Una mirada integral conduce a pensar en soluciones agronómicas, con gramíneas y pasturas en el sistema.
Días atrás, en el marco de las sucesivas
reuniones que se vienen desarrollando con los productores que están
sufriendo las consecuencias de los anegamientos, tuvimos la oportunidad
de confluir en Marcos Juárez, San Francisco y Morteros con el ministro
de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, y parte de su equipo.
Allí, con la presencia de hombres de
campo que saben bien de qué se trata esto de producir y trabajar la
tierra, coincidimos en que al margen de las soluciones más urgentes que
deben darse para hacer frente a la problemática de los excesos hídricos
(caminos, infraestructura, financiamiento) la mirada integral conduce
también a pensar en soluciones agronómicas.
En esto, entidades como el Inta van a la
cabeza de los estudios y documentos que argumentan sólidamente esta
necesidad de incentivar, por ejemplo, los cultivos de invierno. Se suman
las casas de altos estudios, organizaciones de profesionales y diversas
entidades del sector. Haciendo un poco más de memoria, ya en febrero –y
a raíz de intercambios con la Nación– se comenzó a hablar de este
concepto.
Ideas fuerza. ¿Y qué
significa “pintar Córdoba de verde”? Básicamente, promover la siembra de
cultivos y pasturas invernales, gramíneas como el trigo para grano (las
estimaciones indican un gran crecimiento de este cereal para la nueva
campaña), la cebada o el centeno.
Incentivar también cultivos de
cobertura, verdeos y leguminosas invernales como el garbanzo. ¿Por qué?
Porque constituyen un verdadero arsenal para el incremento de los
consumos hídricos.
En períodos excepcionales como el que
atravesamos, con promedios de milimetrajes muy por encima de lo normal, y
con una situación que ya trae de arrastre niveles freáticos
complicados, se vuelve indispensable hacer uso de todos los mecanismos a
nuestro alcance para revertir este desequilibrio hídrico.
Emergencia en el este. El
martes de esta semana, con gran parte del equipo de trabajo del
Ministerio de Agricultura y Ganadería, visitamos las localidades de
Porteña y Altos de Chipión, en el departamento San Justo.
En esa zona también la Provincia tuvo que declarar el estado de emergencia agropecuaria por los excesos hídricos.
Allí, a modo de introducción, expusimos a
los productores un diagnóstico de la situación actual que se atraviesa
en grandes áreas de la zona núcleo.
Las causas del agua en superficie son,
por supuesto, las precipitaciones intensas, pero también los aportes de
aguas provenientes de unidades geográficas más altas; las napas
freáticas al tope, como consecuencia de una situación recurrente de
excesos, y el cambio de uso de suelo. Con este panorama, el sistema no
puede evacuar ni consumir los excedentes en lapsos cortos de tiempo.
Pensar a largo plazo.
Por todo lo expresado surge esta traducción de un objetivo a un eslogan,
si se quiere. Pintar Córdoba de verde es pensar a largo plazo; es
continuar instaurando un modelo de producción que, con los beneficios
económicos, traiga de la mano un desarrollo cada vez más sustentable; es
frenar la erosión, es evitar la degradación porque los rastrojos son
escasos. En definitiva, es generar beneficios ambientales y sociales.
Por distintas razones y en diferentes
ambientes, como las zonas del norte provincial, este año allí también se
tiene la oportunidad de pintar Córdoba de verde. No hay mejor manera de
aportar soluciones a una problemática si las mismas conjugan
productividad, cuidado de los recursos y visión sostenida en el tiempo.
Fuente: Agrovoz - Autor: Dr. Sergio Busso - Ministro de Agricultura y Ganadería de la provincia de Córdoba.