La calidad de la soja, dolor de cabeza en el Gobierno. Flavio Re

Cosecha 2015/2016. La palabra “calidad” se ha colado en cuanto encuentro agropecuario se llevó a cabo en los últimos meses, y Agroactiva no es la excepción.

Primero fue el trigo y ahora la soja. Aunque por razones absolutamente diferentes (el cereal por falta de fertilización y la oleaginosa por las inundaciones), la palabra “calidad” se ha colado en cuanto encuentro agropecuario se llevó a cabo en los últimos meses, y Agroactiva no es la excepción.

La preocupación por el mal estado de la soja ha llegado hasta el propio Gobierno nacional, según reconoció ante Agrovoz el secretario de Agricultura, Ricardo Negri. El funcionario estuvo representando al Ministerio de Agroindustria en la exposición que tiene lugar desde el miércoles hasta hoy en la localidad de Monje, Santa Fe.

Aunque Negri consideró que “lo que empezó apareciendo como muy malo y grave en la zona afectada, después empezó a mejorar bastante”, remarcó su inquietud por el estado de la soja que se guardó húmeda en silos bolsa en los campos, a la espera de que los caminos estén en condiciones y los camiones puedan trasladarla a las industrias o los puertos.

“Lo que me preocupa un poco más es cómo está guardada la soja. Me da miedo que nos estemos mandando macanas. Estuve conversando con los muchachos del Inta sobre cómo veían esta situación y quedé preocupado”, alertó Negri. Para el funcionario, las pérdidas de calidad son equiparables a las de la cosecha: “Son terribles, es más dinero que no cobra ni el productor ni el contratista”.

Podridos y brotados

Además de Negri, quien también advirtió este problema de la calidad fue el jefe del Laboratorio Físico Comercial y Físico-Botánico (Complejo de Laboratorios) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Ariel Noguera. Este ingeniero agrónomo encabezó una conferencia en la que se habló sobre los diferentes criterios que se utilizan para determinar cuándo los granos se consideran dañados o no.

“Hemos recibido muchas consultas y más muestras que en otras oportunidades para determinar calidad y mucha inquietud por parte de todos los actores de la cadena de comercialización, muy preocupados en relación con la calidad que se estaba presentando”, apuntó Noguera en diálogo con Agrovoz.

De los análisis de los laboratorios de la Bolsa rosarina surge que el principal daño que se percibió este año fueron granos podridos o brotados.

En la institución no se cuenta con una estadística sobre qué porcentaje de la producción supera el umbral del cinco por ciento de daño a partir del cual la industria comienza a aplicar descuentos.

No obstante, Noguera reconoció que “los porcentajes promedio de los resultados de laboratorio están por encima de los típicos para esta época. Hay partidas con resultados muy altos, con valores de hasta el 80 por ciento de daño”, sentenció.

Como un aspecto saliente, ha habido mucha divergencia con respecto a las calidades. El técnico de la BCR remarcó la necesidad de hacer análisis exhaustivos de los granos. “Si nos dejamos llevar sólo por las apariencias visuales de la generalidad del lote, nos da la impresión de que las partidas están muy deterioradas, pero cuando en el laboratorio tomamos la muestra de una manera meticulosa, los resultados son distintos que lo que aparentaban a simple vista”, observó.

“Muchas veces, la necesidad de realizar una determinación rápida en el recibo de mercadería o por falta de experiencia o conocimiento, se realizan determinaciones sin tener en cuenta todo lo que hay evaluar para saber si un grano está deteriorado o no”, amplió Noguera.