La humedad continúa complicando la cosecha de granos gruesos. C. Marin MOreno

La cosecha de granos gruesos sigue con muchas complicaciones por motivos climáticos. En la zona de Rufino, por ejemplo, recién se ha recolectado un 50% del área implantada con soja porque hubo pocos días para operar con las máquinas.

A su vez, los porotos de soja tienen alto porcentaje de humedad, frente a lo cual algunos productores siguen esperando el secado natural. Esa decisión no sería lo más conveniente, en virtud del deterioro de las vainas y del posterior desgrane. "Con 18% de humedad cosechá, porque lo que vas a perder por caída de granos es superior al costo de la secada", aconseja un asesor de la zona a sus clientes. "Pagar secada es un buen negocio este año; hay que negociar y buscar un acuerdo con el acopio para lograr una tarifa razonable", entiende el consultor, que recorrió muchos lotes de soja en las últimas semanas.
En los campos más encharcados, la estrategia más difundida es ir cosechando las lomas con piso firme y dejar el resto más complicado para cuando se pueda entrar sabiendo que, finalmente, esa mercadería será objetada por la industria.
En general, los rindes obtenidos son menores a los esperados por la demora en la cosecha y por la pérdida de calidad. En las pocas áreas en que la trilla se pudo realizar en el momento adecuado se observaron mayores rendimientos en campos bien rotados que en los de monocultura sojera. "Las diferencias llegaron al 15%, alambre por medio, entre un campo alquilado y otro que siguió una rotación diversificada. La amplia disponibilidad de humedad que generó El Niño permitió la expresión de todo el potencial de rendimiento de la genética en estos ambientes y mostró los perjuicios edáficos que genera la soja como único cultivo en campos arrendados", ilustra el profesional.
En la zona más afectada por los temporales de abril, por ejemplo Entre Ríos, ya no hay cosechadoras encajadas pero los acopios están "importando" mercadería del sur de Córdoba para mezclar y mejorar la calidad, ya que la soja con mucho dañado no da aceite y harina aceptables por los demandantes.
Mientras tanto, los maíces de primera que están totalmente secos en el sur de Santa Fe y muchos productores que ya trillaron la soja los cosechan tratando de capturar los altos precios de los últimos días. Los tardíos tienen 18-19% de humedad. "Están más secos que en campañas anteriores porque la falta de lluvias y los calores de marzo mataron las plantas; en igual fecha de campañas previas todavía estaban verdes", comenta el profesional.
Casi todo lo que se cosecha en la zona se vende para pagar cuentas. "Este año hay muy pocos silobolsas en los campos", observa el titular de una agronomía local. Esta obligación de vender llega a las empresas más grandes. "A un pool que opera en campos cercanos a Rufino sólo le queda el 30% de la producción obtenida; con eso, sólo podría hacer frente al 50% de la inversión necesaria para el nuevo ciclo. Por esa causa, va a reducir la superficie por implantar en 2016, que tiene como telón de fondo amenazante el efecto devastador de La Niña.
La iliquidez reinante también repercute en la economía de los propietarios de campos. "En 2016, muchos dueños privilegian el pago adelantado del alquiler porque tuvieron muchos problemas para cobrar las últimas cuentas del ciclo 2015/16", admite el técnico.
Algunos propietarios no quieren dejar los pagos "para después" y llegan al extremo de aceptar ofertas con importes 10% menores con tal de capturar el 100% de aquél con anticipación. Por supuesto, esa forma de pago es ofrecida por muy pocos arrendatarios.