Precios más altos del año para el trigo futuro. Guillermo Rossi

El mercado local del cereal muestra creciente expectativa ante un posible cambio en las reglas de juego, especulándose con precios más elevados y una operatoria más ágil durante los próximos meses. Pasadas las elecciones nacionales del último domingo los futuros con entrega a cosecha dieron un importante salto para luego mostrar subas más moderadas. La posición con entrega en enero sobre Buenos Aires en MATBA alcanzó el viernes un récord histórico de u$s 161/ton.
Algunos participantes aprovechan el contexto para tomar coberturas a los precios actuales, aunque el avance de la comercialización en el físico sigue siendo escueto. Los precios se acercaron a la capacidad teórica de pago, lo que debería generar interés de los productores por vender. Sin embargo, el visible retraso en el tipo de cambio es un factor que desalienta la concreción de negocios. Ante este escenario, hasta la tercera semana de octubre el volumen comprometido para entrega en ciclo 2015/16 no llegaba a 300.000 toneladas.
Al margen de la incertidumbre política, parte de la retracción comercial que se observa obedece a la falta de certezas en cuanto a la calidad de los granos que se obtendrán. Si bien esta variable no suele ser una limitante para la contratación de negocios forward, lo es en un año con gran disparidad de precios y sustanciales primas por calidad de parte de los compradores. En algunos casos la exportación puede pagar hasta u$s 10/ton más por trigos de proteína media-alta y buen peso hectolítrico. Esto hace que el productor busque diferenciar su trigo para potenciar el precio de venta.
Buena parte del veredicto en materia de calidad lo tendrán las condiciones climáticas de las próximas semanas, a medida que los trigos de la zona central del país se acercan a su maduración y el fenómeno del “Niño” parece intensificarse. Nuevas lluvias hicieron su aparición en la zona central del país durante los últimos días, dejando acumulados de hasta 40 mm que favorecieron el llenado de los granos en la zona núcleo. Hasta el momento el avance de la cosecha es marginal y se limita al extremo norte de la superficie cubierta en el país. En el NOA se ha recolectado cerca de una cuarta parte del área proyectada, con rendimientos a partir de 16 qq/ha y con extremos de hasta 26 qq/ha. La calidad de los granos va de regular a buena.
De cara a la nueva campaña la producción de 9,3 M tn que espera obtenerse se sumará a un stock inicial que se estima cercano a 4 M tn. Se trata de un volumen de oferta que dejará un saldo exportable significativo si hay políticas que promuevan una mayor apertura comercial. Esto es una buena noticia para los compradores brasileños de cara a un ciclo de comercialización que parece más ajustado que el del último año, por la caída en la producción del estado de Paraná. De todos modos, las posibilidades de intercambio comercial tenderán a profundizarse a partir de marzo y abril, cuando los stocks comiencen a declinar.
El trigo paranaense se encuentra recolectado en un 85% según datos de la Secretaría de Agricultura estatal, mientras que el 32% del total proyectado ya se encuentra comercializado. Los productores esperan una recuperación del precio hasta niveles cercanos a la paridad de importación antes de comprometer la entrega de sus lotes. Fuentes del sector comercial aseguran que alrededor del 20% de la cosecha -unas 700.000 tn- sólo tiene destino forrajero, aunque los participantes son cautos con este número ya que todavía no se ha podido mensurar enteramente el impacto de las lluvias en época de cosecha. En Rio Grande do Sul, por su parte, la colecta asciende al 40% de la superficie, pero aquí la proporción de trigo forrajero llegaría a dos terceras partes del total.
En suma, la producción brasileña de trigo de alta calidad panadera quedará por debajo de cuatro millones de toneladas, generando una necesidad de importación cercana a 6 M tn si llegan a cumplirse las actuales proyecciones de consumo. Pese a ello, las compras del primer tramo de la campaña muestran un ritmo muy inferior al que cabría esperarse como promedio para todo el año. Importadores brasileños adquirieron poco más de 700.000 tn en el bimestre agosto-septiembre, un 40% menos que en el mismo período del año anterior.
Por el momento la estrella de la región es el trigo paraguayo, que gracias a sus buenos parámetros de calidad y precios competitivos está ingresando de a poco en los molinos del sur de Brasil y también en Uruguay. El saldo exportable podría agotarse rápidamente y el volumen en juego sería el más elevado desde el récord de exportaciones alcanzado en la campaña 2011/12. Ante esta situación, en este país ya se especula con una recuperación de la superficie sembrada de cara a la campaña 2016/17 luego de la considerable reducción de este año.