En
las últimas semanas ha cobrado trascendencia el análisis del mercado
argentino como un destino de inversión catalogado como "fronterizo". ¿A
qué refiere esta categoría? En esta columna repasamos la definición de
mercados de frontera o fronterizos y las perspectivas de los mismos.
El
término mercado de frontera o fronterizo es, en realidad, de compleja
definición. No es posible determinar objetivamente cuáles son los
mercados cuyos activos cotizantes pueden ser incorporados en esta
categoría en base a condiciones definidas o variables económicas
declaradas. En forma taxativa podría decirse que todos los países que no
se encuentran incluidos en el índice MSCI All Country World Index son
considerados - al menos desde el punto de vista de los inversores
institucionales de mercados desarrollados - países fronterizos.
Considerando que los países desarrollados se encuentran en contemplados
ampliamente dentro de esta cartera teórica, todos los países del mundo
emergente que cuenten con un mercado de acciones cotizantes y no estén
nominados entre los "emergentes" (es decir, en el índice MSCI Emerging
Market Index) serán mercados de frontera.
Más
allá de esto, el término "mercado de frontera" no es reciente. Por el
contrario, fue acuñado en 1992 por el responsable de análisis de
mercados de capitales de la Corporación Financiera Internacional (brazo
inversor privado del Banco Mundial) para agrupar a aquellos activos
provenientes de mercados de menor nivel de capitalización bursátil,
menor liquidez y que exhiben una estructura de operaciones menos
confiable. Estos mercados protoemergentes implican mayores riesgos,
especialmente por la inestabilidad institucional y la volatilidad que
presentan sus activos, pero albergan expectativas de rendimientos
sobresalientes por el desempeño de las emisoras ante la posibilidad de
un gran crecimiento de esos mercados y - por sobre todo - una eventual
reversión de la subvaluación de los activos.
Si
un mercado pasa de la categoría de fronterizo a emergente, esto implica
que queda habilitado para ser objeto de inversión de los fondos que
alocan su patrimonio en activos provenientes de estos países. Esta
posibilidad no resulta trivial. Al permitir el ingreso de los grandes
inversores institucionales se incorpora una gama de potenciales
inversores que buscan activos con potencial de rentabilidad.
Los
mercados fronterizos resultan atractivos además por su baja correlación
con otros mercados de renta variable. Si bien individualmente resultan
volátiles, tomados como una cartera de activos, suelen estar
relativamente poco correlacionados entre sí, reduciendo la volatilidad
de la cartera en su conjunto. De hecho, en los últimos 10 años, la
volatilidad anual del índice MSCI de emergentes ha sido prácticamente el
doble que la del MSCI frontera.
El caso de Argentina y sus perspectivas
Argentina
salió de la categoría de emergentes a partir de 2009, permaneciendo
entre la lista de países fronterizos dentro de los principales índices.
Los controles a los ingresos y salidas de capitales motivaron
oportunamente el cambio en el listado por parte de MSCI y que, dentro
del índice de activos argentinos, únicamente de contemple los papeles
que cotizan en los Estados Unidos a través de ADRs (American Depositary
Receipts). Esto implica que únicamente las empresas argentinas que
cotizan por este medio sus acciones son incluidas en el índice MSCI
Argentina Index.
Los
mercados emergentes estuvieron entre los más castigados por la
reversión de flujos de fondos que se observó durante lo que va de 2015.
En el último año, casi un billón de dólares ha salido de los fondos
emergentes para buscar refugio en activos de los mercados desarrollados.
Más allá de esto, los mercados frontera se encuentran relativamente al
margen de estos grandes movimientos. Esto no es una virtud sino que
apunta a que no están en el centro de atención de los inversores
institucionales. Esto refuerza las expectativas que genera la
posibilidad de que Argentina deje de ser fronterizo para volver a pasar
revista entre los emergentes.
Entre
los países latinoamericanos, solamente se encuentran en la categoría -
además de la Argentina - los centroamericanos Jamaica y Trinidad y
Tobago. En ambos casos se trata de economías menos relevantes a nivel
global, al igual que la mayoría de los comparables provenientes de otras
regiones. De hecho, dentro del índice de mercados de frontera, la
Argentina se encuentra entre los de mayor peso relativo. Al cierre de
agosto de este año, los papeles argentinos ocupaban el tercer lugar en
el ranking de tenencias de la cartera teórica del índice MSCI Frontier
Markets Index, representando un 10,9% del portafolio. Esta participación
sólo es superada por Kuwait (21,2%) y Nigeria (13,9%). El hecho de que
los activos argentinos se encuentren entre los de mayor incidencia en el
indicador resulta alentador ante las perspectivas de nuestro mercado
pueda ser recategorizado en el corto plazo.
Recordando
que solamente se consideran las acciones argentinas que cotizan ADRs,
los dos activos locales de mayor peso en la composición de cartera
fronteriza corresponden a YPF, con un 4,3% de la cartera. En segundo
orden, las que aparecen son del sector financiero: las acciones de Banco
Macro y del Grupo Financiero Galicia apuntan 1,9% del total cada una.