Las dudas y las existencias se trasladan al nuevo ciclo. Florencia Boglione

Promediamos el mes de septiembre, y hace un tiempo que ya comenzó a sentir el mercado la presión de lo que sería una abundante cosecha de Estados Unidos. Esto se trasluce en las consecuentes caídas de las cotizaciones. La posición de diciembre 2015 de maíz en CBOT ha tocado la semana anterior su mínimo desde que comenzó a operar, los 140 dólares.
Hoy se emite un nuevo informe de oferta y demanda mundial del Usda. Las expectativas privadas promedio auguraban un ajuste a la baja en los niveles de producción estadounidense (aunque mínimo) tanto para soja como para maíz. Pese a ello, el escenario de fondo continúa siendo de grandes suministros, y aun concretándose en el corto plazo estos guarismos de menores rindes a los estimados estaríamos ante la segunda mayor producción de ambos cultivos de la historia.
Siempre es sano recordar que el mercado se mueve en torno a expectativas, y el impacto final lo determinarán los números concretos publicados por el Usda; aunque en los últimos tiempos se ha puesto en duda su “manejo en el tiempo” de la información y los intereses asociados al organismo, pero eso es otra historia.
Los tiempos de revancha en el mercado internacional pueden haber culminado, pero no nos olvidemos que en el plano local –si bien seguimos cierta tendencia de Chicago–las ruedas suelen separarse, más o menos de la información que recibimos desde Estados Unidos. Y funcionan en relación a la necesidad de las fábricas para abastecer su molienda, y/o sus programas de embarque.
Arrastres
En plena planificación de una nueva campaña gruesa en Argentina, estamos en condiciones de establecer una relación directamente proporcional entre la incertidumbre y la mercadería pendiente de vender de la campaña 2014/15. Considerando este remanente de granos en manos del productor, sobre el cual no se ha tomado una posición de venta, no tendría cabida mucho menos un análisis de los negocios forward sobre la cosecha nueva.
Lamentablemente para el productor, no solo mercadería trascenderá hacia un nuevo ciclo productivo, sino también las dudas. Al menos hasta definir, el esquema comercial (retenciones, permisos de exportación, tipo de cambio) asociados al nuevo Gobierno. Si debemos hacer un diagnóstico rápido en el comportamiento de ventas para la campaña que se termina se puede describir en dos palabras: “decisiones financieras” netamente. Con un contenido especulativo o de cobertura de precios prácticamente nulo.
Es que el sector oferente no se sospechaba que el mercado pudiera bajar hasta estos niveles, y algunos negocios cerrados justo encima de los precios de presupuesto, parecían poco ambiciosos. Como siempre expost , la película cambia. Con una soja mayo cotizando a 210 dólares, aquellos números finalmente no estaban tan descabellados. Recordemos que entre los productores, los precios presupuestos más escuchados para soja, fueron 230 dólares, y para el maíz en un rango entre 120 y 130 dólares.
Respecto a estructuras comerciales, hay cuestiones vinculadas al funcionamiento de los subsidios en el país del norte que resultan pertinente analizar. Se observa que 97 por ciento de la superficie con soja sembrada tomó cobertura por rendimiento. Esto se debe a que el seguro de precio se activa en (863 centavos por bushel) un precio menor al que se estima en promedio para a campaña 2015/16.
* Analista de Mercados y Desarrollo Comercial en fyo