Denuncian falta de apoyo oficial a una iniciativa exportadora para la agricultura familiar. Dante Rofi

Pequeños productores de frutas, cabras y de miel le piden al Estado que impulse el trabajo iniciado durante la gestión anterior de la Secretaría de Agricultura Familiar.


Durante la primera semana de noviembre pasado, cuatro cooperativas de agricultores familiares productoras de frutas, miel y de cabras, viajaron a Dubai como parte de la primera misión comercial oficial organizada desde la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF), por entonces a cargo de Emilio Pérsico. El objetivo de la iniciativa fue buscar canales directos de comercialización, sin intermediarios, para mejorar los ingresos de los productores de la agricultura familiar y campesina, a quienes sin el apoyo del Estado les resulta prácticamente imposible exportar en forma directa. Pero pese a que la experiencia generó vínculos comerciales concretos en los Emiratos Árabes, las cooperativas que participaron de la misión hoy denuncian que tras el cambio de autoridades en el Ministerio de Agroindustria y en la SAF "se paralizó el apoyo del Estado" al emprendimiento.

"Esta quita de apoyo del Estado es muy negativa para nosotros. Una buena medida del gobierno anterior la están desplumando y no sabemos por qué", lamenta Sergio Cavallin, integrante de la cooperativa Frutioro, de la localidad rionegrina de Fernández Oro, que produce frutas para su venta en fresco, deshidratadas y para jugos. Añade que en medio de la crisis de la fruticultura "la puerta que se nos abría al poder aspirar a exportar en forma directa era fundamental para mantenernos en pie las 17 familias de productores y los 70 trabajadores que nos acompañan, por lo que apelo a que se revea la decisión".

Oscar de Marchi, integrante de la Federación Argentina de Cooperativas Apícolas y Agropecuarias (Facaal), cuenta que la falta de apoyo de las nuevas autoridades de la SAF al trabajo que se estaba haciendo para generar una relación comercial con compradores de Dubai le genera muchas sensaciones, pero principalmente "frustración, dado que atrás del viaje que logramos hacer en noviembre pasado, con el apoyo del Estado, hubo cuatro años de trabajo. Para nosotros, que somos pequeños productores, gestionar y mantener un contacto con los eventuales compradores de los Emiratos Árabes no nos resulta sencillo sin un apoyo oficial".

El productor agrega que si bien el cambio de autoridades le había generado buenas expectativas, hoy "no le extraña" el rumbo que tomaron desde la conducción de la SAF. "Llegaron con el discurso de que mantendrían las buenas cosas realizadas y en la práctica están haciendo todo lo contrario, nos están dejando solos. Lo concreto es que nos están cerrando una puerta que recién se nos estaba abriendo y que era muy importante para dinamizar el trabajo de las 68 cooperativas que formamos la Facaal".

Roberto Ampuero, de la Asociación de Productores del Sur, que en General Alvear, Mendoza, produce frutas de pepitas y de carozo y las comercializa en fresco y deshidratadas, explica que ante la falta de apoyo oficial están intentando seguir adelante con las gestiones, dado que desde los Emiratos Árabes les ratificaron el interés por sus productos. "Nos pidieron presupuesto para comprar ciruela y pera deshidratada y manzanas en fresco, pero el hecho de tener que encarar la negociación en forma particular no es sencilla, dado que requerimos de una estructura comercial que hoy no tenemos y por lo cual la asistencia del Estado era fundamental".

En el mismo sentido, Cavallin recuerda que durante la misión comercial recibieron el interés de eventuales compradores por peras y por manzanas en fresco. "Se generó un canal comercial muy positivo pero para lograr ponerlo a producir requerimos el apoyo del Estado, dado que como pequeños productores necesitamos el financiamiento para el puntapié inicial y el respaldo en cuanto a la seguridad jurídica por eventuales problemas que pudieran surgir en el medio de la negociación. Sin estas cuestiones será muy difícil que, en forma particular, podamos mantener abierta esta oportunidad que tanto entusiasmo nos había generado durante el fin de 2015".

