fe, hasta el arroyo Tortugas y luego el Carcarañá.
A esto se agrega el canal Los Manantiales, que también desemboca en el San Antonio. Nace en Los Zorros, va hacia el sudeste, y sacaría gran parte del agua que hoy jaquea a campos de Las Varillas. Esta obra, que está iniciada, se encuentra retrasada por falta de permisos de paso en un campo, indicó un productor.
Lo que parece ser la solución para una zona, es visto con preocupación por otros, como el caso de Gonzalo Tijuán, que tiene su campo junto al arroyo Tortugas y cuyo desborde lo ha inundado desde febrero hasta ahora. “Todo lo que se vuelca al arroyo, viene a nuestro campo. No queremos que nos tiren toda el agua de golpe, sino que se hagan las obras de abajo hacia arriba”, pidió.
Para el departamento Unión se aprobó uno de cincos proyectos existentes. El canal que debería iniciarse en breve tiene nueve kilómetros y va desde el río Ctalamochita, hasta un campo entre Ballesteros e Idiazábal. Hay un segundo tramo previsto a continuación, de otros ocho kilómetros, pero que no puede proyectarse porque la zona en la que debe hacerse está completamente bajo agua.
Entre los dos tramos de canalización se estima un costo de seis millones de pesos y los productores no saben cuánto será financiado por el Gobierno y cuánto deberán afrontar ellos. Aquí también aguardan con ansiedad las obras prometidas.
Fuente: Agrovoz.