Trigo: en el sudeste de Córdoba, rendimientos aceptables a muy buenos


Un informe elaborado por los técnicos Álvaro Andreucci, del Área Suelos y Protección Vegetal de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del Inta Marcos Juárez; y Juan Pablo Ioele, de la Agencia de Experimentación Regional (AER) del Inta Corral de Bustos, asegura que el trigo en el sudeste cordobés tendrá rendimientos “de aceptables a muy buenos”.
“Los resultados esperados respecto de rendimiento para esta campaña son de aceptables a muy buenos, ya que el ambiente para la implantación del cultivo fue bueno, principalmente por un comienzo con buena humedad en el suelo. Luego las precipitaciones se cortaron hasta fines de julio complicando la incorporación del nitrógeno en algunos casos”, manifiesta el reporte.
De todos modos, puede haber algunos cultivos afectados. “El invierno benigno con pocas heladas y sin bajas temperaturas perjudicó a los materiales con requerimiento de frío. A su vez, desde septiembre hasta ahora las temperaturas se mantuvieron en un rango donde no tuvimos ‘sopletes’ sostenidos durante largos períodos de tiempo con altas temperaturas que pudieron haber complicado el cultivo desde floración hasta las instancias de llenado que estamos transcurriendo”, señala el documento.
Lluvias
El análisis de Andreucci y Ioele repasa que la campaña fina en el sudeste arrancó con el perfil en muy buen estado debido a la excelente recarga proporcionada durante el primer trimestre del año.
“Quizás esta tendencia húmeda relajó muchas de las decisiones de siembra y fertilización  sobre el cultivo, lo que se vio reflejado en varios lotes que no terminaron de incorporar sus fertilizaciones por ausencia de precipitaciones  importantes desde su implantación hasta salida de macollaje”, sostienen los especialistas.
Un dato a destacar es que el cultivo no atravesó instancias de deficiencias hídricas importantes que le hayan podido causar algún estrés hídrico principalmente por el buen estado de los perfiles al inicio, pero la distribución de las lluvias, en cambio, complicó en algunos casos la correcta incorporación del nitrógeno principalmente.
Efecto clima
En este contexto, las temperaturas parecieran ser el factor que más afectó el desarrollo de la campaña, estableciendo los principales perjuicios en los trigos con requerimiento de frio. Es que durante la campaña no se registraron  grandes heladas ni temperaturas bajas mantenidas durante grandes lapsos de tiempo, siendo solamente durante junio y julio donde se dio un comportamiento similar a la media histórica.
Enfermedades y plagas
En lo que refiere a protección del cultivo, la presente campaña estuvo signada por la presencia de enfermedades entre las que se destacaron roya (no solo de la hoja sino en algunos casos del tallo también), mancha amarilla y tizón bacteriano con distinto grado de afección según materiales usados y controles efectuados.
Respecto de plagas se detectaron numerosos lotes con presencia de pulgón, que dependiendo del estadio del cultivo fue variando su especie. El pulgón verde de los cereales se presentó desde su nacimiento hasta encañazón y se ubicó generalmente en el envés de las hojas, en algunos lotes los mayores daños se observaron durante las dos semanas posteriores a emergencia.
A su vez hubo gran cantidad de consultas por pulgón amarillo de los cereales, que apareció con la primavera y se localizó en el envés de las hojas inferiores causando daños por succión de la savia que provocó amarilleamiento de hojas y en algunos casos la reducción de altura de las plantas donde las poblaciones fueron importantes, pero el mayor daño lo manifestó en el número de granos por espiga.
La sorpresa de esta campaña es sin dudas la altísima población de pulgón de la espiga, en algunos casos con reincidencia de aplicaciones para su control en un mismo lote: este insecto es crítico en el llenado de los granos y está en las raquillas de las espigas, ubicación que dificulta la llegada de savia a los granos, provocando una disminución en el rendimiento por la reducción de su tamaño y peso.