El INTA tiene nuevas autoridades





Ricardo Buryaile, ministro de Agroindustria de la Nación, puso en funciones a Amadeo Nicora como presidente del instituto y a Mariano Bosch, en el cargo de vicepresidente. Además, asumieron las autoridades del Senasa, Jorge Dillon y Guillermo Rossi.


Designados mediante el decreto 158, publicado el 17 de diciembre en el Boletín Oficial, Amadeo Nicora y Mariano Bosch asumieron la presidencia y la vicepresidencia del INTA. En un acto, realizado en el Ministerio de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile puso en funciones a las nuevas autoridades del instituto junto con las del Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Jorge Dillon y Guillermo Rossi.

Durante la presentación, estuvieron presentes Héctor Espina, director nacional del INTA, y los secretarios de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Negri; de Agregado de Valor, Néstor Roulet; de Coordinación y Desarrollo Territorial, Santiago Hardie; y subsecretarios de las distintas áreas del Ministerio de Agroindustria.


“La elección de la autoridades no ha sido fortuita, sino que tiene que ver con sus cualidades personales y profesionales”, destacó Buryaile, quien además agregó que tanto Nicora como Bosch “vienen del sector privado pero con un profundo conocimiento del INTA”.


Con las designaciones de los titulares del INTA, el Senasa y la Secretaría de Agricultura Familiar –a cargo de Oscar Alloatti– “empezamos a cerrar todos los pasos necesarios para que el Ministerio pueda trabajar como lo venimos previendo”, sostuvo Buryaile.


Para el ministro, tanto el INTA como el Senasa tienen que llevar adelante “la política agroindustrial de la Argentina” para desarrollar un país que “sea el supermercado del mundo”.

“Queremos una institución que trabaje con una visión técnica, pero con un objetivo político que apunta a lograr la agroindustrialización del país”, aseguró Nicora.


“Queremos una institución que trabaje con una visión técnica, pero con un objetivo político que apunta a lograr la agroindustrialización del país”, aseguró Nicora, en consonancia con las líneas de trabajo propuestas por la cartera nacional.


En ese sentido, explicó que “todo el sistema de ciencia e investigación debe estar puesto al servicio del agregado de valor” y destacó: “Debemos pensar cómo gestionamos ese conocimiento para que llegue a la extensión”.


Según Nicora, las políticas del INTA estarán orientadas a promover “la capacitación y formación de los técnicos en agregado de valor, como estrategia para generar las bases del desarrollo agroindustrial del país”.


Asimismo, se refirió al fortalecimiento del control social de la institución. “El INTA es lo que es para la sociedad, porque tiene un profundo control y aporte social”, agregó el presidente, al tiempo que ponderó la articulación con los productores agropecuarios, las universidades y las entidades del sector.


En cuanto al funcionamiento del instituto, valorizó el impacto de los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial –PRET– como una plataforma para impulsar el desarrollo territorial. “Son la mejor oportunidad para articular el desafío político que nos indica el ministerio vinculado con el desarrollo agroindustrial”, sostuvo.


Por último, hizo referencia a que “cada territorio es una matriz para agregar valor y un desafío para la extensión” e indicó que “el rol de la agricultura familiar, con sus distintas escalas, asegura la provisión de alimentos”.


Por su parte, Mariano Bosch, vicepresidente del INTA, subrayó: “Buscamos profundizar los valores del INTA como son la excelencia, el profesionalismo, la eficiencia en la gestión, la honestidad y la transparencia”.


Además de estos valores, el nuevo funcionario dijo: “Queremos un clima de trabajo donde lo importante sea la armonía, la unión, para lograr un mismo objetivo, el desarrollo de la Argentina, con la Agroindustria y el valor agregado como eje y motor del desarrollo”.


Bosch resaltó que “la transferencia de tecnología es clave para lograr el agregado de valor en origen, aumentar la productividad y generar mayor eficiencia”. De igual modo, señaló que “el INTA debe facilitar la articulación público-privada, fundamentales para el desarrollo de las economías regionales”.


“Buscamos profundizar los valores del INTA como son la excelencia, el profesionalismo, la eficiencia en la gestión, la honestidad y la transparencia”, subrayó Bosch.


En primer plano

Amadeo Nicora se graduó de médico veterinario en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) en 1979. En 1992 egresó del Centro de Estudios e Investigaciones para la Dirigencia Agropecuaria (Ceida), y realizó el curso de asesor de los grupos de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).


Desde 1990 hasta 1996, fue director de Ganadería del Ministerio de Asuntos Agropecuarios de Formosa. Luego, entre 1996 y 2006 se desempeñó como ministro de la Producción de la misma provincia, e impulsó la fundación del Instituto de Producción Animal.

Asimismo, durante el periodo 2004-2009 ejerció la vicepresidente del INTA. De 2010 hasta la actualidad fue presidente de la Sociedad Rural de Pilcomayo y de la Fundación de Sociedades Rurales Formoseñas.

Por otro lado, Mariano Miguel Bosch se recibió de ingeniero agrónomo en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) en 1968. Se desempeñó en la administración y dirección de diferentes empresas agropecuarias de la provincia de Buenos Aires y de Formosa.


