Más récords para los granos en el mercado local GUILLERMO ROSSI

Los precios locales de la soja y el maíz se mantuvieron firmes a lo largo de la semana, aunque no copiaron enteramente el saldo favorable externo. Este factor limitó el potencial de realización de negocios en la plaza local, quedando el grueso de la oferta al aguardo de mejoras más contundentes. Las perspectivas climáticas en EE.UU y la publicación de un nuevo informe del USDA marcaron el ritmo de la semana. Este último trajo recortes en las previsiones de oferta de maíz y soja, pero vislumbró un escenario más holgado para el trigo. Esto deprimió sus valores en el mercado internacional al cierre de la semana.

Los futuros de Chicago continúan extendiendo su racha alcista semana tras semana. En el caso de la soja, las subas acumulan más de u$s 110/ton desde principios de marzo. Con esto, el mercado muestra la carrera positiva en período de siembras en Estados Unidos más extensa al menos desde 1973. Con fundamentos propios, el maíz también se está acoplando a la suba.
Los precios locales se encuentran en niveles nominales récord. Durante esta semana, la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario fijó valores de pizarra en máximos históricos para soja, maíz, sorgo y girasol. Sólo el trigo se mantiene por debajo de los picos alcanzados en 2013, en plena crisis de abastecimiento del cereal. Convertidos a dólares al tipo de cambio libre o contado con liquidación, los precios domésticos se encuentran ahora en máximos desde el año 2012. Esta situación ha cambiado el escenario del sector productor, que encara ahora la campaña nueva con mucho más optimismo.

De todos modos, las subas locales de la soja quedan por debajo del empujón alcista de Chicago, ante un debilitamiento de las primas FOB de la harina en puertos argentinos. Esto impide que las ganancias externas se trasladen enteramente al plano local. Hay además una postura muy cauta de parte de las fábricas, que desconfían del alto componente especulativo de los precios justo cuando buena parte de la oferta local tiene que salir a cerrar negocios para cubrir vencimientos. Se estima que en Argentina hay menos de 20 millones de toneladas con precio fijado, casi en paridad con la campaña pasada. La diferencia es que este año el panorama cambiario parece mucho más aclarado y el costo de oportunidad de no fijar es mayor, ya que las tasas de interés son sustancialmente más elevadas.

El maíz juega otro partido, ya que buena parte de la firmeza de las cotizaciones responde a las demoras observadas en la cosecha. Las lluvias del pasado fin de semana retrasaron la marcha de los trabajos, aunque una ventana de condiciones favorables permitirá trillar en lo que queda de junio y julio. Dicha expectativa ha contraído el diferencial de precios entre posiciones de contado y a futuro, con cierta firmeza en estas últimas. Los contratos con vencimiento en diciembre del MATBA se mantuvieron relativamente estables en la semana, aunque ganaron casi u$s 25/ton en el último mes.
El trigo expande los diferenciales de precio por calidad a medida que transita la campaña comercial. El ritmo de trabajo de los molinos ha ido en ascenso en los primeros meses del año, alcanzando una molienda de 471.336 tn en abril. Este registro es el más elevado desde agosto del año pasado, aunque se encuentra por debajo del volumen industrializado en el mismo período de 2015. El cereal condiciones Cámara en la zona de Rosario se mantiene en $ 2.500/ton, con margen sustancial de mejora por lotes que reúnen 10,5% de proteína.
La siembra fina continúa progresando, aunque el área cubierta hasta el momento no llega al 20% del total proyectado. Se vislumbra un cambio sustancial respecto del escenario del año pasado, con mayor superficie –especialmente en la provincia de Buenos Aires- y más inversión en tecnología. Sin embargo, las condiciones climáticas imponen una limitante, ya que parte de la superficie prevista para ciclos largos no pudo concretarse ante las lluvias persistentes del otoño.

Ajustes del USDA con menos soja y más trigo
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) actualizó el viernes sus estimaciones de oferta y demanda, informando cifras en línea con las expectativas generales del mercado. El organismo recortó los números de producción de soja y maíz en Brasil, lo que propiciará un giro de la demanda hacia Estados Unidos, resultando en stocks más ajustados al cierre de este ciclo y del próximo. Esta situación se observa desde hace varias semanas en el ritmo de concreción de compromisos de exportación. Estos últimos superan ahora a los correspondientes a la misma altura del año pasado, algo que sucede por primera vez en el ciclo 2015/16.

