La
brecha a cerrar entre el Gobierno Nacional argentino y aquellos
acreedores fuera de los acuerdos de canje de deuda de 2005 y 2010 parece
ser cada vez menor. El avance en las negociaciones logrado durante las
últimas semanas ha otorgado impulso al mercado local, con el Merval
finalmente alcanzando saldo positivo para lo que va del año (ver
gráfico).
La
propuesta inicial realizada hace dos semanas establece un tratamiento
diferencial a los acreedores según su situación judicial. Los tenedores
“que no cuenten con medidas cautelares Pari Passu” recibieron una oferta
base por la cual obtendrían el 100% del capital original más un 50%
adicional sobre el mismo monto. Por otro lado, aquellos que sí cuenten
con dicha cláusula alternativamente podrán optar por recibirían una
quita del 30% sobre las sentencias monetarias dictadas con anterioridad
al 1 de Febrero, o sobre el valor devengado del reclamo en caso
contrario. Si la oferta hasta la jornada de hoy inclusive, dicha quita
se reducía a un 27,5%. En total, se desembolsarían alrededor de u$s
6.500 millones. Éstos se obtendrían a partir de la emisión de nuevos
títulos públicos de manera de no comprometer la solvencia a corto plazo
de las cuentas del Estado.
La
propuesta habría alcanzado la aceptación de algunos de los fondos
impagos (EM Ltd., Montreux Equity Partners, Capital Markets Financial
Services) a la vez que de una demanda colectiva en una corte
norteamericana cuyo número de bonistas aún se desconoce. Otros
acreedores, menos dispuestos a aceptar algún tipo de quita sobre lo
adeudado, podrían perder una de sus principales herramientas de
negociación en el levantamiento de la restricción que impide realizar
los pagos de deuda a los bonistas que aceptaron las reestructuraciones
de 2005 y 2010 bajo ley de Nueva York por representar un tratamiento
inequitativo entre tenedores.
Las
esperanzas de un acuerdo en el corto plazo a la vez que una mayor
firmeza en los diferentes mercados de renta variable a nivel
internacional permiten al Índice Merval finalizar la semana con un
retorno positivo del 4,9%, con sólo uno de sus componentes (Edenor) mostrando
pérdidas. No obstante, su comparación con el Índice Merval Argentina –
que sólo mide la performance de empresas locales – señala que existen
dos realidades a la tesitura que atraviesa el mercado argentino.
Mientras
las acciones financieras - con Banco Macro a la cabeza - registran
ganancias para lo que va del año superiores al 15%, el Merval continúa
viéndose arrastrado por el desplome de las acciones de Petrobras Brasil.
Ello resulta paradójico considerando que YPF, en parte gracias a la
mayor firmeza mostrada por el crudo en las últimas jornadas, registra
para lo que va del año un rendimiento positivo algo superior a las
pérdidas de los títulos de Petrobras. Más allá de los escándalos de
corrupción asociados a la empresa, parece existir un cambio de paradigma
con respecto a la percepción sobre las dos economías más grandes de
Sudamérica.
En
la medida en que Argentina parece estar cada vez más cerca de poder
reinsertarse en el mercado de crédito internacional, Brasil una vez más
es víctima de un recorte en la calificación de su deuda soberana.
Standard & Poor’s rebajó la nota de sus títulos a BB, presionando
al alza los rendimientos que se exigían por los mismos. En cambio, los
bonos locales se encontraron más demandados, particularmente los
denominados en pesos, con el Discount Ley Argentina registrando un alza
de alrededor de 4,5%. Entre los títulos en dólares se destacó el Bonar
X, con un alza de 1,7%. Los dollar-linked mostraron mejoras bastante
menores, con el Bonad 17 registrando una mejora de un 1%.
Las
plazas accionarias globales lograron romper la racha bajista de las dos
últimas semanas (ver cuadro adjunto) manteniendo el alto nivel de
correlación que han mostrado con el petróleo. Los
contratos de futuros de este último se recuperaron levemente merced a
la aparición de los primeros avances tangibles hacia un acuerdo con
respecto a los niveles de producción entre los principales productores
del este. Arabia Saudita acordó con Rusia (país que no pertenece a la
Organización de Países Exportadores de Petróleo u OPEP) congelar el
nivel de producción a un volumen similar al de enero pasado.
Otros
países de la OPEP como Venezuela, Qatar, Kuwait y los Emiratos Árabes –
quienes viesen sus balanzas comerciales fuertemente deterioradas por la
caída del valor del crudo – se mostraron dispuestas a incorporarse al
pacto. Irán, por su parte, se muestra reticente a
aceptar el congelamiento en la medida en que apenas empieza a recuperar
sus exportaciones luego del levantamiento de las sanciones comerciales
producto del acuerdo nuclear que alcanzó con Estados Unidos. No
obstante, estaría dispuesto a respetar un cierto ritmo de alza en su
extracción para lo que resta del año. Existe, sin embargo, escepticismo
con respecto a cómo mantener la producción en niveles casi récord como
los del mes de enero pueda facilitar una mayor estrechez en el mercado
global de petróleo.