En medio de la crisis que padece la fruticultura argentina, el productor advierte que hoy siguen funcionando de casualidad. "He salido a pedir financiamiento al gobierno provincial y a organismos nacionales para poder mantener la masa salarial, que para una localidad como Fernández Oro es muy importante, y todos me dijeron 'sí, te vamos a ayudar', pero pasamos la etapa de la cosecha y no hemos recibido ayuda. Hacia adelante es todo incertidumbre. Por eso teníamos tanta esperanza en la misión comercial y en los contactos que hicimos. Pensar ahora que es el propio Gobierno el que nos cierra la puerta es duro", reconoce Cavallin.

De la Cooperativa Tierra Campesina, del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), forman parte unas 500 familias de pequeños productores de Mendoza, San Juan, San Luis, Neuquén y de la Rioja. Débora Ferreyra representó a la Cooperativa en la misión comercial a Dubai y llevó como oferta exportable cabras de refugo (hembras que se descartan tras cumplir su ciclo como madres), una categoría que no cuenta con demanda en el mercado interno, pero que sí cuenta con compradores interesados en la región de Medio Oriente, donde son utilizadas en la preparación de platos típicos de la zona. Si bien lamenta la falta de continuidad del apoyo oficial a la iniciativa, sostiene la necesidad de redoblar el esfuerzo para capitalizar todo lo bueno conseguido. "Los procesos siempre son más ágiles en compañía del Estado, de lo contrario, para un espacio como el nuestro, se tornan más lentos. Pero el hecho de que nuestro trabajo hoy siga fluyendo ya es un indicador de progreso y de la perseverancia por parte de todos los que integramos el MNCI".



Cuenta que en función de los contactos realizados siguen trabajando para lograr abrir nuevos canales para comercializar en forma directa los excedentes de la producción campesina o, como en el caso particular de las cabras de refugo, aquellos productos que no tienen valor para el mercado interno. "En varias oportunidades las familias campesinas que no están organizadas se encuentran frente a situaciones en las que deben tomar la decisión de vender su producto a un bajo precio o directamente descartarlo ya que no vale la pena generar el costo de mantenimiento (es el caso de las cabras de refugo). Es por eso que como Cooperativa, uno de los objetivos es encontrar mercados donde posicionar el producto de la familia campesina, dándole valor agregado", dice Ferreyra.
Contrato revocado

Gabriel Osatinsky, que fue el encargado desde la SAF de generar los contactos con los potenciales compradores en los Emiratos Árabes, como plataforma de reexportación hacia los países de Medio Oriente, hoy cuenta la decepción que sintió, no sólo por la no renovación de su contrato, sino por la falta de apoyo oficial a una iniciativa que a lo que apuntaba era a lograr que los pequeños productores llegaran con sus productos de manera directa, sin intermediarios, al mercado externo. "Mi contrato se vencía el 31 de diciembre y a mediados de enero me convocaron para comunicarme que estaban al tanto de mi trabajo, pero que habían resuelto no renovarme el contrato. No hubo una fundamentación sobre la decisión, sólo la comunicación del hecho", cuenta Osatinsky a LA NACION.

Para este especialista en comercio internacional, la actitud de las nuevas autoridades deja en evidencia "una falta de visión estratégica. Se habla mucho de potenciar las economías regionales y de incentivar la inversión, pero con decisiones como esta, los hechos van en sentido opuesto a las palabras".

Osatinsky señala que mientras en muchas zonas productoras las peras quedaron sin ser cosechadas, durante la misión se contactaron con varios compradores interesados en esa mercadería, pero advierte que el agricultor familiar no tiene la capacidad para encarar un negocio de exportación sin el apoyo del Estado. "Si lo quiere hacer, hoy debe volver a hacerlo a través de intermediarios, que se quedarán con la mayor parte de la ganancia, justamente lo que buscábamos evitar con la iniciativa desarrollada durante el año pasado y que ahora se quedó sin el apoyo oficial". Añade que esta misma situación que se evidencia para los productores de frutas corre para los productores de miel e incluso para los campesinos de Cuyo que tenían encaminada la venta de cabras de refugo (faenadas).

