Los valores del maíz y el trigo ya reflejan la expectativa de una reducción de las retenciones.
La
semana transcurrida volvió a brindar optimismo al productor, a partir
de un combo de noticias que permiten mirar hacia adelante con mejor
semblante.
Por el lado de los precios, el mercado local, tanto en soja como en los cereales, acumuló nuevas subas. La oleaginosa rompió una vez más la pizarra máxima de la campaña, alcanzando valores de $2.300 por primera vez desde Mayo. A su vez sobresalen las estimaciones de siembra de la soja, donde se esperan que se siembren 19,8 millones de hectáreas según la BCBA que implicaría una caída del área del 1%. Esto nos lleva a una hipótesis inicial de que las hectáreas liberadas por el cultivo de maíz, no van a ser sustituidas en su totalidad por la oleaginosa.
No obstante, ante un nuevo panorama post-elecciones productores no descartan revisiones en los planes de siembra. Los valores del maíz y el trigo ya reflejan la expectativa de una reducción de las retenciones, dicha situación se evidencia en que los valores fowards que se están concretando superan a la capacidad teórica de pago de los exportadores (bajo el esquema actual).
El segundo factor que se encuentra en la mira del mercado y se refleja en las posiciones diferidas es la siembra de Sudamérica. En Brasil el avance se encuentra dentro del promedio en Mato Grosso, el mayor estado productor, donde se ha implantado alrededor del 20% del territorio. Recordemos que las estimaciones arrojan un volumen no menor de soja para el país entre 100 y 102 millones de toneladas.
Por el lado de los precios, el mercado local, tanto en soja como en los cereales, acumuló nuevas subas. La oleaginosa rompió una vez más la pizarra máxima de la campaña, alcanzando valores de $2.300 por primera vez desde Mayo. A su vez sobresalen las estimaciones de siembra de la soja, donde se esperan que se siembren 19,8 millones de hectáreas según la BCBA que implicaría una caída del área del 1%. Esto nos lleva a una hipótesis inicial de que las hectáreas liberadas por el cultivo de maíz, no van a ser sustituidas en su totalidad por la oleaginosa.
No obstante, ante un nuevo panorama post-elecciones productores no descartan revisiones en los planes de siembra. Los valores del maíz y el trigo ya reflejan la expectativa de una reducción de las retenciones, dicha situación se evidencia en que los valores fowards que se están concretando superan a la capacidad teórica de pago de los exportadores (bajo el esquema actual).
Por
suerte, la plaza local se pudo disociar de las señales internacionales.
Es que Chicago estuvo marcado por el continuo ingreso de la cosecha
norteamericana que se refleja en una presión sobre las posiciones
disponibles que retornaron a zona de los 320/ 325 u$ por tonelada para
la oleaginosa. En el último reporte de condición de cultivos se informó
que ya se ha cosechado el 87% de la soja y el 65% del maíz, estando
ambos por encima del promedio de los últimos 5 años. Hay dos factores
adicionales a tener en cuenta, en las posiciones spots la demanda de
China avivo el mercado con las exportaciones semanales mayores esperadas
en el caso de la soja, que permitieron un avance de las ventas externas
que se encontraba retrasado en comparación a campañas anteriores y que
gracias a este empuje queda en sintonía con el promedio, aunque en el
balance semanal predominaron las bajas.
Sin embargo en el caso del
forrajero las ventas continúan retrasadas, lo que se vincula con la
fortaleza del dólar que vuelve a la oferta norteamericana menos
competitiva frente a otros destinos. La fortaleza de la divisa, en la
semana bajo análisis, se fundamentó en el anuncio de medidas de
reactivación por el Banco Central Europeo que se podrían concretar
mediante una política monetaria expansiva que debilitaría al euro.El segundo factor que se encuentra en la mira del mercado y se refleja en las posiciones diferidas es la siembra de Sudamérica. En Brasil el avance se encuentra dentro del promedio en Mato Grosso, el mayor estado productor, donde se ha implantado alrededor del 20% del territorio. Recordemos que las estimaciones arrojan un volumen no menor de soja para el país entre 100 y 102 millones de toneladas.
Con
este panorama, el disponible vuelve a dar revancha y una oportunidad
para los que a la baja se quedaron con la mercadería en la mano.
En
cuanto a la próxima campaña, la idea sigue siendo fijar algún
porcentaje de precios, teniendo en cuenta que una concreción de las
modificaciones planteadas para el sector, podrían desplegar un menor
recorrido positivo en precios, en comparación al desplome que podría
acarrear una permanencia de las medidas bajo las cuales comercializamos
hoy.