A
esta altura del año, la cosecha de soja solía ser un capítulo viejo y
la calidad no era un tema importante. En esta campaña, la calidad sí
importa, y todavía resta por cosechar el 10% de la soja de primera en la
región. La diferencia de rinde es de 8 qq/ha (43 qq/ha en 2015 vs 35
qq/ha en 2016). De cara a la nueva campaña invernal, el año pasado ya
había una clara tendencia del área de siembra de trigo; este año el
escenario es difuso. Quedan los lotes huelleados, enmalezados o
directamente con soja sin cosechar que no dan lugar a la nueva campaña
triguera. Estos factores no sólo generan un retraso en el inicio de la
campaña 2016/2017, sino que reducen el entusiasmo por sembrar que había
antes del temporal. La relación de precios entre cultivos también es un
factor decisivo, por lo que el maíz apunta a ser el gran protagonista en
la siembra de la próxima temporada.
El barro retrasará la siembra del trigo 2016/2017 y podría limitarla
Se comenzará a sembrar la semana próxima, pero solo en lotes altos y en muy pocos cuadros de la región. En general, los
suelos están lejos de estar preparados para recibir la semilla. Además
de los tradicionales controles pre-siembra para malezas, este año se
suma la nivelación de la tierra. Las profundas huellas por el paso de
las máquinas en húmedo demorarán la largada de las sembradoras. Se suma,
además, lotes con soja sin cosechar por falta de piso. La campaña fina
se plantea con menor entusiasmo que antes del temporal. Con el uso de
variedades más cortas, sin embargo se mantiene la tendencia hacia el
aumento de hectareaje respecto a la campaña pasada, ya no sería tan
importante.
La campaña récord que no fue, y se quedó arañando los promedios
Lo
que pudo ser la campaña de mayor producción de soja en la región se
transformó en la del record de granos dañados y húmedos. También de
mayor atraso, y de caída de rindes respecto de lo que se esperaba. Las
conclusiones de esta campaña en la región señalan los vaivenes del
clima, que en una seguidilla de granizadas, excesos pluviales, estrés
calórico y excesos pluviales –otra vez- pusieron en jaque la producción.
Termina, sin embargo, con rindes en el rango de los promedios
históricos, lo que no significa rentabilidades normales ya que los
costos de esta cosecha fueron fenomenales. Con un avance de cosecha del
90% en soja de primera y del 78% en soja de segunda ocupación, el
promedio de rinde de la región está en 35,0 qq/ha y 28,0 qq/ha,
respectivamente.
¿El nuevo maíz dará el batacazo?
A
pesar de que la recolección del cereal está retrasada y hay ajustes
negativos en los rindes de los tardíos, la opción de hacer maíz en la
próxima campaña ya se tantea frente al deteriorado estado que muestran
los lotes post temporal. Precios atractivos y necesidades de rotación
podrían poner rumbo hacia la mayor campaña de maíz de los últimos 5
años. El avance de cosecha del maíz temprano es del 83% y el rinde sigue
estimándose en 93 qq/ha. Los maíces tardíos traen aparejadas dudas en
lo que hace a rindes y calidad, tras el temporal. La cosecha se
postergará hasta el invierno.
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