Valores en alza para el trigo nuevo Guillermo Rossi

El cereal reafirmó su recuperación en los mercados externos a lo largo de la semana, con subas del 4,4% en los futuros con vencimiento en diciembre en Chicago. Por momentos, los precios alcanzaron su nivel más elevado del último mes. Finalizada la presión bajista por el avance de la trilla en el hemisferio norte, la atención de los traders comenzó a focalizarse en las perspectivas productivas del hemisferio sur y de cara a la siembra de invierno del ciclo 2016/17. Sin embargo, la revalorización del dólar frente al resto de las monedas condicionó el potencial de suba.
En Estados Unidos el USDA reportó un avance de la implantación del 19% hasta el último domingo, mientras que en Rusia y Ucrania distintas fuentes estiman un progreso del 56 y 26% en la siembra fina, respectivamente. Sin embargo, en la zona del Mar Negro el tramo final del verano resultó más seco de lo normal y los suelos necesitan de mayor humedad para terminar los trabajos. De hecho, diversos analistas comenzaron a anticipar de pérdidas respecto del área de intención original, mientras que otros son cautos argumentando que el año pasado el comienzo de la campaña se había presentado con la misma preocupación.
En tanto, el clima seco en Australia continúa limitando las posibilidades de alcanzar el nivel de producción inicialmente esperado, aunque gran parte de la superficie implantada ha logrado eludir el impacto de heladas durante el período de maduración de los cultivos. Esto hace pensar en trigos de buena calidad que podrían superar las previsiones de exportación, dominando buena parte del mercado asiático. En el sur de Brasil, en cambio, parte de la superficie triguera ha quedado comprometida por las heladas ocurridas hace dos semanas, aunque la magnitud del deterioro es todavía incierta. En Paraná la cosecha muestra un avance cercano al 50% del total, mientras que en Rio Grande do Sul todavía faltan varias semanas para el comienzo de los trabajos.
En nuestro país el panorama es diverso. Al sudoeste de Buenos Aires la condición del trigo va de buena a muy buena, mientras que en el centro y noroeste de esa provincia los anegamientos y la saturación de agua se han convertido en una amenaza que podría generar pérdidas de superficie de entre el 10 y el 30% a nivel regional. En el sudeste el clima seco y ventoso a favorecido una recuperación de los cultivos, resultando en mejores perspectivas a cosecha. En algunos casos las temperaturas más altas de lo normal han acelerado el crecimiento vegetativo de las plantas.
La situación se muestra algo más complicada en Córdoba. Hacia el sur el Ministerio de Agricultura ha detectado la aparición de hongos debido al clima excesivamente húmedo, lo que también ha generado déficits de nitrógeno. Contrariamente, en el centro-este los cultivos se acercan a su fase de espigazón mostrándose necesitados de agua. En general, el panorama productivo se muestra incierto y las condiciones climáticas de las próximas semanas serán cruciales para determinar el potencial de cosecha, de por sí disminuido por la caída en la superficie implantada.
Los precios a cosecha no parecen reflejar enteramente el nerviosismo de los participantes del mercado, aunque han comenzado a insinuar una tendencia alcista en los últimos días. Los futuros con vencimiento en enero del Mercado a Término de Buenos Aires alcanzaron máximos de varios meses y en el recinto de operaciones de la Bolsa de Rosario el interés de los exportadores por cerrar negocios comenzó a aumentar, pese a que aún no hay certezas sobre cómo se administrará la política comercial de la nueva campaña. Si bien se escuchan ofrecimientos puntuales por trigo Cámara, el grueso de los compradores focaliza su originación en lotes con requerimientos de proteína por encima del 10,5% o algo menos en la zona de Quequén. Los exportadores están notablemente largos en este producto y no correrán riesgos saliendo a adquirir volúmenes considerables.
Un recambio gubernamental podría significar nuevas alícuotas de derechos de exportación o una eventual revisión de los mecanismos de ROE Verde, generando un escenario de mercado completamente diferente al actual. Ante este escenario, es normal que tanto la oferta como la demanda se muestren retraídas y con poco interés por pactar operaciones. Según el último reporte semanal de la Dirección de Mercados Agrícolas, los exportadores han declarado compras acumuladas de trigo nuevo por algo más de 230 mil toneladas, alrededor de la tercera parte del volumen que tenían comprometido a la misma altura del año pasado.