La carne seguirá siendo un bien escaso



La oferta nacional será inferior a la del año anterior. Se espera un menor consumo de carne y un leve aumento en las exportaciones. Fueron algunas de las conclusiones de la Primera Jornada Córdoba Ganadera, que contaron con amplia participación.



Más allá del optimismo que despierta la producción de carne, la oferta de carne bovina para el presente año será inferior a la de 2015.

En ese escenario de escasez se esperan una retracción en el consumo interno y un leve aumento en las exportaciones, que terminaron el año pasado en sólo 180 mil toneladas. En 2005 llegaron a 750 mil toneladas.

“El mercado interno se llevará el 90 por ciento de la producción de carne, mientras que a la exportación le quedará el resto”, aseguró ayer el analista Ignacio Iriarte, durante su conferencia en la Primera Jornada Córdoba Ganadera, organizada por el Grupo Agrovoz.

Se concretó ayer en el Dinosaurio Mall y contó con el auspicio del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y entidades de la producción.

Menor oferta. La escasez que hoy exhibe la disponibilidad doméstica de carne vacuna se funda en dos razones: una merma en la faena del cinco por ciento respecto al año anterior y el fenómeno climático que retrajo la oferta dos puntos adicionales.

La retención de terneras que están haciendo los productores (para convertirlas en futuros vientres en próximos servicios) explica en parte la menor actividad que hoy tienen los frigoríficos. “El resto se explica por una menor oferta de novillos terminados, muchos de los cuales están en los campos incorporando más kilos”, aseguró Iriarte.

La política de desincentivo que el gobierno anterior tuvo para con la ganadería en los últimos 10 años no fue gratuita.

“El legado del kirchnerismo para la ganadería fue la pérdida de siete millones de cabezas, mientras que el crecimiento de la población nacional fue de cinco millones de personas”, comparó el analista y productor ganadero. A pesar del aumento que ha registrado el precio de la carne al mostrador, el consumidor está dispuesto a convalidar los valores actuales.

“La demanda interna seguirá entre 55 y 60 kilos por habitante”, indicó Iriarte.

Por buen camino. Pese a esta coyuntura, la ganadería muestra una tendencia creciente. La producción apunta a incorporar más kilos por cada animal que va a faena, y la mayor población de vacas y vaquillonas sumará más terneros en 2017.

El mayor protagonismo de la carne argentina en los mercados internacionales dependerá, en gran medida, de la recuperación de la oferta. Con la eliminación de las retenciones y la liberación del comercio, los frigoríficos ganaron en oportunidades.

Sin embargo, la falta de novillos terminados condiciona el negocio y la baja del dólar recorta competitividad, aseguran desde la industria. “Si bien el tipo de cambio puede condicionar hoy las exportaciones de carne, la corrección de algunas variables, como puede ser una reforma impositiva, puede mejorar los márgenes de la industria”, observó el economista Salvador Di Stefano, quien desde Rosario también participó a través de una teleconferencia.

Impuestos y créditos. Sostuvo que hay que mejorar la matriz tributaria y financiera.

7 millones de cabezas de ganado fue la pérdida estimada que tuvo la ganadería argentina durante la década pasada.





Fuente: Diario La Voz del Interior.