La
interrupción de los frentes de lluvia y el calor quebró la posibilidad
de superar la campaña récord del año pasado. Aunque el futuro es
incierto, el estado de los cultivos de soja y los recientes aportes a
las reservas de agua permiten estimar un rinde promedio nacional de 30
qq/ha, y hectáreas perdidas en torno a las 800 mil ha. El cultivo de
maíz concretó rindes al resguardo de las altas temperaturas y se estima
un rinde medio nacional de 74 qq/ha. Las recientes lluvias llegaron a
tiempo para seguir sosteniendo altas las expectativas productivas, pese
al escenario de fuertes temperaturas que no ceden. Las lluvias del fin
de semana pasado fueron claves. Las que se pronostican también, más aún
en una campaña que registra uno de los golpes térmicos más largos de los
últimos años.
La
producción de soja se estima en 58,5 millones de toneladas, pero su
concreción depende de las lluvias de los próximos días y el
comportamiento de los frentes en las próximas semanas. Esta es una
campaña de contrastes; primero con excesos hídricos que recortaron
superficie cosechable sobre todo en la franja oeste, el caso de Córdoba,
y, desde mediados de enero, con falla de lluvias y elevadas
temperaturas presionando el este. En zonas costeras del río Paraná se
observan manchoneos sin plantas y se prevén bajas considerables en los
rindes. Entre Ríos ya sucumbió al embate de la falta de agua y las altas
temperaturas; la estimación de rinde promedio de soja cayó a 24 qq/ha.
Los problemas en las siembras dejaron 200 mil ha de lado. Ergo, se
estima la superficie sembrada con soja en 20,3 millones ha. Es
destacable igualmente el estado de los cultivos de Santa Fe, sur de
Córdoba y oeste bonaerense ya que los rindes podrían orillar los máximos
históricos; Santa Fe, por ejemplo, registraría un récord de 37 qq/ha.
Pero con las reservas acechadas por la fuerte ola de calor, el clima
pesará enormemente para que las cifras no trastabillen. También será
importante que los factores bióticos no se interpongan en las próximas
semanas. La oleaginosa se encamina a muy buen nivel de producción
unitaria, si bien por debajo del excelente año pasado.
También
el maíz se consolida con mejores expectativas, arrojando 24,2 millones
de toneladas de producción. La producción estimada aumentó en 400 mil t
frente al informe anterior debido a las expectativas de ajustes
positivos en los rindes maiceros de las provincias de Córdoba, Santa y
Entre Ríos. Santa Fe está muy próxima a obtener un rinde medio de 91
qq/ha, Córdoba de 84 qq y Buenos Aires podría acercarse a 76 qq/ha. Sin
cambios en el hectareaje implantado en el norte del país, se mantiene la
estimación de superficie total en 4,0 millones de hectáreas.
Soja 2015/2016
Región Pampeana
Durante
la segunda quincena de enero se interrumpió de forma abrupta el régimen
pluviométrico: los grandes eventos de lluvias que venían sucediéndose
desaparecieron al tiempo que la fuerte presión térmica pasó a dominar en
todo el territorio nacional. Hay un giro preocupante en las condiciones
de la campaña actual. Con
el reciente alivio que dejó el frente que visitó la región central del
país el pasado fin de semana (6 de febrero) se mantienen las buenas
condiciones de los cultivos de soja en general, pero han quedado áreas
afectadas en el este de la región central en parte de Buenos Aires y
Santa Fe, y sobre toda la provincia de Entre Ríos. La posibilidad de
encaramarse en los más altos potenciales de rindes quedó atrás y ahora
se observan condiciones heterogéneas que marcan las distintas cargas
pluviométricas y la calidad de los suelos sobre todo en la parte
oriental del país. Hay
una situación muy heterogénea que ya proyecta severos recortes de los
rindes potenciales. Se observaban manchones en los lotes de soja de
primera y en los lotes de segunda la pérdida de plantas es notoria.
De
todas formas las zonas más afectadas están bastantes restringidas y la
llegada a tiempo de las lluvias evitó que se expandiera el deterioro.
Contrariamente las zonas presionadas por la cercanía de las napas, que
estaban en niveles muy cercanos a la superficie, no mostraron síntomas
de estrés termohídrico, y se observan en condiciones más cercanas a la
normalidad. Estos cambios pueden observarse en la imagen actualizada de agua en el suelo para Argentina comparada con la situación de hace un mes.
