Aunque
en semanas anteriores venía atisbando un ánimo de mejora para los
precios del maíz nuevo, luego de las elecciones del domigo pasado los
precios por el cereal mejoraron notablemente. El maíz fue el más activo
de los productos llegando a hacerse a U$S 145 la tonelada para la
entrega en la tira marzo/mayo, con una buena cantidad de participantes.
Sobre el final, los precios para el mismo período de entrega
retrocedieron a U$S 142, haciéndose igualmente un buen volumen ya que en
el día anterior se pagaba lo mismo para la entrega en junio/julio. Si
bien estuvo muy activo el producto, hay mucho más volumen en cartera
esperando el próximo nivel de precios, el de 150 dólares la tonelada;
más allá que llegue.
En
la encuesta semanal que se hace en GEA - Guía Estratégica para el Agro
siguiendo las condiciones del cultivo y el avance de las labores, se
volvió a preguntar sobre intencionalidad de siembra para la zona núcleo.
Como resultado del conjunto de ellas se vio que los planes de siembra
en maíz se mantienen, sin que se hayan hecho movimientos de
consideración por insumos durante esta semana. Esto nos dice que las
expectativas están altas y se reflejan en los precios, pero con números
que no terminan de cerrar en la “planilla de Excel” para la explotación
agropecuaria se aguardarán acciones concretas por parte del candidato
que asuma el próximo gobierno para sumar superficie. Es que la
posibilidad de remoción de los ROE como sistema de licencia de
exportación previa o la derogación del 20% de derecho de exportación,
que a un FOB de U$S 170 /175 podría sumar 34 dólares al precio interno,
daría mucho aire al sector. Por lo pronto, a nivel nacional se llevaba
sembrado el 31% del área de intención que tiene el Ministerio de
Agricultura.
Con
algo de contagio del otro cereal cotizante en Chicago, el maíz logró
terminar con una suba acumulada semanal cercana a U$S 1 por tonelada.
Aunque el saldo de la semana resultó ligeramente positivo para los
futuros de maíz CME en las posiciones correspondientes a la presente
campaña norteamericana lo cierto es que algunas señales de tipo
fundamental son más bien flojas para el grano estadounidense:
-
Se aceleró la cosecha. Con 16 puntos en la semana cerrada el 25 de
octubre, la recolección de maíz en EE.UU. cubría el 75% de la superficie
cultivada. Esto excedió en 31 puntos lo cosechado el año pasado a igual
fecha y en 7 puntos al promedio de las 5 temporadas anteriores.
- En un contexto de cómodo balance sheet
para EE.UU., el frente exportador no se presenta muy auspicioso. Tal
como puede apreciarse en el cuadro adjunto, hay sólo un 27% del saldo
exportable de maíz 15/16 comprometido cuando el año pasado era del 40% y
la media de 5 años era del 46%.
-
Dos empresas chinas, una de ellas estatal, habrían pedido al gobierno
de China investigar la existencia de dumping en las importaciones de
DDGS de EE.UU. Siendo China el principal destino de las exportaciones de
DDGS de EE.UU. (58% hasta agosto de 2015, versus 38% en el 2014, 46% en
el 2013, 29% en el 2012), y siendo los DDGS un producto derivado de la
industria del etanol no es raro que los analistas del mercado de maíz
norteamericano lo miren con atención.
De
todas maneras, esta situación para el maíz norteamericano no se logra
reflejar plenamente en los precios debido a la retracción de ventas de
parte del productor. Muchos de los acopios comerciales se quejan de un
ingreso de maíz más bien lento y ello se debe a que los actuales valores
“no le cierran” al productor que prefiere retener el grano en su campo.
Un
interesante informe de Rabobank mencionaba que el valor de equilibrio
del productor promedio del Medio Oeste está entre U$S 4,20 / 4,50 por
bushel (165 a 177 dólares/t). No es de extrañar entonces que frente a
los U$S 3,80 por bushel (pbu) del CME, las puntas de las primas en el
físico muestren grandes brechas. Para la entrega a industrias
procesadoras del centro Illinois las primas iban de -5 hasta +20
centavos de dólar por bushel sobre CBOT. Agrega también Rabobank que una
liquidación de maíz estadounidense más pronunciada posiblemente se
dilate hasta marzo cuando haya necesidad de contar con dinero para los
gastos operativos. Los productores estadounidenses pueden retener grano
debido a que los últimos 6 años registraron alto nivel de rentabilidad,
dejándolos financieramente sólidos.