El dato reafirma las previsiones de analistas privados en el sentido de que se requieren precios sostenidos para que las fuerzas productivas puedan reequilibrar la oferta global en el año 2017. Argentina con seguridad aumentará el área sembrada de cara al próximo año y posiblemente también en Brasil, aunque aquí la competencia de la soja será mayor.
El USDA ajustó a la baja la cosecha brasileña 2015/16 de soja y maíz en 2 y 3,5 Mt, respectivamente, en ambos casos por caída de los rendimientos. La corrección va en línea con el informe que emitió el jueves la CONAB, e incluso deja margen para nuevos ajustes en los meses venideros. Esto tiene un alto impacto en el mercado internacional habida cuenta de que Brasil es el mayor exportador de soja y el segundo en maíz. En Argentina, en cambio, no se efectuaron nuevos ajustes sobre las cifras de la campaña actual, ni tampoco en las proyecciones para 2016/17.
Tras la publicación del informe, el trigo reaccionó con fuertes bajas ante la expectativa de una amplia oferta global, hecho que se presenta por cuarta campaña consecutiva. El USDA aumentó sus estimaciones de producción en Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea, que son los tres principales exportadores (47% del mercado global en el ciclo 2015/16). Sin embargo, el dilema que tienen los operadores es respecto de los parámetros de calidad que logrará esa producción de trigo superior a las previsiones iniciales. Continuas lluvias en Europa en las últimas semanas podrían afectar el contenido de proteína en el grano, especialmente en Francia, Alemania y Polonia. Un dato puede ser elocuente al respecto: durante el mes de mayo el acumulado de precipitaciones en Paris fue de 155mm, es decir, 98mm más que la media histórica.
Las proyecciones de trigo del USDA para Argentina quedaron sin cambios, pero se introdujo un ligero ajuste a la baja en la superficie de Brasil, que resultará en menor producción. El país vecino cosechará el área más baja de los últimos cuatro años, aunque en la hoja de balance todavía se espera la obtención de rindes superiores al promedio de los últimos cinco años. Esta variable podría ajustarse en los próximos meses, en función de la –por ahora, incierta- evolución del ciclo de los cultivos.

Los problemas del maíz en el cono Sur
El mercado internacional del cereal divide su atención entre el progreso de los cultivos en el hemisferio norte y las perspectivas de avance de cosecha en Brasil y Argentina. En Estados Unidos las condiciones iniciales lucen favorables para la campaña 2016/17, estimándose entre 79 y 82% la superficie que mantiene condiciones buenas o excelentes en los principales estados que forman el área núcleo del medio oeste norteamericano. Sin embargo, la apariencia inicial de los cultivos no muestra buena correlación con el rendimiento obtenido hacia el final del ciclo, debiéndose esperar la llegada de la fase crítica de polinización dentro de algunas semanas (en general, esta comienza unos 60 días después de la fecha de siembra). Hasta entonces, los operadores miran con atención los modelos de pronósticos, que en su mayoría advierten altas temperaturas para las próximas semanas.
En Sudamérica, en tanto, el demorado inicio del grueso de la cosecha –tanto Argentina como Brasil tienen más del 50% del área sin levantar- mantiene los precios en niveles récord, en el marco de una demanda que se muestra muy necesitada del cereal. En Argentina, la urgencia de los compradores se explica en la necesidad de cumplir con los compromisos de exportación y evitar mayores costos asociados a la demora en la carga de los barcos. En Brasil, en cambio, la presión proviene mayormente del consumo interno. De hecho, se especula con que la producción animal está recurriendo a sustitutos –principalmente, trigo forrajero- para cubrir los faltantes de maíz. Además, entre febrero y mayo hubo un volumen considerable de importación: compradores brasileños adquirieron 200.000 tn de maíz argentino más unas 160.000 tn procedentes de Paraguay.
Las pérdidas en la cosecha brasileña de maíz parecen un hecho consumado. La CONAB recortó fuertemente su proyección de rendimientos de la safrinha, resultando en una producción que ahora se espera en 50 Mt frente a 54,6 Mt el año pasado. El centro-oeste del país es el epicentro de las mayores pérdidas, promediando rindes 18% menores a los del ciclo 2014/15. Semejante caída del volumen se produce incluso con subas de área en torno al 5% en Mato Grosso y 15% en Paraná, los dos estados más representativos en siembras tardías. Las condiciones climáticas de abril y las primeras semanas de mayo han generado un daño irreversible, que ahora se potencia con posibles heladas hacia el fin de semana.
Sin lugar a dudas, Brasil perderá saldos exportables en el segundo semestre del año y su desempeño comercial quedará lejos del récord alcanzado en el período julio-diciembre de 2015, en el que sus ventas externas totalizaron nada menos que 23,6 Mt. En ese mismo período, Estados Unidos exportó 19,4 Mt, quedando Argentina y Ucrania en tercer y cuarto puesto con 6,9 y 6,8 Mt de exportación cada uno, respectivamente. De cara al mismo período de este año se especula con que Brasil disminuirá sus exportaciones de 5 a 7 Mt respecto del año pasado, forzando a Estados Unidos a expandir sus ventas para cubrir la ascendente demanda mundial. Esto requiere no sólo de buenas cosechas, sino también de que no se produzcan cuellos de botella logísticos habida cuenta de que el mercado de soja también muestra alta dependencia hacia el país del Norte.