La soja no cede posiciones. Pablo Adreani

A pesar de que la cosecha subió el ritmo, los precios siguen firmes. El maíz ofrece la opción de cerrar el precio a 183 dólares la tonelada.

Estamos a punto de concluir abril, el mes más llovedor de toda nuestra historia contemporánea; esta situación climática extrema ha traído consecuencias negativas irreversibles en el volumen de producción de los cultivos de verano en pleno momento de cosecha.

La soja ha sido el cultivo más perjudicado con pérdidas estimadas que van de cinco a nueve millones de toneladas. Esta última estimación está basada en un profundo análisis efectuado por AFA (Agricultores Federados) publicado en el transcurso de esta semana. El informe estima perdidas en las provincias de Córdoba y Santa Fe, muy similares y en el orden de los 2,15 millones de toneladas en cada una de ellas.

Más allá de las pérdidas finales, el hecho concreto es que las excesivas lluvias ocurridas en las principales zonas de producción de la Pampa Húmeda han frenado los trabajos de cosecha y han impactado en forma directa en el patrón de comercialización. Toda la logística de postcosecha, del campo al acopio o a las terminales portuarias y a las industrias aceiteras se ha visto distorsionada por la imposibilidad de cosechar y de transportar los granos ante la realidad de caminos intransitables.

El clima durante esta semana ha permitido avanzar en las tareas de cosecha y el transporte de la soja a los elevadores portuarios. Prueba de ello ha sido el fuerte aumento en la cantidad de camiones arribados a las terminales. De acuerdo al informe publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario, al 27 de abril, había 2,174 camiones de soja a la descarga. La cifra contrasta con los 700 camiones que había un par de semanas atrás. En términos globales, la cosecha muestra un fuerte atraso contra la situación registrada tan solo un año atrás, cuando el porcentaje cosechado llegaba al 46 por ciento y en estos momentos solo se lleva recolectado el 16,4, de acuerdo al Panorama Agrícola Semanal elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Mientras todo esto sucedía, los fondos en Chicago tomaban nota de la situación en Argentina. En coincidencia con la desvalorización del dólar con respecto al resto de las monedas seguían consolidando un aumento en su posición comprada. Desde comienzos de mes, el mercado de soja consolidaba subas superiores al 11 por ciento llegando al máximo contrato de 378 dólares para la posición julio. La reacción sobre nuestro mercado no se hizo esperar y en el mismo periodo se consolidaron subas en el Término de Buenos Aires (Matba) muchos mayores. Tanto la soja disponible como la posición mayo acumulan subas de 14,5 por ciento, llegando a cotizar en niveles entre 251 y 253 dólares. Estos precios eran impensados tan solo tres semanas atrás; el desastre climático fue el principal factor de suba del mercado. Las posiciones futuras largas muestran aumentos algo menores, con ganancias menores al 10 por ciento.

En el caso del maíz, la situación técnica del Matba en la posición abril impacta en el disponible con un cierre de 183 dólares. Prueba que estamos ante una situación técnica y excepcional lo muestra el cierre de la posición Junio a 160 dólares, un caída de 23 dólares con respecto al disponible.

Quien tenga maíz para vender y entregar no debería desaprovechar esta oportunidad: de poder cerrar un precio a 183 dólares. Ya que difícilmente lo podamos volver a ver durante la actual campaña; salvo algún desastre climático mayor al que hemos tenido hasta el momento.
*Analista del mercado