La maquinaria recupera velocidad. Alejandro Rollán

Luego de dos años con marcha en reversa, el mercado de la maquinaria agrícola comenzó a traccionar, lentamente, hacia adelante. El nuevo rumbo que tomó el sector –y que se inició en diciembre pasado con el alivio fiscal a la producción de granos– transita la primera parte del año con cambios ascendentes.

Más allá de las particularidades que tienen cada uno de los rumbos, la industria en general muestra otro semblante. Esa mejor cara se refleja en Agroactiva, la exposición que se realiza desde el pasado miércoles hasta mañana en la localidad santafesina de Monje. Aquí está congregada la mayor oferta de maquinaria agrícola del país.

En este ámbito, Agrovoz repasó junto con las principales fábricas radicadas en Córdoba el desempeñó durante los primeros cinco meses del año y cuáles son las proyecciones de corto plazo.

Rubro por rubro

Si bien el temporal de abril frenó el envión inicial, en especial en el rubro forrajero, las expectativas que genera una mayor siembra de trigo y de maíz permiten mantener el optimismo para lo que resta de 2016. El resto dependerá del comportamiento de los precios agrícolas.

Sembradoras. Luego de un 2015 recordado por los fabricantes como el peor año de la historia, cuando 60 empresas vendieron 1.107 unidades, los cinco primeros meses de 2016 vienen con un cambio de tendencia. “Las proyecciones son cerrar un año bueno, similar a 2013, cuando nosotros vendimos 450 sembradoras”, pronosticó Rosana Negrini, presidenta de Agrometal, radicada en Monte Maíz.

Marzo fue un mes muy bueno para la concreción de operaciones. La oferta crediticia del Banco de la Nación, con una tasa anual del 13,5 por ciento a tres años de plazo, impulsó las ventas. “Hay un renovado interés por sembrar trigo y eso se nota”, sostuvo Negrini.

En 2015, Agrometal desembarcó en el segmento de sembradoras de distribución neumática. Lo hizo con el modelo para granos gruesos APX. Este año sumó la versión de granos finos air drill , de hasta 9,45 metros de ancho de labor, en configuraciones a 19 y 21 centímetros entre hileras.

La primera unidad neumática para grano fino ya salió de planta a fines del mes pasado. “Si se cumplen los objetivos comerciales con estas máquinas, es posible que tengamos que ampliar la planta”, adelantó la empresaria. El financiamiento para capital de trabajo e inversiones será clave en el corto plazo. En especial para muchas fábricas que necesitarán actualizar sus procesos productivos.

Cosechadoras. Luego de un 2015 que mostró el peor año de la década en cantidad de ventas, el mercado esboza una leve recuperación. “Respecto del año pasado, se prevé un leve aumento en las ventas. Estimamos una proyección superior a 700 cosechadoras”, vaticinó Christian Lancestremere, director comercial de Case IH, la multinacional radicada en Córdoba.

Capacidad, se busca

A pedido de los clientes, en especial de los contratistas rurales, la tendencia de las fábricas es a producir equipos de mayor capacidad de trabajo.

En el mercado argentino, el segmento más importante de cosechadoras es el de las clases seis y siete, cuya potencia va de 270 a 380 HP. Representa 79 por ciento de la facturación total. La competencia que hay en este nicho hace que las nuevas incorporaciones de modelos sean a partir de un salto tecnológico.

En esa dirección, Case lanzó el mes pasado su nueva familia de cosechadoras: la Serie 130, conformada por los modelos 5130 (con motor de 270 CV) de clase seis; y las versiones 6130 (329 CV) y 7130 (378 CV) de clase siete.

Hasta hace unos años, el mercado nacional de cosechadoras requería de una tasa promedio de renovación anual de 1.200 unidades. Pero ese parámetro se modificó. Analizar la cantidad de pies de corte que se venden es un indicador más ilustrativo para conocer qué pasa en el mercado. “Ya no se venden cosechadoras de 23 a 25 pies. El contratista prefiere tener menos máquinas con más capacidad y hacer más eficiente la logística”, sostuvo Lancestremere.

En el sector aseguran que, para una producción agrícola de 120 millones de toneladas, la demanda de cosechadoras oscilará entre 900 y mil unidades por año. De ser así, ya no ve verá un mercado argentino de 2.400 unidades como en 2004.

Pulverizadoras. Las máquinas aplicadoras también muestran una recuperación en las ventas. Con un mercado nacional que ronda las 1.500 unidades por año, la comercialización crecerá en 2016. “En los primeros cinco meses ya vendimos la misma cantidad que en todo 2015”, afirmó Luis Dadomo, presidente de Metalfor, ubicada en Marcos Juárez, líder en el mercado nacional.

Para el empresario, el optimismo que generó en el agro la llegada del nuevo gobierno se trasladó a los fabricantes de maquinaria agrícola. “Las consultas iniciales se fueron traduciendo en operaciones concretas”, sostuvo el titular de la empresa que asiste a Agroactiva con toda su línea de pulverizadoras, fertilizadoras y cosechadoras.

Similar a lo que ocurre con los automóviles, las máquinas pulverizadoras tienen un importante mercado de usados. “Muchos equipos se reacondicionan, lo que demora la renovación”, indicó Dadomo. Si bien Argentina puede tener un límite en cuanto a la adopción de estos equipos, la apuesta es América latina. “Es una región con mucha potencialidad, que debemos explotar”, destacó.

Tolvas y equipos agrícolas. El temporal de abril frenó el optimismo y las expectativas que traían los productores de granos y de carne. No obstante, la venta de tolvas, embolsadoras y extractoras de granos viene con el mejor desempeño de los últimos dos años. “En nuestro caso, la actividad creció 30 por ciento en cantidad de máquinas”, destacó Alberto Gaviglio, de Akron.

La fábrica de San Francisco concurre a Agroactiva con su flamante línea de tolvas GranMax, una versión mejorada en cuanto a diseño, capacidad de trabajo y velocidad de descarga de lo que ya hay en el mercado. También presenta en sociedad a su nueva embolsadora, con sistema hidráulico de la bandeja, para confeccionar un silo-bolsa de 100 metros de largo, con un mínimo de personal.

Si bien hay esperanzas de que los precios agrícolas continúen firmes, el crédito bancario será indispensable para que el ritmo de ventas se mantenga. “En los equipos forrajeros tenemos acuerdos para financiar en dólares a dos años, con cero por ciento de interés; a tres años, con 1,9 por ciento; y a cuatro años, con tres por ciento de interés”, precisó Gaviglio.

Tractores. La demanda también crecerá en el año y superará, según sus fabricantes, las 5.300 unidades. Durante enero y febrero, las ventas arrancaron despacio, pero en marzo aceleraron a muy buen nivel. ¿La razón?, el crédito del Banco Nación durante ese mes, a una tasa de 13,5 por ciento en pesos.

“Estimamos para 2016 una producción de 1.500 tractores, por encima de los 1.400 del año anterior”, pronosticó Raúl Giai Levra, presidente de Pauny. Según el empresario, la empresa de Las Varillas tiene asegurada la venta de la producción hasta agosto.

“En el primer trimestre, nuestra participación en las ventas llegó al 34 por ciento del mercado en todos los modelos”, afirmó Giai Levra.

La obsolescencia que refleja el parque de tractores a nivel nacional exige una actualización tecnológica. La incorporación de motores más amigables con el ambiente, con menor emisión de gases, es parte de la tendencia que aplican los grandes proveedores.