El
litoral Atlántico mostró un leve calentamiento respecto del mes pasado
que permitió el ingreso de humedad al sudeste bonaerense generando
precipitaciones de cierta intensidad. Estas avanzan desde el sudeste de
la provincia de Buenos Aires hacia la región del Saladillo y el centro
de Buenos aires, alcanzando también en su incursión el oeste de la
provincia y el sur de Córdoba. En este punto, al encontrarse con una
zona de alta presión, las lluvias esquivan el sur de Santa Fe para
escabullirse hacia la Mesopotamia. Este circuito que permite el ingreso
de humedad, por su trayectoria esquiva las zonas que están más
comprometidas. Este mecanismo contribuye con lluvias del orden de los 20
a 60 mm y se potencia con el encuentro de masas húmedas aportadas por
fenómeno El Niño, aumentando la capacidad de descarga (generando lluvias
que pueden incluso superar los 100 mm como pasó recientemente). Aun
así, estas intensas lluvias no despejan el pulso de calor, que si bien
producen bajas temporarias de 8 a 10 grados, no alcanzan para disminuir
el régimen térmico. Las altas tasas de radiación y el curso de los
vientos preponderantes del noroeste seguirán manteniendo estas
condiciones de intenso calor. Este es el problema que amenaza al
cultivo, y lo está presionando en un momento perentorio, en
fructificación y llenado de granos. Las lluvias que se esperan para el
próximo fin de semana (12/02), tendrán este tipo de comportamiento.
De
todas maneras hasta este momento, en buena parte de la provincia de
Córdoba, Santa Fe y el oeste bonaerense los lotes de soja se encuentran
en muy buenas condiciones, prevaleciendo un crecimiento activo. Los
primeros lotes sembrados están alcanzando el máximo tamaño de semilla
con bajos niveles de plagas, mientras el resto transita el período
crítico sin mayores inconvenientes por las reservas acumuladas. Las
sojas de segunda también se están desarrollando en buenas condiciones en
este sector de la región pampeana.
NOA y NEA
En
el norte la situación hídrica se reacomodó en las últimas dos semanas. A
pesar de los problemas que ocasionaron demoras en las labores de
implantación y la imposibilidad de concretar siembras, si las lluvias
acompañan se espera que la provincia pueda alcanzar niveles normales de
producción.
Como
se observa en la imagen de agua acumulada desde enero, si bien no son
comparables los dos períodos de tiempo, porque se lo ha extendido para
incluir las recientes lluvias, se observa que estamos ante una campaña
en la que los frentes están dejando buenos acumulados en la región.
En
Chaco y Santiago de Estero, se recortaron 160 mil hectáreas que
quedaron sin posibilidades de sembrar Hubo también muchos problemas de
implantación y esto puede ser otro condicionante del potencial de rinde.
Son pocos los cuadros que están entrando en etapas reproductivas y, en
general, se proyectan rindes por debajo del promedio.
A
diferencia del informe de enero en el que se trabajó con proyecciones
en base a comportamientos históricos, ya es posible efectuar una
estimación de rendimientos. Las condiciones bajo las cuales empezaron a
definirse los rindes permiten estimar el rinde promedio en 30 quintales
por hectárea a escala nacional. Sobre la base de una superficie no
cosechable de 800.000 hectáreas, la producción de soja que podría
obtenerse en la nueva temporada sería de 58,5 millones de toneladas.
En
el siguiente cuadro mostramos los datos estimados para cada provincia
recordando que los datos de Entre Ríos son tomados del SIBER de la bolsa
de cereales de Entre Ríos.
Maíz 2015/2016
El
ciclo de los maíces sembrados en fechas tradicionales cumplió sus
etapas finales, escapando de las condiciones negativas de alta
desecación. Con buenas reservas se afirman las expectativas de rinde. La
tanda posterior está creciendo activamente y aumenta sus requerimientos
por lo que serán necesarios nuevos aportes de agua, que se esperan en
los próximos días. De todas maneras, prevalecen las muy buenas
condiciones y no hay problemas importantes de enfermedades o plagas. Aún
es difícil estimar resultados productivos para los maíces de segunda o
tardíos, que se encuentran en floración o en etapas vegetativas, en
general en buenas condiciones, aunque hay zonas afectadas por la
restricción de las lluvias. Por ahora, se espera un buen escenario
productivo para los maíces tardíos, aunque el auxilio de las lluvias
será fundamental para que cumplan sus etapas sin limitantes importantes.
De
esta manera se configuró el panorama que queda plasmado en la imagen de
las reservas de agua en el suelo para febrero (ver al final). Se nota
afectado buena parte del centro de la región pampeana, sobre todo hacia
el noreste bonaerense coincidiendo con las áreas deficitarias de enero.
El
ajuste al alza en la estimación es del 1,7% respecto del guarismo
anterior (23,8 millones de toneladas), lo que deja la campaña maicera
2015/16 con 24,2 millones de toneladas de producción. Este rinde
nacional se ha estimado en 74,2 qq/ha, cuando la estimación previa era
de 73,0 quintales. El número de producción se compone, por ende, de esa
cifra de productividad unitaria y unas 750.000 hectáreas que no
entrarían a circuito comercial. El detalle puede verse en la tabla que
sigue, tomándose para Entre Ríos los números de SIBER, de la Bolsa de
Cereales de Entre Ríos.
Las
reservas del suelo según las necesidades de una pradera permanente para
enero del 2015, enero del 2016, y primeras dos semanas de febrero del
2016: