“Queremos volver a enamorar al sector agropecuario argentino”

Lo dijo Carlos Melconian, titular del Banco Nación. Quiere cerrar las heridas que la gestión anterior abrió con el campo. Y este año volvió a Expoagro.
 

1- El Banco Nación reestableció sus vínculos con el campo, que estuvieron atravesados por graves cortocircuitos en el anterior Gobierno. ¿Usted qué visión tiene del sector agropecuario?

Claramente, es un sector muy relevante de la economía argentina, que tiene que ver, en principio, con cómo Dios dotó a este país. Yo visité Armenia, de donde es mi familia, y allí la ventaja comparativa son las montañas, sobre la que estructuran buena parte de sus actividades. La Argentina, en cambio, ha sido privilegiada por sus tierras. Eso, para empezar, es un dato de la realidad. Incontrastable.

2- Pero la Argentina agroindustrial va mucho más allá…

Obviamente. Dejame seguir. Cuando a todo eso se le agrega el talento intrínseco de la sociedad argentina y los avances tecnológicos que se han ido incorporando a lo largo de las décadas, se multiplican las ventajas comparativas originales. Te doy otro ejemplo: yo conocí Las Lajitas, una especie de mini pampa húmeda en el medio de Salta, con un potencial productivo increíble. Y todo eso es lo que la Argentina puede ser y queremos apoyar.

3- ¿Con qué objetivos van a ir estructurando el respaldo del banco al sector?

Creo que hay que pensar que lo que pasó con la agricultura argentina tiene que pasar también con la ganadería. Y hay otras áreas de la agroindustria que también tienen un enorme potencial. Tenemos que apoyar a las empresas y a los productores para que cada vez hagan más pollo, para agregarle valor al maíz, o más fideos para agregarle valor al trigo. Esas son ideas que no me puedo borrar de la cabeza.

4- Esta idea de seguir agregando valor a veces parece asumir el hecho de que, si no se producen esas transformaciones que usted menciona, la agricultura por sí misma no es una actividad con mucho valor agregado…

Mirá... Tengo sobre estos temas la visión descontaminada de un economista sin historia en el campo y sin intereses en él. Una visión casi “virginal” al respecto. Está claro que el campo de hace 100 años no es el de ahora. Y que ahora hay un entramado industrial agropecuario muy importante que confluye en el negocio de la agricultura. Pero también creo que se puede seguir creciendo en el agregado de valor y eso es lo que queremos apoyar.

5- En los últimos años, el Banco Nación estuvo en la vereda de enfrente del campo. Fue casi una herramienta para castigarlo. ¿Cómo piensa cerrar esa herida?

Aún antes de los últimos años, la Argentina tuvo malas políticas económicas en general. Y lo digo hablando de antes de la agresión que sufrió el campo en los últimos 10 años, una agresión no solo tributaria, sino más amplia. A este banco Cristina le ordenó que no le prestara al sector y se hizo de una manera extraña. Cuando yo llegué y levanté ese cepo que impedía prestarle a los que no habían vendido su soja me encontré con que la restricción se había puesto en práctica sin ninguna norma interna. Simplemente fue una orden, así que no tuve que cambiar nada para levantar esa especie de cepo sojero.

6- Y más allá de lo “político”, ¿qué pasos concretos está dando el banco con el sector?

Estamos trabajando para volver a seducir al productor agropecuario. Lo hacemos codo a codo con el Ministerio de Agroindustria, por ejemplo, para poder brindar tasas subsidiadas. Ya multiplicamos hasta por cinco los montos para prestar. No queremos perder plata, pero queremos poder dar préstamos que sean más baratos que el resto de los bancos. Queremos volver a enamorar al sector agropecuario.

7- Entonces, el mercado de créditos del sector, ¿va a empezar a ver muy activo al Nación?

En los últimos años esta entidad sufrió un serio deterioro y así perdimos penetración en el mercado. Pero queremos usar la plata de la gente, que es plata privada, para darle crédito al sector privado. El banco dio préstamos al sector público hasta el límite. Eso ahora tiene que cambiar.

8- Hoy el nivel de la tasa de interés en la Argentina parece muy alto. ¿Qué rumbo seguirá?

Lo que va a pasar es que, a medida que vaya bajando la inflación, irá bajando la tasa. Para poder prestar más hay que atraer al ahorrista, recuperarlo, darle una tasa que le sirva, pero la clave es bajar la inflación. Ahora, le estamos sacando al agro el castigo que tenía desde la política. Y eso va a empalmar con la estabilidad que va a llegar desde la economía. Con esos avances, el sistema bancario tiene que ser el 40% o hasta el 60% del PBI, como  en otros países de América Latina, y no solo el 18%, como es aquí.

9- ¿Qué evaluación hace de sus primeros contactos con el sector agropecuario?

Siento que hay un espíritu de mucha colaboración, por ejemplo de las entidades del campo, con las que hemos reestablecido el consejo consultivo que tenía el banco. Creo que eso nos va a permitir ordenar las relaciones, recibir aportes y trabajar juntos para volver a crecer.
Fuente: 
Clarín