En el exterior hay mucho de ilusión y algo de susto. La Nación

El cambio de política ganadera debería devolver a la Argentina a las grandes ligas de la exportación de carne vacuna, un lugar que dominó por muchas décadas. "Tendríamos que volver a estar pronto entre los cinco mayores exportadores del mundo", dijo Javier González Fraga. En palabras de Matías Sara, dejar de "pelear nuestro puesto en el ranking con Nicaragua y Bielorusia", y "volver a charlar de igual a igual con Uruguay y Paraguay", países que superaron a la Argentina en exportación de carne hace años.
Curiosamente, del otro lado del charco ya sienten nostalgia de la política kirchnerista, que tanto los benefició, ya que el tiro en los pies que se pegó la Argentina estos años le permitió a Uruguay tomar posiciones en plazas como la UE, donde la carne argentina dominaba a sus anchas. Además, en las antípodas de la retirada argentina de estos años, Uruguay, con carne de menor calidad, logró entrar en ciertos negocios rentables mucho antes que la Argentina. Es el caso de la Cuota 481 de carne de feedlot y en mercados que aquí apenas se aprovecharon hace más de 15 años, como el de la carne fresca de Estados Unidos. Además accedieron a nichos de los que la carne argentina está aún lejísimo, como Corea.
Ahora, los vecinos tienen cierta preocupación con la mayor competitividad que tendrá la carne argentina cuando retorne al exterior. Sin embargo, según Rafael Tardáguila, editor del newsletter especializado uruguayo Faxcarne, en el corto plazo creen que pueden sacar algún provecho de la situación. Por un lado, Uruguay es un exportador de vacunos en pie, y aunque hoy no se puede, no descartan que la Argentina pueda repoblar parte de su rodeo por vía de importación de animales uruguayos, indicó. Además, de producirse un faltante de carne en el mercado local, "Uruguay podría volver a exportar asados a la Argentina, un negocio que algunos de los años pasados tuvo cierta importancia". Por último, en el país vecino también tienen alguna expectativa con el cordero, que podría convertirse en otro sustituto.
En tanto, en Alemania, el mercado que mejor paga y más compra cortes vacunos caros de la Argentina, los importadores están ilusionados con que el reacomodo del tipo de cambio y la quita de retenciones y permisos de exportación mejore la ecuación económica de los frigoríficos y les permita bajar el precio de los cortes Hilton (lomo, cuadril, bife angosto, bife ancho), por los que hoy están pagando en torno de los u$s 14.700 a 15.000 la tonelada FOB.