El cálculo, realizado por el Inta
Brinkmann, comprende las pérdidas en cultivos, producción de leche,
mortandad de animales y roturas de caminos. Es la zona donde más llovió
este año.
Un informe elaborado por la Agencia de
Experimentación Regional (AER) Brinkmann del Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria (Inta) estima que las pérdidas por las
inundaciones al norte del departamento San Justo (noreste de Córdoba)
llegan a casi 900 millones de pesos.
Este monto surge de computar la hacienda
que se mandó a faena porque no podía seguir produciendo, los terneros
que fallecieron por las contingencias, las hectáreas perdidas de
pasturas y soja, los millones de litros que no produjeron los tambos y
las roturas de los caminos rurales.
Datos. En total, el
cálculo del Inta Brinkmann es una pérdida global de 872,8 millones de
pesos, de los cuales la mayoría responde a las 60 mil hectáreas que no
se cosecharán de soja y que representan 420 millones de pesos; y a
88.800 hectáreas de pasturas, que implican casi 200 millones de pesos.
La merma productiva de los tambos
también es elocuente: 800 millones de litros menos, que significan 72
millones de pesos que no recibirán los productores, que además debieron
enviar a faena 2.500 animales, que suponen 8,7 millones de pesos; y
sufrieron la muerte de 3.330 terneros, que representan casi siete
millones de pesos. El dinero necesario para reparar los caminos alcanza
los 170 millones de pesos.
Lluvias extraordinarias. El
área de influencia de la AER Brinkmann se sitúa sobre la ruta
provincial 1, desde Morteros a Porteña, y sobre la ruta provincial 17,
desde Seeber a Marull; al este y sureste de la laguna de Mar Chiquita.
Esta zona es la que recibió el mayor
caudal de precipitaciones en lo que va del año. Según el Inta Brinkmann,
“durante marzo y abril, en la región cayeron en promedio de 300 a 500
milímetros de lluvia en sólo 20 días”.
El Sistema Pluviométrico del Ministerio
de Agricultura y Ganadería no sólo corroboran esta información sino que
arrojan aún datos más sorprendentes: las ocho localidades donde más
llovió en 2016 están en esa zona de Córdoba. El listado es encabezado
por Morteros (827,5 milímetros) y luego le siguen Brinkmann (779),
Colonia 10 de Julio (772), La Paquita (768), Seeber (764,5), Colonia
Vignaud (733), Porteña (728,5) y Colonia Valtelina (721).
Los problemas de esta situación no se
reducen sólo a los anegamientos, sino que también agravaron la
problemática derivada de napas freáticas que se encuentran a pocos
metros de la superficie y en algunos casos casi a nivel del suelo, lo
cual impide la pronta recuperación de lotes destinados a pasturas y
verdeos de invierno.
Tambos. Esta región,
que forma parte de la cuenca lechera más importante de Latinoamérica,
tiene como principal actividad económica justamente la producción de
leche. Según la AER Brinkmann, hay unos 740 tambos gerenciados por 500
productores, cada uno de los cuales tiene un promedio de 150 vacas en
ordeñe, producen 2.700 litros diarios promedio y generan ingresos en
conjunto por seis millones de pesos al día.
Las lluvias fueron letales para ello: el
cálculo es que la producción se redujo de 40 a 50 por ciento en abril
con respecto al mismo mes del año pasado, lo que hizo que el dos por
ciento de las unidades productivas dejaran la actividad. “Enviaron sus
vientres a faena y no fueron relocalizados en otros establecimientos,
destaca el informe. Y agrega la problemática de la mortandad de
terneros, que “es de un 15 por ciento adicional, lo cual afectará la
reposición y recomposición de los rodeos vigentes”.
Caminos destrozados. Como
en el resto de las regiones inundadas, el estado de los caminos es uno
de los principales inconvenientes. La evaluación del Inta Brinkmann al
respecto es la siguiente: “Debido al temporal, 80 por ciento de red
arenada-ripiada, lo cual representa 782,7 kilómetros, necesitará reponer
material; seis por de la red total se encuentra bajo agua, lo que
representa 187,8 kilómetros que deberán restaurarse cuando se retire el
agua; 60 por ciento de la red total tiene necesidad de restauración
(abovedado y cuneteado), lo que representa 1878,5 km”.
Problemas potenciales. En
este contexto, el informe destaca cinco problemas potenciales que
presenta este drama que atraviesan los productores del noreste cordobés
1. Reducción de rodeos. La falta de
piso, mortandad de pasturas, necesidad de un uso eficiente de las
reservas y escasez de capital circulante, generan la reducción de los
planteles lecheros y de invernada que se destinan a feria o frigorífico
2. Lento recupero de la producción de
leche. La caída de la producción lechera tendrá un lento recupero y
comparado con el año 2016, el balance productivo anual de leche cerrará
con una pérdida de casi el 30 por ciento. Según las actuales reglas del
mercado interno de leche, esto mantendrá un precio sostenido por litro
de leche, ya que no habrá excedentes.
3. Aumento precio de la leche. La baja
en la oferta de leche impulsa la suba del precio del litro, lo cual
ayudará a recomponer la facturación del productor para poder solventar
sus gastos corrientes, aunque este aumento no alcanzará para recomponer
la descapitalización por venta de rodeos ni el endeudamiento previo a la
actual situación crítica. Solo aprovecharán la mejora de precios,
aquellos productores que previo al temporal se hallaban en mejores
condiciones financieras.
4. Mayor endeudamiento. Según muestreo
de explotaciones representativas de la región, la tasa de endeudamiento
sobre activos disponibles (sin tierra y bienes de uso) previo al
temporal, era del 30 por ciento. Actualmente, esta tasa llega en algunos
casos al 100 por ciento debido a la falta de disponibilidades, la baja
de precios y reducido stock de bienes de cambio potencialmente vendibles
(animales de reposición). Por tal motivo, se recurre a tarjetas de
crédito, ampliación de márgenes de descubiertos en cuenta corriente
bancaria, créditos en mutuales a tasas mayores al 35 por ciento y
cheques diferidos. Las cooperativas agrícolas ganaderas también ven
afectada su liquidez. Esta situación generará en el corto plazo un corte
en la cadena de pagos del sistema comercial regional ya que el
productor no podrá acceder a través de cuenta corriente a insumos
estratégicos.
5. Daños indirectos al sistema económico
regional. Esta situación de crisis productiva, genera una reducción
significativa en el ingreso de dinero a toda la región, impactando
negativamente en la actividad económica, comercial, industrial y de
servicios de las ciudades, pueblos y comunas de esta cuenca lechera,
generando desempleo y cierre de pequeñas pymes y comercios.
Fuente: Agrovoz.