Por el freno en la economía, cayeron las ganancias de grandes empresas. Pablo Fernández Blanco

SanCor, Mastellone, YPF, Telecom y compañías de servicios públicos perdieron plata o ganaron menos; se debe a la baja del consumo y a un frente externo complejo

Aunque la suerte puede resultar distinta según el tipo de negocio y las características de la compañía, el estancamiento de la economía dejó su rastro en los resultados de algunas de las mayores empresas del país en el primer trimestre del año.

El contexto local, sumado a las condiciones externas adversas para algunos mercados, hizo que anotaran en los primeros tres meses de 2016 una reducción de sus ganancias o un aumento de sus pérdidas. Así lo corroboran los balances que enviaron en los últimos días a la Comisión Nacional de Valores, el organismo de control bursátil.

Aunque se las acusa de echarle leña a la inflación, SanCor y Mastellone, dos de las empresas alimenticias cuyos productos están cerca de las preferencias del consumidor argentino, volvieron a cerrar con números rojos sus balances.

La primera anotó pérdidas por $ 1527 millones en el primer trimestre, un 316% más que los $ 367,23 de quebranto que había tenido en el mismo período del año pasado. La empresa justifica sus resultados en la mala performance del mercado externo "absolutamente limitado, tanto en precio como en volumen", lo que llevó a que las empresas del sector intentaran colocar más producto en el país, algo que condujo a la reducción de las ganancias.

La dueña de La Serenísima, en tanto, redujo en 23% sus pérdidas, que siguen siendo muy altas ($ 140,58 millones). La firma acusa que fue afectada porque "los volúmenes de ventas han estado afectados por la baja en el nivel de consumo nacional", mientras que en el plano internacional los productos lácteos continuaron en baja.


Los Grobo, la agropecuaria de la familia Grobocopatel, aumentó 43% su rojo, hasta los $ 121 millones. Como dato negativo, informó que la unidad de negocios de agroinsumos tuvo un pequeño retraso en las ventas por la demora de la cosecha por temas climáticos y la variación de los precios de granos. De todas maneras, sostuvo que "las perspectivas para la próxima campaña son muy buenas debido a distintas medidas macroeconómicas tomadas que impactan al sector".

Quickfood, que entre otras marcas tiene a las hamburguesas Paty, tuvo un incremento de 10 veces en su rojo, hasta los $ 77,81 millones.

Las compañías de servicios públicos representan otro caso curioso. Aunque en la primera parte del año el Gobierno dispuso aumentos promedio de 500% para la electricidad y de 300% para el gas, los mayores ingresos para las empresas aún no llegaron a sus cajas. Por eso las más grandes continúan mostrando números negativos.

Metrogas, la distribuidora de gas más grande de América latina, que presta el servicio en la ciudad de Buenos Aires, perdió $ 586,12 millones, 390% más que en el mismo período del año pasado, y Gas Natural Fenosa, que tiene la concesión del mismo servicio en el Gran Buenos Aires, perdió en el primer trimestre casi $ 50 millones, un 11% más que en el primer trimestre de 2015. Entre las transportadoras, por caso, TGN, que administra los gasoductos troncales del norte y centro del país, tuvo un quebranto de $ 132 millones, casi 8 veces más que en 2015.

Las eléctricas no marcaron la diferencia. Edesur, por ejemplo, anotó pérdidas por $ 631,49, que se comparan con resultados positivos del año pasado, mientras que Edenor tuvo un rojo de $ 125 millones. Es posible que el Gobierno disponga alguna norma que modifique sus resultados contables.

Entre las compañías más grandes del país, Telecom fue otra que redujo 10% sus ganancias en comparación con los resultados de 2015, y Siderar, la fabricante de chapa de la famila Rocca (vende una parte de su producción a la industria automotriz y a fabricantes de electrodomésticos), recortó 13,64% sus ganancias.

Las empresas relacionadas con el sector petrolero se llevan un párrafo aparte. YPF es el caso icónico. La mayor compañía del país, que casi siempre mostró resultados crecientes desde la estatización, sufrió una estrepitosa caída del 60% en sus ganancias. Se estima que esa tendencia continuará en los próximos trimestres. Esos números se deben a varios factores. Pese a la molestia que causó en los consumidores, el traslado de la devaluación de diciembre a los precios de las naftas fue paulatino, algo que se notó en sus números. Y sufrió un recorte en el precio del barril de crudo, lo que limitó su facturación.

Pan American Energy, la segunda entre las mayores petroleras del país, también redujo sus utilidades.

El estancamiento de la economía parece, sin embargo, pasar por el costado a otras compañías. El Grupo Clarín, Aeropuertos y Molinos son algunas de las ganadoras del primer trimestre.


La recesión llegó a la contabilidad

Algunas de las mayores compañías sienten las menores ventas

SanCor

316%
Foto: LA NACION


Es el alza de las pérdidas que sufrió la alimenticia en el primer trimestre, hasta 1527 millones de pesos

Telecom

-10,2%
Foto: LA NACION


La compañía redujo sus utilidades con respecto al año pasado, hasta los 935 millones de pesos

Siderar

-13%
Foto: LA NACION


La fabricante de chapa de la familia Rocca redujo en ese porcentaje sus ganancias en el primer trimestre

YPF

-60%
Foto: LA NACION
La petrolera es un caso icónico. Por la devaluación y la caída del crudo, se desplomaron sus ganancias