La #Siembra15, un mensaje de esperanza. Iván Ordóñez

El sistema de agronegocios argentino se encuentra frente a una bisagra, el gobierno eliminó las retenciones (con excepción a la soja) y liberó la exportación de todos los productos agropecuarios. Desde el Estado, fuera de la tranquera, no habrá más palos en la rueda. Lo urgente, desandar un camino destructivo, pasó. Ahora es el tiempo de lo importante: construir el futuro.
Una de las aristas a la hora abrazar los desafíos es comprender que la sociedad mira con desconocimiento y a veces temor la forma en la que se producen alimentos. Hace dos meses Sebastián Senesi me invitó a cerrar el Posgrado en Agronegocios que dicta la UBA en Pergamino en conjunto con Rizobacter y al que asisten miembros de la comunidad local y productores de todo el país. En esa charla explicaba que los farmers norteamericanos se tomaban el diálogo con la sociedad urbana en serio e invertían mucho dinero y su tiempo personal para moldear con paciencia la percepción que la sociedad tiene sobre ellos. Las iniciativas eran variadas e incluían, por ejemplo, empapelar con mensajes de una excelente producción visual el subte de Washington y colocar en la rotonda del Congreso la estatua de Norman Borlaug, padre de la Revolución Verde. Los centros de decisión políticas del país.
También comprendían que las nuevas tecnologías abarataban el costo de contar su historia y quién mejor que ellos para hacerlo: inauguraron en Twitter el hashtag (tema de Twitter) #Plant15 y lo llenaron de selfies e historias, mostrando que la agricultura es una aventura familiar de amor y progreso. Twitter tiene una ventaja sobre Facebook: en el primero uno sigue a personas que rara vez conoce, mientras que el segundo los amigos primero son conocidos en la realidad para luego ser incluidos a la virtualidad. Twitter es el diálogo con el desconocido y permite conectarnos con aquellos que no son de nuestro entorno.
Leonardo Mateos, de la localidad de Roberts, estaba inquieto en la presentación y se decía: "si ellos lo hicieron nosotros podemos hacerlo mejor". El 4 de noviembre tuiteó la imagen que ilustra la nota y su mensaje sobre la #Siembra15 prendió como pólvora, cientos de productores lo siguieron. Hoy #Siembra15 tiene más de 200 fotos y gracias a los retuits se estima que 732.000 personas las vieron (vía hashtracking.com). Los productores contaron su historia, mostraron que los campos son lugares saludables donde trabajan con sus familias, exhibieron la moderna tecnología en la maquinaria agrícola que utilizan, diseminaron conocimiento sobre que es hacer agricultura y ganadería y compartieron con sus socios de la ciudad el placer de trabajar en "oficinas" como las sierras del sudeste, las llanuras santiagueñas o las lomadas entrerrianas. El lunes pasado #Siembra15 volvió a estallar, se reunieron allí varios productores-tuiteros a festejar juntos el anuncio de la baja de las retenciones mostrando el impacto positivo de la medida: "este trigo se cosechará sin retenciones" era la frase más repetida.
Cruzamos el Rubicón, la suerte está echada. De nosotros depende reconstruir el vínculo con la sociedad y explicar el impacto de este nuevo mundo al que nos exponemos. Se viene #Cosecha16.