Ante la consulta sobre cuál fue la reacción de los compradores a la interrupción de las negociaciones, Osatinsky dice que se mostraron asombrados por la oportunidad malograda. "Tienen interés en los productos argentinos; saben de su calidad; la comprobaron durante la misión de noviembre, pero no comprenden por qué se cayó el apoyo del Estado". Por su trabajo en el ámbito privado, en marzo pasado Osatinsky tuvo a su cargo el diseño de la agenda de trabajo de la visita del vicepresidente del Dubai Port World, Mohammed Al Muallem, a la Argentina. Ese empresario fue uno de los que recibió a los integrantes de la misión comercial de agricultores familiares argentinos que viajaron a Dubai a fines de 2015.



"El Dubai Port World representa la mayor inversión de los Emiratos en la Argentina y opera la terminal Río de la Plata. Durante la misión de noviembre y en su visita a la Argentina, donde se reunió con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, entre otras actividades, Al Muallem me reiteró el interés en profundizar las negociaciones por los productos argentinos e incluso me volvió a ofrecer diversas facilidades, como un espacio en el puerto de Dubai para depositar los productos y para poder administrar los tiempos de la comercialización. Sin embargo, pese a la voluntad que ellos manifiestan como compradores, la falta de apoyo del Estado torna muy compleja la posibilidad de que una cooperativa de agricultores familiares y campesinos pueda llegar en forma directa a concretar una operación como esta", lamenta.

Y para graficar la relevancia de la operación que se estaba encarando, detalla que sólo con las cuatro cooperativas que participaron en la misión comercial (el objetivo era ir sumando otras), la oferta de productos presentada en noviembre "generaría ingresos potenciales próximos a los 17 millones de dólares anuales. Pero para llegar a eso era necesario desandar un proceso de generación de confianza entre las partes. La exportación a destinos tan lejanos no se resuelve de un día para el otro, es un trabajo más complejo de lo que muchos creen".

Para llegar al monto económico antes citado, la evaluación hecha por Osatinsky con las cooperativas participantes del viaje a Dubai contemplaba una oferta mensual de 5 contenedores (de 22 tonelada cada uno) de cortes de cabras de refugo; 2 contenedores (de 25 toneladas) de manzanas red delicius; 5 contenedores (de 24 toneladas) de ciruelas deshidratadas; 5 contenedores (de 24 toneladas) de peras deshidratadas, y 15 contenedores (de 24 toneladas) de miel.

Bajo estricta reserva de identidad, una fuente que sigue ligada a la SAF y que tuvo una activa participación durante la gestión anterior, dijo a LA NACION que la asistencia en el comercio exterior para la agricultura familiar "debería ser una política de Estado para apoyar a aquellas cadenas de valor donde hay excedentes exportables y donde se hace necesario eliminar la intermediación para que el pequeño productor obtenga los beneficios que merece por su trabajo".
Sin definición oficial

El 23 de febrero pasado, este cronista entrevistó al secretario de Agricultura Familiar, Oscar Alloatti, y ante la consulta acerca de la misión comercial a Dubai dijo que "desconocía" dicha iniciativa y que "se estaba enterando en ese momento". Sin embargo, fue Patricio Quinos, un funcionario bajo su mando, subsecretario de Ejecución de Programas para la Agricultura Familiar, quien el martes 19 de enero le comunicó a Osatinsky la no renovación de su contrato.

Sin éxito, durante principios de abril LA NACION intentó en cinco ocasiones comunicarse con Quinos. Tras la falta de respuestas en el área de la SAF, la consulta sobre qué se haría con la iniciativa de comercio exterior fue elevada al área de Prensa del Ministerio de Agroindustria de la Nación y la respuesta fue que los funcionarios no hablarían "mientras se evalúan los distintos planes y programas". El 13 del actual, tras un período prudente para la evaluación de la gestión anterior, se reiteró la consulta al organismo nacional. La respuesta, "aún no hay definiciones".