La FAO cree que esa será la consecuencia de la devaluación de las monedas.
La devaluación de monedas como el real y
el peso frente al dólar motivará este año a los agricultores de Brasil y
de la Argentina a seguir produciendo más granos pese a la caída de los
precios internacionales, estimó ayer la Organización de la ONU para la
Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). El
economista de ese organismo, Abdolreza Abbassian, dijo a EFE que esta
"particular" caída de los precios (en 2015 sumó su cuarto año
consecutivo) ocurre en medio de una situación macroeconómica "muy
impredecible y volátil" que está afectando los tipos de cambio. A
diferencia de décadas pasadas, cuando los alimentos comercializados en
el nivel internacional procedían de unos pocos países desarrollados,
actualmente una gran parte se produce en naciones como Brasil, la
Argentina, Rusia o Ucrania.
"El impacto de la devaluación de las
monedas lleva a neutralizar el descenso en dólares de los precios de los
granos", aseguró Abbassian, que puso como ejemplo el caso del
agricultor brasileño, incentivado a producir más al ver que los precios
caen en dólares, pero no en su moneda local, el real. "Las divisas de
Brasil y de la Argentina estarán bajo presión y devaluadas, lo que
significa que los productores tienen perspectivas de expandir la
producción y de exportar más. Las víctimas serán los agricultores
estadounidenses, que deben competir con los demás, mientras que en la
zona del Mar Negro (fuertes exportadores de trigo) van a tener buenas
cosechas", detalló.
Abbassian indicó que esta situación
supone un aumento de la producción mundial de granos y un incremento de
los stocks, lo que implicaría una mayor presión sobre los precios
calculados en dólares. Lamentó que la apreciación del dólar también está
haciendo que la caída de los precios no repercuta en regiones
consumidoras e importadoras de alimentos como África. Y alertó sobre la
sequía que sufre Sudáfrica, que está reduciendo su producción y
ocasionando alzas en los valores de productos como el maíz blanco, con
repercusiones negativas en los países vecinos que compran ese grano.
El economista agregó que se espera que
el precio de la soja baje por las grandes reservas globales y advirtió
que habrá que estar pendientes de posibles cambios en la política y en
la demanda doméstica de China, que mantiene niveles récord de producción
de maíz.
Fuente: Diario La Nación.