El cálculo tiene en cuenta no sólo la carne bovina, avícola y porcina sino también la ovina y de pescado.
El consumo interno per cápita de carnes –bovina,
avícola y porcina– creció "de manera sostenida" en los últimos años y
alcanzó en 2014 el máximo de 109,9 kilos, lo cual representa un aumento
de 16,3 por ciento frente al promedio del período 1991-2000, destacó el
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
En un estudio
detallado sobre la evolución de la actividad, la cartera destaca que, si
se adicionan la carne ovina y el pescado, el consumo promedio por
habitante fue el año pasado de 121 kilos, 14,7 por ciento más que en el
decenio de los 90 del siglo pasado.
“También –dice el informe– se
evidencia una mayor diversificación: se destaca que el consumo de carne
aviar pasó de representar el 10,9 por ciento en 1981-1990; al 36,8 por
ciento del total consumido de carnes en 2002-14”.
A la vez, la
participación de la carne vacuna pasó del 81,8 por ciento al 53,5 por
ciento del total consumido, mientras la carne porcina también incrementó
la participación en el total, puntualiza el estudio.