Desde 1999 hasta 2009 cumplió la función de vocal en el Consejo Directivo del INTA, en representación de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea). Además, fue coordinador y asesor técnico de grupos CREA.
Designados mediante el decreto 158, publicado el 17 de diciembre en el Boletín Oficial, Amadeo Nicora y Mariano Bosch asumieron la presidencia y la vicepresidencia del INTA. En un acto, realizado en el Ministerio de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile puso en funciones a las nuevas autoridades del instituto junto con las del Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Jorge Dillon y Guillermo Rossi.
Durante la presentación, estuvieron presentes Héctor Espina, director nacional del INTA, y los secretarios de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Negri; de Agregado de Valor, Néstor Roulet; de Coordinación y Desarrollo Territorial, Santiago Hardie; y subsecretarios de las distintas áreas del Ministerio de Agroindustria.
“La elección de la autoridades no ha sido fortuita, sino que tiene que ver con sus cualidades personales y profesionales”, destacó Buryaile, quien además agregó que tanto Nicora como Bosch “vienen del sector privado pero con un profundo conocimiento del INTA”.
Con las designaciones de los titulares del INTA, el Senasa y la Secretaría de Agricultura Familiar –a cargo de Oscar Alloatti– “empezamos a cerrar todos los pasos necesarios para que el Ministerio pueda trabajar como lo venimos previendo”, sostuvo Buryaile.
Para el ministro, tanto el INTA como el Senasa tienen que llevar adelante “la política agroindustrial de la Argentina” para desarrollar un país que “sea el supermercado del mundo”.

“Queremos una institución que trabaje con una visión técnica, pero con un objetivo político que apunta a lograr la agroindustrialización del país”, aseguró Nicora.
“Queremos una institución que trabaje con una visión técnica, pero con un objetivo político que apunta a lograr la agroindustrialización del país”, aseguró Nicora, en consonancia con las líneas de trabajo propuestas por la cartera nacional.
En ese sentido, explicó que “todo el sistema de ciencia e investigación debe estar puesto al servicio del agregado de valor” y destacó: “Debemos pensar cómo gestionamos ese conocimiento para que llegue a la extensión”.
Según Nicora, las políticas del INTA estarán orientadas a promover “la capacitación y formación de los técnicos en agregado de valor, como estrategia para generar las bases del desarrollo agroindustrial del país”.
Asimismo, se refirió al fortalecimiento del control social de la institución. “El INTA es lo que es para la sociedad, porque tiene un profundo control y aporte social”, agregó el presidente, al tiempo que ponderó la articulación con los productores agropecuarios, las universidades y las entidades del sector.
En cuanto al funcionamiento del instituto, valorizó el impacto de los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial –PRET– como una plataforma para impulsar el desarrollo territorial. “Son la mejor oportunidad para articular el desafío político que nos indica el ministerio vinculado con el desarrollo agroindustrial”, sostuvo.
Por último, hizo referencia a que “cada territorio es una matriz para agregar valor y un desafío para la extensión” e indicó que “el rol de la agricultura familiar, con sus distintas escalas, asegura la provisión de alimentos”.
Por su parte, Mariano Bosch, vicepresidente del INTA, subrayó: “Buscamos profundizar los valores del INTA como son la excelencia, el profesionalismo, la eficiencia en la gestión, la honestidad y la transparencia”.
Además de estos valores, el nuevo funcionario dijo: “Queremos un clima de trabajo donde lo importante sea la armonía, la unión, para lograr un mismo objetivo, el desarrollo de la Argentina, con la Agroindustria y el valor agregado como eje y motor del desarrollo”.
Bosch resaltó que “la transferencia de tecnología es clave para lograr el agregado de valor en origen, aumentar la productividad y generar mayor eficiencia”. De igual modo, señaló que “el INTA debe facilitar la articulación público-privada, fundamentales para el desarrollo de las economías regionales”.

