Siembra y cosecha bajo un Niño en plena acción. GEA BCR


Las condiciones climáticas (lluvias abundantes, vientos y granizo) conspiran contra el avance de las labores características de noviembre: siembra de soja, cosecha de trigo y cebada, y control de malezas. Los pronósticos a corto plazo no son alentadores. Se estima que las tormentas dejarían acumulados de 40 a 80 mm entre hoy y mañana (viernes 27) con posible caída de granizo. El avance de la siembra de soja quedó varado en el 79% del área por causa de los anegamientos. Este atraso en la fecha de siembra podría sumarle más puntos al maíz tardío, pero la alta inversión inicial que exige el cereal le da contrapeso a los cambios de planes. La calidad del trigo, y sobre todo la de cebada, puede verse afectada si una tormenta evita su recolección. En tanto, el maíz temprano que no fue afectado por el granizo es el más beneficiado por la humedad en su etapa vegetativa de 4 a 9 hojas.

Una siembra difícil de terminar
Las lluvias intermitentes no dan margen de tiempo a los productores para poder culminar con las labores de siembra de soja. Como se aprecia en el mapa de lluvias, el acumulado semanal fluctuó entre 40 y 70 mm. Hay falta de piso, planchado y lotes con anegamientos sectorizados. Además, en el este cordobés, hay caminos intransitables. El avance de siembra semanal es de tan solo un 5% en promedio y prácticamente nulo en las zonas más complicadas por las lluvias. Lo más preocupantes es la pérdida del potencial rinde de la oleaginosa a medida que se aleja de su fecha de siembra óptima. Este hecho, sumado a las pérdidas de soja por granizo, podría inclinar la balanza hacia los maíces tardíos. Sin embargo, el costo de la semilla híbrida eleva la vara para su producción. Los cuadros sembrados con soja presentan una amplia gama de estadios, según fecha de siembra. Hay lotes aún no emergidos y 70% se encuentra entre V1-V4. En general, el cultivo tiene muy buen aspecto, pero un 7% del área esta en regular estado.


Arrancó la cosecha de trigo
Los cuadros del norte de la región estrenan la cosecha triguera con rindes de 30 a 40 qq/ha, tal como se esperaba. También hay lotes cordobeses que obtuvieron 52 qq/ha y otros que cayeron a pisos de 15 quintales por las pérdidas que causó el granizo. La condición regular asciende al 11%, el resto no afectado mantiene buenas expectativas. El rinde promedio esperado es de 36 qq/ha y aún resta el grueso por cosechar. Todavía hay cuadros del norte bonaerense terminando de llenar los granos, mientras que en el 89% de la región los trigos en madurez fisiológica esperan perder humedad para su recolección. Los cultivo en pie corren el riesgo de lavado de proteínas y pérdida de peso hectolítrico ante los   pronósticos de lluvias abundantes.  

El granizo que marcó un hito
La pérdida que provocó en las zonas afectadas (ver informe anterior) quedará en el recuerdo de los desastres climáticos. Hacía más de 15 años que no se producía un evento de tal magnitud. Esta vez, la granizada cubrió una extensa área de la región núcleo y dejó daños totales. Las mermas en trigo son irreparables. No así en soja, ya que en algunas localidades las plántulas pueden rebrotar y en otras zonas, las que fueron totalmente devastadas, podrá resembrarse. En el caso del maíz temprano cuyo ápice de crecimiento fue afectado, se resembrarán como maíz de primera tardío.