La obra sería sobre el río Carapé. Es parte de un anteproyecto de la
Subsecretaría de Asuntos Hídricos, para una de las subcuencas del norte
de Córdoba.
La factibilidad de ejecutar un dique
sobre el río Carapé, a 2,5 kilómetros de Ascochinga, como parte de la
sistematización de la cuenca, fue analizada durante una asamblea en la
Sociedad Rural de Jesús María (SRJM).
Un equipo multidisciplinario de la
Universidad Nacional de Córdoba (UNC) participó de la reunión a modo de
relevar inquietudes sobre un anteproyecto de la Subsecretaría de Asuntos
Hídricos, según informó la SRJM. El plan es parte de la estrategia
desarrollada por la provincia para prevenir futuras inundaciones en el
territorio provincial.
Impacto. Encabezado por
Franco Francisca, especialista de la Facultad de Ciencias Exactas, el
grupo de técnicos expuso ante asambleístas, amparistas y público en
general sobre el alcance de la obra y las condiciones para su aprobación
mediante asamblea pública.
"Lo que nosotros estamos haciendo es un
estudio de impacto ambiental de un anteproyecto de la Subsecretaría de
Asuntos Hídricos sobre el río Carapé. La evaluación tiene que estar
lista a fines de mayo, para ser presentada ante audiencia pública.
Recién ahí, se determinará si la obra continúa o no su cauce", explicó
el Ingeniero.
Francisca aclaró que el informe
multidisciplinario tiene como propósito comprobar si la obra pone en
riesgo la conservación de la reserva natural por donde pasa el río
Carapé, conocida como Reserva Natural de la Defensa.
¿En qué consiste la obra? Según
detalló el equipo técnico de la UNC, la obra proyectada sobre el río
Carapé forma parte de un plan sistémico que incluye la regulación de
otras cuatro subcuencas, como la de Santa Catalina y San Miguel. "Si
bien tenemos tentativas para mitigar otras cuencas mediante un sistema
de macroembalses, desde la Subsecretaría nos pidieron empezar con el
estudio del Carapé", indicó.
Según explicó Francisca, la obra
aportaría soluciones de forma eficiente e inmediata, su construcción
demoraría entre uno y dos años y generaría una respuesta rápida en lo
que respecta a la regulación del caudal aguas abajo.
Contener las crecidas. En
términos técnicos, se trataría de una presa de hormigón, con gran
capacidad de almacenamiento y una altura máxima de 20 metros. "Es un
embalse planificado para contener las crecidas y controlar el caudal
máximo que puede tener el río. Para su construcción, se necesitaría un
total de 30 hectáreas entre el espejo de agua y los caminos",
expresaron.
Los especialistas aclararon que el dique
no estaría permanentemente lleno, sino que llegaría a su nivel máximo
cuando haya crecidas. "Funcionaría como una suerte de pulmón regulando
la parte alta de la cuenca y disminuyendo la velocidad del agua",
explicaron.
Fuente: Agrovoz.