“Buscamos profundizar los valores del INTA como son la excelencia, el profesionalismo, la eficiencia en la gestión, la honestidad y la transparencia”, subrayó Bosch.
En primer plano
Amadeo Nicora se graduó de médico veterinario en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) en 1979. En 1992 egresó del Centro de Estudios e Investigaciones para la Dirigencia Agropecuaria (Ceida), y realizó el curso de asesor de los grupos de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
Desde 1990 hasta 1996, fue director de Ganadería del Ministerio de Asuntos Agropecuarios de Formosa. Luego, entre 1996 y 2006 se desempeñó como ministro de la Producción de la misma provincia, e impulsó la fundación del Instituto de Producción Animal.
Asimismo, durante el periodo 2004-2009 ejerció la vicepresidente del INTA. De 2010 hasta la actualidad fue presidente de la Sociedad Rural de Pilcomayo y de la Fundación de Sociedades Rurales Formoseñas.
Por otro lado, Mariano Miguel Bosch se recibió de ingeniero agrónomo en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) en 1968. Se desempeñó en la administración y dirección de diferentes empresas agropecuarias de la provincia de Buenos Aires y de Formosa.
Desde 1999 hasta 2009 cumplió la función de vocal en el Consejo Directivo del INTA, en representación de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea). Además, fue coordinador y asesor técnico de grupos CREA.
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Designados mediante el decreto 158, publicado el 17 de diciembre en el Boletín Oficial, Amadeo Nicora y Mariano Bosch asumieron la presidencia y la vicepresidencia del INTA. En un acto, realizado en el Ministerio de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile puso en funciones a las nuevas autoridades del instituto junto con las del Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Jorge Dillon y Guillermo Rossi.
Durante la presentación, estuvieron presentes Héctor Espina, director nacional del INTA, y los secretarios de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Negri; de Agregado de Valor, Néstor Roulet; de Coordinación y Desarrollo Territorial, Santiago Hardie; y subsecretarios de las distintas áreas del Ministerio de Agroindustria.
“La elección de la autoridades no ha sido fortuita, sino que tiene que ver con sus cualidades personales y profesionales”, destacó Buryaile, quien además agregó que tanto Nicora como Bosch “vienen del sector privado pero con un profundo conocimiento del INTA”.
Con las designaciones de los titulares del INTA, el Senasa y la Secretaría de Agricultura Familiar –a cargo de Oscar Alloatti– “empezamos a cerrar todos los pasos necesarios para que el Ministerio pueda trabajar como lo venimos previendo”, sostuvo Buryaile.
Para el ministro, tanto el INTA como el Senasa tienen que llevar adelante “la política agroindustrial de la Argentina” para desarrollar un país que “sea el supermercado del mundo”.

“Queremos una institución que trabaje con una visión técnica, pero con un objetivo político que apunta a lograr la agroindustrialización del país”, aseguró Nicora.
“Queremos una institución que trabaje con una visión técnica, pero con un objetivo político que apunta a lograr la agroindustrialización del país”, aseguró Nicora, en consonancia con las líneas de trabajo propuestas por la cartera nacional.
En ese sentido, explicó que “todo el sistema de ciencia e investigación debe estar puesto al servicio del agregado de valor” y destacó: “Debemos pensar cómo gestionamos ese conocimiento para que llegue a la extensión”.
Según Nicora, las políticas del INTA estarán orientadas a promover “la capacitación y formación de los técnicos en agregado de valor, como estrategia para generar las bases del desarrollo agroindustrial del país”.
Asimismo, se refirió al fortalecimiento del control social de la institución. “El INTA es lo que es para la sociedad, porque tiene un profundo control y aporte social”, agregó el presidente, al tiempo que ponderó la articulación con los productores agropecuarios, las universidades y las entidades del sector.
En cuanto al funcionamiento del instituto, valorizó el impacto de los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial –PRET– como una plataforma para impulsar el desarrollo territorial. “Son la mejor oportunidad para articular el desafío político que nos indica el ministerio vinculado con el desarrollo agroindustrial”, sostuvo.
Por último, hizo referencia a que “cada territorio es una matriz para agregar valor y un desafío para la extensión” e indicó que “el rol de la agricultura familiar, con sus distintas escalas, asegura la provisión de alimentos”.
Por su parte, Mariano Bosch, vicepresidente del INTA, subrayó: “Buscamos profundizar los valores del INTA como son la excelencia, el profesionalismo, la eficiencia en la gestión, la honestidad y la transparencia”.
Además de estos valores, el nuevo funcionario dijo: “Queremos un clima de trabajo donde lo importante sea la armonía, la unión, para lograr un mismo objetivo, el desarrollo de la Argentina, con la Agroindustria y el valor agregado como eje y motor del desarrollo”.
Bosch resaltó que “la transferencia de tecnología es clave para lograr el agregado de valor en origen, aumentar la productividad y generar mayor eficiencia”. De igual modo, señaló que “el INTA debe facilitar la articulación público-privada, fundamentales para el desarrollo de las economías regionales”.

“Buscamos profundizar los valores del INTA como son la excelencia, el profesionalismo, la eficiencia en la gestión, la honestidad y la transparencia”, subrayó Bosch.
En primer plano
Amadeo Nicora se graduó de médico veterinario en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) en 1979. En 1992 egresó del Centro de Estudios e Investigaciones para la Dirigencia Agropecuaria (Ceida), y realizó el curso de asesor de los grupos de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
Desde 1990 hasta 1996, fue director de Ganadería del Ministerio de Asuntos Agropecuarios de Formosa. Luego, entre 1996 y 2006 se desempeñó como ministro de la Producción de la misma provincia, e impulsó la fundación del Instituto de Producción Animal.
Asimismo, durante el periodo 2004-2009 ejerció la vicepresidente del INTA. De 2010 hasta la actualidad fue presidente de la Sociedad Rural de Pilcomayo y de la Fundación de Sociedades Rurales Formoseñas.
Por otro lado, Mariano Miguel Bosch se recibió de ingeniero agrónomo en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) en 1968. Se desempeñó en la administración y dirección de diferentes empresas agropecuarias de la provincia de Buenos Aires y de Formosa.
Desde 1999 hasta 2009 cumplió la función de vocal en el Consejo Directivo del INTA, en representación de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea). Además, fue coordinador y asesor técnico de grupos CREA.
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