Ya
transcurridas las tres cuartas partes del año, puede proyectarse que la
faena de ganado vacuno será en 2015 del orden de los 12,57 millones de
cabezas, unas 170 mil cabezas más que el año anterior. Se faenarían 374
mil machos más y unas 230 mil hembras menos, casi toda esta caída
concentrada en 192 mil vacas. Llama la atención también el aumento del
ocho por ciento en la faena de novillos y el mismo porcentaje en
novillitos, pudiéndose atribuir esto a que con el maíz (y el pasto)
baratos, y la invernada cara, los invernadores y feedloteros les agregan
más kilos a los machos.
La
tasa de extracción sería este año del 25 por ciento, resultado de
cotejar una faena de 12,57 millones de cabezas con un stock ganadero de
51,43 millones de animales. Para marzo próximo, podría esperarse un
aumento moderado del stock, consecuencia de un destete 2016 superior al
del año anterior, y de una baja en la faena de hembras, especialmente de
vacas (-8 por ciento).
Si este año
se repite una primavera lluviosa y con abundancia de forraje, en el
servicio se podrían repetir los buenos índices de preñez del 2014, lo
que provocará que en el 2016 nuevamente el destete se ubique en los 14
millones de terneros o algo por encima.
Cuota 481Un ganadero argentino que tiene campo también en Uruguay nos dice que en la vecina orilla está recibiendo por novillos engordados, bajo la reglamentación de la cuota 481, unos cuatro dólares por kilo en gancho, con medias reses de 140 kilos, pero que hay algún frigorífico que si bien paga 3,85 dólares por kilo, acepta carcasas de solo 120 kilos.
Esto
permite engordar un novillito más liviano, que tiene mayor índice de
conversión, y que se complementa mejor con el mercado interno. El asesor
nutricional del establecimiento le ha recomendado terminar novillos de
cuota 481 con entre 395 y 405 kilos, que si bien se pagan menos,
convierten mejor.
Por otra parte,
este tipo de engorde permite ingresar al corral terneros recriados de
sólo 250 y 270 kilos, que dan mejor la edad de faena requerida por la
reglamentación del cupo. Hoy, en el Uruguay, la principal limitante para
la rentabilidad de la cuota 481 es el elevado precio de la reposición,
consecuencia de la firme demanda estacional por ganados de engorde.
Alegría brasileña
Hace
un año, el novillo tipo exportación valía en Brasil 3,50 dólares por
kilo en gancho, mientras que hoy cotiza a 2,25 dólares por kilo; es
decir, una caída de 36 por ciento. En la Argentina, en el mismo período,
el valor del novillo, en términos de dólar neto para la exportación de
carne, pasó de 4,60 a 4,30 dólares por kilo en gancho. O sea, el precio
del novillo es en nuestro país un 90 por ciento más alto que en Brasil.
En
Estados Unidos se logró la primavera pasada un pico de precios
extraordinario, récord histórico en términos de dólares corrientes: 5,55
dólares por kilo en gancho. Un año después, ese valor ha caído 20 por
ciento a 4,45 dólares, aunque sigue siendo un valor excelente. También
en la Unión Europea el valor del ganado bajó en el último año: de 5,10 a
4,90 dólares por kilo, mientras que en Australia el valor del novillo
pasó de 3,38 a 4,04 dólares por kilo en gancho, como reflejo, según los
analistas, de una firme demanda internacional y una oferta ganadera
declinante, al empezar a revertirse la terrible seca que afectó este
país en los últimos dos años. Baja también moderadamente el precio en
Uruguay, al caer en un año de 3,60 a 3,30 dólares, mientras que en
Paraguay, afectado por la crisis de Rusia y otros mercados, el novillo
baja en 12 meses de 3,53 a 2,58 dólares por kilo en gancho.