El
desgano evidenciado en la operatoria de trigo a sólo un trimestre del
principio de una nueva cosecha fina puede interpretarse de diversas
maneras que permiten apreciar la situación de la cadena productiva y
comercial. De acuerdo a datos oficiales, a principios del corriente mes
la exportación habría adquirido sólo algo más de 200 mil toneladas del
nuevo cereal, su nivel más bajo de compras declarado para esta altura
del año desde el preludio de la campaña 2012/13, la cual apenas había
logrado superar los 8 millones de tn producidas de acuerdo al Ministerio
de Agricultura.
La
retracción de la oferta obedece tanto a precios que distan de ser
atractivos como a una gran incertidumbre que rodea a la política
comercial del próximo año, con posibilidad de que nuevas reglas de juego
cambien significativamente la ecuación del productor. Este sería el
caso, por ejemplo, de un deslizamiento más pronunciado del tipo de
cambio o una revisión a los sistemas de cupificación de exportaciones
que tanta fricción han introducido en la operatoria durante los últimos
años. Las cotizaciones del mercado a término son elocuentes al respecto,
ya que combinando futuros agrícolas y financieros es posible negociar
el cereal a marzo de 2016 por encima de $ 1.500/ton, frente a $
1.000/ton que cotiza en la actualidad. Es el 50% por seis meses de
entrega diferida.
Ante
este estructura ascendente del mercado, se refuerzan las expectativas
de un cierre de campaña con holgada disponibilidad de oferta para el
próximo año. Sin embargo, el gran interrogante es la calidad comercial y
la aptitud industrial de esos inventarios. Los niveles de proteína de
la última cosecha estuvieron bien por debajo de lo inicialmente esperado
y las condiciones climáticas se presentan como una verdadera amenaza de
cara al ciclo 2015/16.
A
lo largo de la semana los negocios fueron pocos y la demanda se
focaliza principalmente hacia mercadería con requerimientos de calidad
hoy difíciles de encontrar. Los premios que pagan los molinos siguen un
25-30% por encima de los valores del trigo Cámara, aunque la disparidad
regional es importante. La situación de abastecimiento de la industria
es relativamente cómoda, quizás promediando algo más de un mes de
consumo con niveles de molienda que de a poco tienden a la baja.
Una
de las noticias de la semana fue la creación del "Registro de demanda
de trigo disponible para su comercialización", en el marco de las idas y
vueltas en torno a la búsqueda de una salida comercial para el trigo
baja proteína que se almacena en campos y acopios de la provincia de La
Pampa y sur de Buenos Aires. El stock en juego son unas 400.000
toneladas, aunque fuentes del sector aclaran que una cantidad similar
todavía permanece en etapa primaria y espera cambios más contundentes
para salir a encontrar comprador. Posiblemente, los destinos de ese
trigo puedan encontrarse en mercados africanos, ya que los molinos de
Brasil tienen mayores exigencias de calidad y el inicio de la cosecha en
el estado de Paraná retrae la actividad importadora.
La
atención de los participantes del circuito comercial parece
concentrarse en la condición de los cultivos y las perspectivas de
cosecha. El USDA redujo la estimación de superficie argentina en su
último reporte mensual, llegando a una cifra de producción de 11 M tn.
Sin embargo, fuentes locales se posicionan de cara a una expectativa de
cosecha de un dígito, advirtiendo que la superficie implantada es menor a
la estimada y los niveles de tecnología aplicados no permitirán obtener
los rindes normales de tendencia.
En
el extremo sur de la provincia de Buenos Aires las condiciones de los
últimos días han sido mayormente favorables para el cereal, mientras que
lluvias intensas en el sur de Santa Fe y la provincia de Entre Ríos han
recargado la capa superficial del suelo. Los trigos se encuentran
finalizando su etapa de macollaje y prontos a comenzar la encañazón. Las
bajas temperaturas de los últimos días brindan cierto alivio, aunque de
cumplirse las previsiones de lluvias para octubre y noviembre el
escenario de oferta para 2016 se podría complicar.